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Ed. Hiperión, año 2006. Tamaño 20,5 x 13,5 cm. Edición bilingüe inglés/castellano. Traducción, presentación y notas de Manuel Ramos Chouza. Estado: Nuevo. Cantidad de páginas: 136
La corta existencia de Sylvia Plath representa una precisa simbiosis de vida y obra. El lector que se acerca por primera vez a su poesía percibe la intensa vida interior que expresa en sus composiciones y que no es sino fiel reflejo de una existencia marcada por una desgarrada y constante búsqueda de respuestas.
No es menor el impacto que produce el conocimiento de su trágico final, cuando solo contaba 34 años, y aunque la consideración de su obra literaria puede haber estado en su época marcada por una cierta curiosidad morbosa, el paso de los años ha decantado su calidad literaria y la ha convertido en una de las escritoras más apasionantes de su tiempo.
Nació en Jamaica Plain, Massachussets, el 27 de octubre de 1932. Su padre era un destacadísimo entomólogo, especializado en la vida de las abejas y profesor en la Universidad de Boston. Su muerte, cuando Sylvia contaba únicamente 8 años, supuso un verdadero trauma en su vida y en muchos de sus poemas deja constancia de su falta.
Como alumna fue muy brillante, era activa, muy inteligente y solía participar en todas las actividades que implicasen relación con la literatura, aptitudes que le permitieron obtener una beca para realizar sus estudios en el Smith College.
Ya desde niña escribió poesía y siempre sintió un gran preocupación por la publicación de su obra en revistas o periódicos, haciéndoles llegar regular e insistentemente sus poemas y su prosa, y, tras la aparición de varias de sus colaboraciones, consiguió que la seleccionasen para participar en la edición de la revista Mademoiselle, para lo cual viajó a Nueva York durante 1953.
La experiencia fue muy negativa y regresó a casa completamente deprimida, llevando a cabo entonces su primer intento de suicidio, ingiriendo una sobredosis de somníferos. El desenlace fue un intensivo tratamiento que combinaba la psicoterapia y los electro-shock, experiencia terrible que reflejaría más tarde de manera explícita en su novela La campana de cristal.
Aparentemente recuperada, y con una actividad creativa cada vez más intensa, regresó al Smith College y se licenció cum laude, obteniendo además una beca Fullbright, que la llevó a la Universidad de Cambridge en Londres. Allí conoció al poeta Ted Hughes, con quien se casó en 1956. Felices, vivieron unos cuantos años en Boston y regresaron a Inglaterra, donde Sylvia publicó su primer libro de poemas y su primera novela y donde nacieron sus dos hijos, Frieda y Nicholas, además de sufrir un aborto, vivencia que trasladó a su poema Three women.
No habían pasado dos años del nacimiento de su segundo hijo, Nicholas, cuando el matrimonio entró en crisis y su marido la abandonó, quedando Sylvia con sus dos hijos en la casa de Londres sin medios económicos y de nuevo en medio de una fuerte depresión. En las frías madrugadas londinenses la actividad creativa de Sylvia era frenética y entre 1962 y 1963 escribió una parte importante de la obra que al final representaría la madurez de su talento creativo.
Pero en uno de los día más crudos del invierno inglés, el 11 de febrero de 1963, Sylvia, muy temprano, preparó el desayuno para sus hijos y lo llevó a la habitación de ellos, dejándolo al lado de sus camas. Dormidos, no la oyeron. Cubrió con toallas las rendijas de la puerta y volvió a la cocina, abrió la puerta del horno y la llave del gas. Se arrodilló, introdujo la cabeza en el horno y se dejó morir.
Su marido, Ted Hughes, sufrió desde aquel momento, y hasta su reciente muerte, numerosos ataques por parte de los admiradores de la obra de Sylvia Plath, culpándolo de su suicidio por haberla abandonado. No deja de resultar paradójico el hecho de que la mujer por la que Ted Hughes abandonó a Sylvia, Assia Wewill, se suicidase también años más tarde y además de un modo similar.
El escritor británico se convirtió en el editor de las obras de Sylvia Plath, seleccionando, agrupando y publicando la obra de la escritora en sucesivas etapas, labor que también ha sido cuestionada al haber eliminado, por ejemplo, parte de sus Diarios (The Journals of Sylvia Plath), según sus palabras para proteger a sus hijos o bien cambiando la disposición de los poemas que Sylvia Plath había dispuesto para la publicación de Ariel.
En 1998, poco antes de su muerte, Ted Hughes publicó una extensa colección de poemas, Birthday Letters (Cartas de cumpleaños), en la que sin nombrarla explícitamente, los diferentes poemas vienen a representar una especie de diálogo con Sylvia Plath y algunos de ellos tienen incluso el mismo título que los poemas de la escritora.
