DVD Zeta, Costa Gavras116Precio y stock a confirmar
DVD Original
Estado: Nuevo
Origen: Francia
Color
Formato: Widescreen
Idioma: Francés
Subtítulos: Castellano
Duración: 122′
Director: Constantin Costa Gavras
Actores: Yves Montand, Irene Papas, Jean Louis Trintignant, Jacques Perrin, François Perier, Charles Denner, Renato Salvatori, Magali Noël, Jean Dasté

Después de realizar dos discretas películas, y a raíz del triunfo en Grecia, durante abril de 1967, del golpe de los Coroneles, Costa Gavras decide rodar “Z”, la novela de V. Vassilikos que denuncia la conspiración estatal que pretendió ocultar, bajo un accidente automovilístico, el asesinato del diputado de izquierdas G. Lambrakis, en 1963.

Para elaborar el guión recurrió al que posteriormente sería su colaborador durante largos años, J. Semprún, que venía de participar con A. Resnais en “La guerre est finie”. La producción del film encontró numerosos inconvenientes, de tal forma que se puso en marcha casi dos años después de lo previsto, tras verse obligados a devolver un adelanto de la United Artists, finalmente se llevó a cabo bajo la producción del actor J. Perrin, trasladándose a Argelia para su rodaje y rebajando todos los participantes considerablemente sus honorarios, incluido el excelente reparto de actores y secundarios con que cuenta.

Cuando por fin se estrenó en 1969, tras el 68 francés, mientras aún se pensaba que la utopía era posible en las sociedades occidentales, (antes del desencanto, del nihilismo y la deriva terrorista que supusieron los años setenta), cosechó un éxito fulminante, si bien no exento de críticas (Cahiers du cinema), que se tradujo en una verdadera lluvia de premios, (Cannes, Oscar). El éxito y su repercusión internacional supusieron una clamorosa condena a la Junta de Coroneles. Con el paso del tiempo se ha convertido en un auténtico hito, que marcó a toda una generación y por el que aún hoy sigue siendo recordada.

Con el fin de plasmar una historia de ámbito universal, la acción transcurre en un país mediterráneo indeterminado, si bien las referencias a Grecia son evidentes. La película comienza con la advertencia de que cualquier parecido con la realidad “no es fruto del azar“, y termina con un breve pero devastador epílogo que muestra la sinrazón y catadura moral de las dictaduras; entre ambos momentos discurre un brillante e ingenioso ejercicio de montaje, que rompe con la habitual linealidad de las películas al uso. Al comienzo asistimos a la inevitable fatalidad que se cierne sobre el diputado, la crónica de una muerte anunciada, e inmediatamente se procede a reconstruir de forma fragmentaria, gracias a numerosos flash backs, esos mismos hechos, mientras seguimos el hilo de la investigación periodística y judicial, lo que claramente emparenta a la película con el thriller, el cine policíaco, o incluso films como “Rashomon” (A. Kurosawa, 1950).

Todo ello discurre con un ritmo trepidante, subrayado por la magnífica música de M. Theodorakis, hasta que el magistrado instructor, verdadero catalizador del film, logra un progresivo desvelamiento de la verdad, una imagen completa y fiel de la muerte del diputado, en realidad un asesinato político auspiciado por las más altas instancias estatales.

La película trata cuestiones que, tanto en el momento de su estreno como hoy en día, son de rigurosa actualidad: el asesinato político, el poder, la corrupción y la manipulación enfrentados a la justicia, la dignidad personal y la democracia, así como el autoritarismo en pugna con la libertad de prensa.