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Ed. Letra Buena, año 1994. Tamaño 23 x 15 cm. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 208

Por Beatriz Kohen
Enero de 1994

En la Argentina, tanto las Ciencias Sociales en general, como los Estudios de la Mujer en particular, han relegado a las mujeres profesionales a un relativo olvido.

El contexto de un país subdesarrollado, en plena crisis, ha justificado que se privilegien otros temas que, por requerir de soluciones más inmediatas, se tornaron prioritarios. Se entiende así, que las mujeres de sectores populares se hayan constituido en un foco de atención más legitimado socialmente que aquellas provenientes de los sectores medios, como sería, en general, el caso de las mujeres profesionales.

La situación de relativo privilegio en que se encuentran las mujeres profesionales no debe restarles, sin embargo, el interés que, en su propio derecho, son capaces de suscitar.

En las últimas tres décadas, a partir de la obtención de credenciales educativas, se inicia una tendencia de mayor participación femenina en la esfera pública. Participación que, a diferencia de lo que ha ocurrido con las mujeres de los sectores más bajos, se da desde una posición socialmente jerarquizada, a través del desempeño de funciones tradicionalmente reservadas a los varones.

En tal sentido, las mujeres profesionales estarían marcando un hito importante en lo referente a la feminización del mundo público, lo que, sin duda, las convierte en un asunto de interés para todos aquellos que reflexionan acerca del devenir de la sociedad.

Resulta fascinante observar las condiciones en que se produce esta transición, particularmente considerando que, en otras esferas, como la familiar, la centralidad de la esposa madre no se ha modificado en forma concomitante.

Esta nueva participación femenina en el ámbito profesional plantea un sinnúmero de cuestiones, como por ejemplo, y solo con el fin de nombrar algunas de ellas, si realizan un aporte específico a su área de actividad; a qué tipo de presiones están sujetas; de qué maneras compatibilizan sus varios roles; porqué casi no llegan al vértice de la pirámide ocupacional; si se identifican con los problemas de las mujeres; qué es lo que persiguen a través del trabajo profesional y qué es lo que en realidad obtienen…

En un esfuerzo por recuperar este tema del olvido del que ha sido objeto, y con el fin de dejar definitivamente establecida su relevancia, he pensado en reunir una serie de artículos relacionados con las mujeres profesionales. Este tema se constituyó así en el único eje común. Por lo demás, cada contribuyente trabajó desde su perspectiva y experiencia particular, eligiendo aquellos aspectos que, habiéndola involucrado personalmente le resultaron de mayor interés. Pensé en preservar, de este modo, una diversidad de miradas y estilos que tornarían el proyecto más atractivo.

En este sentido, considero que se logró alcanzar ese objetivo, pues cada uno de los artículos revela la particular perspectiva de su autora, así como su forma de acercarse al tema. Se generaron trabajos de características diferentes, algunos de corte testimonial y subjetivo, y otros, de corte más académico: he podido reunir así historias de vida, ensayos e informes de
investigaci6n.

La estructura del libro responde a un orden que no guarda relación alguna con cualquier tipo de valoración acerca de la importancia o calidad de los artículos, y que es en parte lógico y en parte arbitrario. Lógico, pues se inicia con tres artículos que se refieren a las mujeres profesionales en general, para continuar con aquellos más específicos a cada profesión. Arbitrario, pues
en esta segundo parte tomé la decisión de comenzar por las profesiones de tradición más masculina, en las que las mujeres han ido ganando espacios, y continuar con aquellas profesiones de tradición femenina.

Lamentablemente, quedaron en el camino algunas propuestas de interés que, a pesar de estar en proceso de elaboración, por diversos motivos no pudieron concretarse en los tiempos previstos para la realización de esta compilación, como por ejemplo, un trabajo sobre las mujeres profesionales en política, otro acerca de las mujeres en el Poder Judicial y otro referente a la problemática de las profesionales jóvenes. Serán recuperados en un segundo volumen.

Basándose en los hallazgos de una investigación que realizó, en los años ’70, con un grupo de profesionales porteñas, de entre 35 y 43 años, Susana Pravaz elabora una teoría acerca de las estructuras y mandatos familiares, que son fundantes de la identidad de las mujeres de esa generación, constituyéndose en «alternativas necesarias, pero no suficientes en la búsqueda creativa de la propia identidad». Susana trabaja el tema de las funciones del trabajo, en tanto proveedor de identidad, independencia económica, autonomía personal y placer. Señala, además, que el trabajo nos proporciona, a las mujeres, la circunstancia y la capacidad de conectarnos con el propio deseo.

Sin embargo, nos advierte, «liberarse por el trabajo tiene su precio», pudiendo tornarse fuente de alienación y soledad… Parece inevitable que ciertos cambios tengan lugar sin una cuota de dolor, cuando se refieren a aspectos que, como la identidad de género, tiene un arraigo tan profundo en nuestra subjetividad.

