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Ed. Tusquets, año 2009. Tamaño 22,5 x 15 cm. Estado: Nuevo. Cantidad de páginas: 208
Entre el nuevo periodismo y la no ficción, el periodista Javier Sinay (Buenos Aires, 1980) narra aquí una serie de crímenes resonantes que conmovieron a la sociedad. Todos con un común denominador: los jóvenes son víctimas y victimarios, pero sin caer en estereotipos y en pequeños relatos, como el crimen del boliche El Teatro ocurrido en 2003. Son seis crónicas que retrata a una generación (sobre todo, de pibes pobres) a partir de caminar la calle, entrevistar a los protagonistas e investigar.
Sinay, de 31 años, apuesta fuerte -en su primer libro- a su subjetividad para narrar historias verdaderas en las que hace girar toda una época, la suya, con casos como el del Hombre Araña (un pibe de 16 años acusado de varias violaciones en La Plata) y la masacre de Carmen de Patagones, pero todo sin juicios morales. “Si los crímenes del Petiso Orejudo contaban a la Argentina de la década del 1910, aquella de los inmigrantes, los conventillos y el positivismo criminológico (…) ¿de qué Argentina hablarán los homicidios que se narran en este libro?”, es la pregunta desde la que parte el periodista. La respuesta se desliza en la selección de casos, en su mayoría dedicados a pibes sin o pocas oportunidades.
“Los amantes de Villa Pueyrredón. El crimen de la discoteca El teatro”, es una de las crónicas que se destaca en el libro. El relato narra el homicidio del chico Federico Medina, de 20 años, asesinado a puñaladas a fines de diciembre de 2003 en el boliche de Colegiales, cuando un novio celoso, Cala, puso punto final a un triángulo amoroso con su novia, “la Pimpollo”. Justamente, la Pimpollo es la femme fatale de la historia según los juicios de los periodistas, pero el cronista se encarga de desmantelar el estereotipo que pesaba la joven curvilínea, al escucharla y armar las piezas del rompecabezas de la trama.
Otra de las crónicas que se destaca es “Querido diario. Nueve puñaladas en la bailanta S’Combro”. Relata el caso de Andy, una piba de 18 años sin oportunidades que solía ir a bailar con una sevillana en el bolsillo, que termina asesinando a pibe, en julio de 2004, tras una pelea en la emblemática bailanta de José C. Paz, al noroeste del Conurbano. Increíblemente, Andy confiesa su crimen en su diario íntimo.
Esteban Vera