ARBOLES EN INVIERNO {Winter Trees)
Señala Ted Hughes en el prólogo a los Diarios de Sylvia Plath (The Journals of Sylvia Plath), que la pasión creativa en la obra de Sylvia Plath, intensa, primitiva, incluso violenta, la llevaba ineludiblemente a sacrificar absolutamente todo para producir una obra plena. La fase negativa de este proceso, añade, es el suicidio. La positiva, continúa, es la muerte de una identidad postiza, que la había llevado, como un alquimista, a ir decantando lo superficial de su obra, hasta poder llegar al nacimiento del nuevo yo, ahora verdadero.
Concluye que Ariel y los poemas de la misma época nos hacen llegar la voz de ese yo, que para Ted Hughes, después de haber vivido durante seis años a su lado prácticamente todas las horas del día, nunca mostró a nadie excepto, tal vez, en los últimos meses de su vida, período del que proceden tanto Ariel como Arboles en invierno.
De hecho, en una nota a la edición inglesa de Arboles en invierno, Ted Hughes, como compilador y editor, aclara que los poemas que componen esta obra proceden de la serie de poemas que él, de manera más o menos arbitraria, eligió y que Sylvia Plath compuso en los últimos nueve meses de su vida. Por lo tanto, Arboles en invierno debe considerarse el complemento necesario de Ariel para poder llegar a conocer la esencia de la obra poética de la escritora.
Los poemas que figuran en esta edición inglesa de Arboles en invierno aparecieron en diferentes revistas americanas e inglesas, The Observer, The New Stateman, The Review, Encounter, London Magazine, The New Yorker, así como en las publicaciones The New Poetry, editada por A. Alvarez en la editorial Penguin y en The Art of Sylvta Plath, editado por C. Newman en Faber and
Faber.
Hay tres poemas en esta obra, “Lesbos”, “El enjambre» y “La canción de María”, que aparecieron también en la edición americana de Ariel publicada en 1966 por la editorial Harper & Row. Unos cuantos poemas fueron publicados también en Cristal Gazer y Lyonnesse, dos colecciones de poemas de Sylvia Plath publicados en 1971, en Londres, por la editorial Rambow Press.
TRES MUJERES (Three Women)
Este poema para tres voces fue emitido por el Tercer Programa radiofónico de la B.B.C. el 19 de Agosto de 1962 y su productor fue Douglas Cleverdom. Fue emitida de nuevo por el mismo Tercer Programa el 9 de Junio de 1968. La primera edición escrita del poema fue publicada por Turret Books, con una introducción de Douglas Cleverdon, en una edición limitada de 180 copias en el invierno de 1968. Pasajes del poema aparecieron en las revistas Transatlantic, The Critical Quarterly, The Scotsman y The Quarterly Review of Books.
Sylvia Plath le había comentado a su madre en Junio del mismo año de su emisión que para escribir el poema se había inspirado inicialmente en una película de Ingmar Bergman, aunque dicha influencia parece quedarse únicamente en el tono y en la presentación.
En realidad la composición refleja la experiencia personal de la escritora sobre el embarazo, él miedo a él y el aborto, y en cada una de las Voces se reconoce fácilmente a Sylvia Plath.
La Primera voz representa la de una madre que se siente realizada al dar a luz al bebé que desea tener, confirmando así su misión creativa.
La Segunda voz representa la presencia de la muerte, el aborto, el sentimiento de culpa, un terrible fracaso. Esta voz habla de la sensación de pérdida, de la sangre, de lo terrible que resulta la imposibilidad de fecundar. Recela de las ideas -masculinas- y de las ideologías políticas empañadas por la guerra y la destrucción, convirtiéndose en el heraldo de la muerte, una voz de la que Sylvia Plath nunca logró evadirse. A pesar de ello, en la última estrofa de este drama poético avanza una cicatrizción del dolor gracias al amor de esposa.
La Tercera voz es la que puede ser identificada con la personalidad neurótica de la época de estudiante de Sylvia Plath, horrorizada al ver su imagenen el agua o los espejos. Es la joven que da a luz en el hospital a un bebé, algo para lo que no está preparada, dejándolo allí en adopción tras una terrible experiencia personal.
INDICE / INDEX
I- ARBOLES EN INVNIERNO / WINTER TREES
Arboles en invierno / Winter trees
Niño / Child
Brasilia / Brasilia
Gigoló / Gigolo
Mujer sin hijos / Childless woman
El velo / Purdah
El valor de callar / The courage of shutting-up
La otra / The other
Pararse en seco / Stopped dead
El cazador de conejos / The rabbit catcher
Místico / Mystic
A la luz de las velas / By candlelight
Lyonnesse / Lyonnesse
Talidomida / Thalidomide
Para un hijo sin padre / For a fatherless son
Lesbos / Lesbos
El enjambre / The swarm
La canción de María / Mary’s song
II- TRES MUJERES. POEMA PARA TRES VOCES / THREE WOMEN. A POEM FOR THREE VOICES
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