En mi artículo, sintetizo algunos de los aspectos desarrollados en la tesis de Maestría, a partir de la investigación realizada con madres profesionales, centrándome en el «ideal maternal». Elegí ese tema por considerarlo un nudo importante en relación con la participación social y laboral de las mujeres.

En nuestra cultura el rol del que las mujeres derivan mayor autoestima es, indiscutiblemente, el rol materno. A pesar de que esta misma cultura define el rol materno en una forma casi excluyente y tiránica, han empezado a circular modelos femeninos que aspiran a trascender más allá del espacio del hogar y la crianza de los hijos. Pensé que, en el marco de esta transición, se delinearían nuevas formas de representarse la maternidad, conjuntamente con una búsqueda creativa de nuevas prácticas que pudieran tornar su
ejercicio menos subordinante. Descubrí, sin embargo, que el ideal maternal asume, entre las mujeres profesionales, formas muy similares al de la sociedad en su conjunto.

Ann Good analiza los conflictos que genera el ejercicio profesional, en relación con los roles familiares de las mujeres, comparando realidades y actitudes de profesionales del Norte de América y de la Argentina, con un énfasis especial en los diferentes roles desempeñados por el Estado y la familia extensa, en tanto apoyo a las madres que trabajan fuera del hogar. Hace
algunos comentarios además, sobre la reciente aparición de nuevas formas de masculinidad, surgidas a partir de las modificaciones de los roles femeninos tradicionales. Ann apunta a la necesidad de registrarlas y analizarlas.

Gladys Abeles nos relata la historia de su trayectoria profesional, a la vez que hace profundas reflexiones acerca de su práctica odontológica y de los diferentes ámbitos institucionales que ha transitado. Se plantea interrogantes muy importantes, que trascienden a la esfera propia de la odontología. Es un artículo que se destaca por el tono de introspección personal que lo caracteriza, rescatando ese «expresarse a partir de la propia experiencia» que me resulta conmovedor, creativo y liberador.

Con un tono también personal, la Dra. Christiane Dosne de Pasqualini, la primera mujer académica de la Argentina, nos cuenta su vida a través de un relato fascinante, al que agrega valiosas reflexiones referentes a las mujeres dedicadas a la investigación científica.

Las historias de vida constituyen documentos de gran valor, que nos permiten, a la vez, observar cómo la historia atraviesa las biografías individuales, e indagar cómo las mujeres, enfrentadas a los dilemas propios de su condición, eligen un curso de acción en aquellos momentos cruciales o decisivos para su futuro. Al permitirnos contar con su propia explicación de porqué han decidido por tal o cual línea de acción, las historias de vida se constituyen en testimonios invalorables.

Alicia Ferreira reflexiona, a su vez, acerca del ejercicio profesional de las médicas, poniendo al descubierto las condiciones de discriminación que deben enfrentar aquellas que desean avanzar en algunas áreas, como las quirúrgicas, y que, junto con la tradicional división de roles dentro de los hogares, coadyuvan para obstaculizar dicho avance.

A partir de una larga y exitosa carrera en selección de personal de alto nivel, Marta Alles analiza una serie de cuestiones importantes con referencia a las mujeres ejecutivas, tales como las relaciones con sus pares varones; los numerosos prejuicios a los que deben hacer frente; la dificultad para moverse en un «mundo de hombres», sin por ello masculinizarse; el estilo de conducción que desarrollan.

Teresa Azcárate pasa revista a las distintas instancias en que la arquitectura desconoce las necesidades propias de las mujeres en el proceso de planificación y diseño de las viviendas. Se trata de un fenómeno bastante paradojal, si pensamos que ellas son consideradas «las reinas del hogar», y además, que por desempeñar allí gran parte de sus tareas son las que pasan más tiempo en sus viviendas.

Teresa brega por la incorporación de un enfoque de género al diseño de habitat, lo que desde ya se constituiría en un valioso aporte femenino al progreso de la arquitectura y al mejoramiento de la condición femenina, en general.

Ana María Daskal analiza el desempeño de la psicología por parte de las mujeres, en un artículo minucioso y apasionado. Ella reflexiona acerca del efecto de los estereotipos de género en la elección de la carrera y en las diferentes vicisitudes que las psicólogas atraviesan a lo largo del desarrollo de la profesión, como por ejemplo, ante la necesidad de ubicarse en el marco de tal o cual línea teórica, o al elegir una especialidad o un supervisor. Ana María aborda el tema de la dificultad para tomar decisiones acerca del desempeño profesional, por que estas ponen en juego toda una trama de vínculos de dependencia, en medio de los cuales ellas están insertas. Decidir con referencia a los honorarios que se desea cobrar, o al montaje de un consultorio, involucra, entonces, un arduo trabajo de estas profesionales consigo mismas.

