Ed. Losada, año 1960. Tamaño 21 x 15 cm. Traducción de Elsa Tabernig. Estudio Preliminar de Eugenio Pucciarelli. Usado muy bueno, 192 págs. Precio y stock a confirmar.

Por su temperamento y por su formación cultural, Dilthey (Alemania, 1833-1911) es afín al romanticismo. Pero ha pasado por la época positivista que ha impreso en él huellas profundas. Es un romántico que afirma sus pies sobre la tierra. Conserva el don de la comprensión histórica, el entusiasmo estético, la inclinación hacia lo universal; sabe apreciar el alto valor de lo humano y elevar el hecho histórico a significación general, pero le falta la sustancia metafísica que nutría el alma romántica.

Por encima de todas sus restantes inquietudes, triunfa su vocación de historiador. Por ella se lo aprecia como uno de los mejores de su tiempo. Incorpora a la cultura contribuciones históricas tan valiosas como la Vida de Schleiermacher (1870), la Historia de la juventud de Hegel (1905), Cosmovisión y análisis del hombre desde el Renacimiento hasta el siglo XVIII (1891-1900), Estudios sobre la historia del espíritu alemán, y más. Además, sus trabajos filosóficos están llenos de materia histórica elaborada.

Concibe a la historia como una corriente, de la cual surge lentamente un mundo —el mundo de la cultura— cuya estructura y contenido percibimos en los documentos, en los monumentos, en las obras literarias; un mundo que nos envuelve por todas partes y que constituye el escenario de nuestra vida. Pero sería injusto juzgarle sólo como historiador.

En su obra se dan la mano el historiador y el sistemático: la historia es, para él, inevitable introducción de todo esfuerzo sistemático, pero, a su vez, la sistemática debe proporcionar un fundamento gnoseológico a todo saber histórico. La tarea de la filosofía consiste en comprender, reviviendo con una experiencia íntima, la vida del espíritu en su evolución histórica. Su método es por ello bilateral y consiste en el enlace de la historia con el estudio del hombre: historia y psicología o historia y antropología constituyen la base sobre la cual descansa la filosofía de Dilthey.

En el problema de la historia Dilthey se acerca a Hegel. Ambos coinciden en el objeto: la evolución del espíritu en la historia. Pero mientras Hegel se mueve en el terreno de la metafísica, Dilthey procura no alejarse de la realidad empírica. Es cierto que Hegel había subrayado la importancia del dato, insistiendo en la necesidad de atenerse a lo empírico al recoger hechos y acontecimientos, pero, al mismo tiempo, había advertido que el historiador nunca se abandona a lo dado en actitud pasiva, sino que aporta sus categorías y contempla la realidad a través de ellas.

En la historia, según Hegel, reina la razón: las cosas han sucedido racionalmente. El espíritu es la sustancia de la historia; en la necesaria sucesión de sus fases se realiza el progreso en la conciencia de la libertad. En un movimiento autónomo, puramente lógico, de conceptos, se abre camino el proceso histórico en el esquema triádico de la dialéctica. Mundo oriental, mundo greco-romano, mundo germano-cristiano son otras tantas etapas del curso evolutivo de la idea de la libertad realizándose a sí misma: la historia es la «exégesis del espíritu en el tiempo».

Dilthey no puede acompañar a Hegel por este camino. Su disidencia aparece al reclamar una realidad histórica concreta y verse obligado a rechazar la metafísica idealista de Hegel. Quiere emancipar al mundo espiritual de las trabas de la dialéctica que obligaban a violentar el hecho histórico para encajarlo en un esquema al que no siempre se amoldaba con facilidad. Por eso estima como más próximos a la verdad al grupo de pensadores de la escuela histórica, entendida en un sentido amplio: Niebuhr, Savigny, Ritter, Ranke. Dilthey da un decisivo paso hacia adelante, superando a la escuela histórica mediante el examen de los fundamentos gnoseológicos de la historia, y a la vez emancipándose por completo de la dialéctica y de la metafísica idealista de Hegel.

Al propio tiempo Dilthey completa la obra de Hegel. Éste ignoraba el problema del «comprender», es decir, del conocimiento universalmente válido de los hechos históricos, e ignoraba, igualmente, el problema de los valores, inseparable del problema del espíritu. Dilthey no adquirió clara conciencia de este último, pero, en cambio, ahondó el problema de la comprensión. Su esfuerzo representa el fruto mejor logrado de la controversia entre la orientación especulativa y la tendencia empírica, entre Hegel y Ranke.

Indice:

Estudio Preliminar de Eugenio Pucciarelli:
1. El silencio en torno a la obra de Dilthey.
2. Dilthey fragmentario e incompleto.
3. El «sistema» de Dilthey.
4. El método de Dilthey. Conjunción del historiador y el sistemático. Hegel, la Escuela histórica y Dilthey.
5. La historicidad del espíritu. El hombre histórico y el hombre natural. 6. Dilthey frente a Kant.
7. Ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu. El puesto de la psicología. La controversia ideal Windelband-Rickert.
8. La psicología de Dilthey: materiales para el problema de la fundamentación de las ciencias del espíritu.
9. La hermenéutica como fundamento de las ciencias del espíritu.
10. La teoría de las concepciones del mundo y la idea de la vida.
11. Dilthey y el positivismo.
12. Dilthey y la filosofía alemana contemporánea.
13. Bibliografía.

Esencia de la Filosofía, de Wilhel Dilthey:
Introducción.

Primera Parte, Procedimiento histórico para la determinación de la esencia de la filosofía:
I. Primeras determinaciones sobre el contenido general.
II. Deducción histórica de los rasgos esenciales de la filosofía del complejo de los sistemas:
1. Origen y significado del nombre en Grecia.
2. Las formas de la filosofía en los tiempos modernos y su expresión en conceptos.
3. Conclusión sobre la esencia de la filosofía.
III. Términos intermedios entre filosofía y religiosidad, literatura y poesía.

Segunda Parte, La esencia de la filosofía comprendida desde su posición en el mundo espiritual:
I. Incorporación de la función de la filosofía en el complejo de la vida anímica, la sociedad y la historia:
1. Posición en la estructura de la vida anímica.
2. La estructura de la sociedad y la posición de religión, el arte y la filosofía en la misma.
II. Teoría de la concepción del mundo. La religión y la poesía en sus relaciones con la filosofía:
1. La concepción religiosa del mundo y su relación con la filosófica. 2. La intuición de la vida de los poetas y la filosofía.
III. La concepción filosófica del mundo. El intento de elevar la concepción del mundo a validez universal:
1. Estructura de la concepción filosófica del mundo.
2. Tipos de concepción filosófica del mundo.
3. Insolubilidad del problema. Declinación de la autoridad de la metafísica.
IV. Filosofía y ciencia:
1. Las funciones de la filosofía derivadas de la técnica conceptual en la vida de la cultura.
2. La teoría general del saber y la teoría sobre las esferas particulares de la cultura.
3. El espíritu filosófico en las ciencias y en la literatura.
V. El concepto esencial de la filosofía. Perspectiva en su historia y su sistemática.