Ella se detiene en otros aspectos de sumo interés, como las diferencias entre terapeutas varones y mujeres, y las diferencias entre las mujeres psicólogas y otras profesionales mujeres.

En la base de este análisis, hay una firme convicción de que la socialización de género, que estimula en las mujeres, el desarrollo de ciertas cualidades relacionadas con la capacidad de proteger, nutrir, dar contención y empatizar con el otro, las predisponen para la elección y posterior ejercicio de profesiones que, coma ésta, se especializan en tales funciones.

Susana Ruiz y Lidya Heller aportan los hallazgos obtenidos en su investigación con mujeres exitosas en el área de educación, a través de un estudio pormenorizado de las características de su socialización familiar y escolar. Analizan los mandatos provenientes de la familia de origen, y las modalidades de su inserción en la familia actual. Ellas indagan acerca del
signinicado que tienen, para estas mujeres, el ejercicio profesional, la percepción de un ingreso, la actividad gremial, su posición en la familia, los hijos, cuestiones que ilustran con testimonios muy interesantes de las educadoras entrevistadas.

A partir de su trayectoria en el Servicio Social, y de su práctica como terapeuta de Asistentes Sociales, María del Carmen Fondó, señala importantes características que parecen atravesar a las mujeres de esta profesión, relacionadas con la exacerbación del rol materno y la disposición a anteponer el bienestar del otro al propio.

Tales características parecerían explicar tanto la gran predominancia de mujeres en la profesión, su dificultad de encontrar un espacio prestigiado en las instituciones en las que se desempeñan, como la creencia generalizada de que se trata de una profesión «menor».

Como se desprende de su lectura, hay varios temas que atraviesan casi la totalidad de los artículos; la responsabilidad central por la crianza de los hijos y la organización doméstica en manos de las mujeres, tiene efectos indiscutibles sobre sus posibilidades de avance profesional, traduciéndose en una escasa presencia femenina a nivel de los puestos de mayor jerarquía.

La socialización de género determina también un tipo de inserción profesional que se concreta en la existencia de enclaves femeninos; las mujeres han demostrado una cierta tendencia a concentrarse en las profesiones más compatibles con las características personales que nuestra cultura les ha asignado.

Si se analizan las cifras más recientes referentes a la evolución de matrículas y egresos universitarios, podemos ver, sin embargo, que esta tendencia comienza a revertirse, y que muchas mujeres jóvenes están haciendo opciones de carreras menos tradicionales, lo que, sin lugar a dudas, tendrá sus efectos sobre el mercado de trabajo.

Es deseable que estas nuevas generaciones de mujeres, encuentren las condiciones de un provechoso desempeño profesional. Con esto no me refiero solamente a la ausencia de discriminación, sino también, a la posibilidad de imprimir una orientación propia a su trabajo, sin recurrir a estilos masculinos de acción coma forma de hacer frente a la competencia. Eso implica que la voz femenina,(producto de siglos de cultura patriarcal) tan identificada con la empatía, el tener en cuenta y cuidar al otro, pueda ser
escuchada junto a la masculina, trasladándose del ámbito privado de la familia a esferas de acción que, por estar más ligadas al mundo público, cuentan con mayor reconocimiento social, y podrían beneficiarse con el aporte de esta moralidad de cuidado del otro.

Realizar esta compilación ha sido una tarea, sino fácil, enormemente placentera y satisfactoria que me puso en contacto con personas interesantes y reflexivas. Espero que interese y agrade a lectoras y lectores, y que sea generadora de nuevas y variadas reflexiones.

INDICE
Las autoras
Presentación: De mujeres y profesiones
1- «Serás lo que debas ser»: el trabajo como mandato familiar, por Susana Pravaz
2- El ideal maternal de las mujeres profesionales, por Beatriz Kohen
3- La doble lealtad. Las mujeres profesionales y su familia, por Ann Good
4- Profesiones de tradición masculina. Odontología, ¡qué lindo para una mujer!, por Gladys Abeles
5- La mujer en el mundo de la investigación científica, por Christiane Dosne de Pasqualini
6- Las médicas: desarrollo profesional y género, por Alicia Ferreira
7- Arquitectas: revisando prácticas y saberes, ¿en busca de un espacio propio?, por Teresa Azcárate
8- La mujer profesional en un rol ejecutivo, por Martha Alicia Alles
9- Profesiones de tradición femenina
10- Las mujeres psicólogas, por Ana María Daskal
11- Mujeres destacadas en educación: características de su educación y desempeño laboral, por Lydia Heller y Susana Ruiz
12- Servicio social: Una cuestión de género, por María del Carmen Fondó