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Ed. Paidós, año 1980. Tamaño 23 x 16 cm. Traducción de Roxana Alemann. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 250
Este libro, encarado en su totalidad desde el punto de vista de un terapeuta, ha sido escrito a instancias de mis alumnos, quienes sostienen que algunos de los procedimientos que empleo van mas allá de la «terapia conductista» convencional. En un principio pensaba titularlo «Más allá de la terapia conductista», pero me señalaron que ello implicaría una ruptura decisiva con esa forma de terapia. En realidad, me baso en gran medida en esta disciplina, pero también utilizo técnicas que por el momento no encajan totalmente dentro de este marco de referencia. Tengo la esperanza de que en poco tiempo mas la terapia conductista amplíe su campo de acción hasta llegar a abarcar todos los métodos descritos en este libro. Por lo tanto, debe quedar en claro que no es mi intención apartarme de la terapia conductista, sino ampliar la base de operaciones que le es propia.
Muchos alumnos familiarizados con mis trabajos escritos manifestaron cierto asombro al verme actuar con mis pacientes. Si bien en mis trabajos anteriores había destacado algunos aspectos, tales como las consideraciones interpersonales y otros factores «no específicos», no hice suficiente hincapié en el grado en que éstos a menudo predominan en mis interacciones terapéuticas. En este libro trataré de explicar en forma detallada algunos aspectos específicos y generales del tratamiento, que mis alumnos y yo hemos encontrado productivos.
El motivo por el cual empleamos técnicas que van más alla de las descritas por Wolpe y Lazarus (1966), por ejemplo, o Wolpe (1969) consiste simplemente en que estos métodos por sí solos a menudo no bastan para lograr resultados duraderos (Lazarus, 1969). Y el hecho de que no todos los procedimientos adicionales empleados estuvieran especificados en mis trabajos anteriores se debió a una falsa apreciación sobre su importancia. Con frecuencia mi interés y mi atención estaban tan firmemente ligados a la terapia conductista que solía interpretar casi todo lo que hacía en términos de E-R. En otras oportunidades cometí el error de considerar los procedimientos adicionales como mera actividad incidental. La mayoría de mis alumnos, como también varios de mis colegas, me indujeron a rever mis criterios sobre lo que tiene importancia (y lo que no la tiene) a efectos de lograr resultados clínicos duraderos.
La finalidad de este libro consiste en llamar la atención a los actuales y futuros terapeutas sobre el hecho evidente de que cada individuo es un ser único y advertirles que la técnica terapéutica que empleen deberá partir de este hecho fundamental. La denominación que a nuestro entender mejor describe este enfoque es la propuesta por el doctor Barton Singer: Psicoterapia personalista, ya que alude específicamente a las diferencias entre los individuos. Difícilmente se logrará que un paciente experimente una mejoría duradera si se pretende obligarlo a abandonar sus respuestas atípicas por medio de una serie de métodos predeterminados por el terapeuta. Hoch (1955), Solovey y Milechnin (1958), Goldstein (1962) y Conn (1968) señalaron que al iniciar el tratamiento los pacientes tienen determinadas expectativas, y que la eficacia de la terapia está estrechamente relacionada con ellas.
Si la actitud y el enfoque del terapeuta difieren en forma notoria del «cuadro ideal» que el paciente se ha formado sobre el psicólogo, es muy difícil que el resultado de la terapia sea positivo. Si los métodos y las técnicas empleados no están de acuerdo con las ideas que tiene el paciente respecto de los procedimientos a los que querría responder y que desearía ver aplicados en su caso, es probable que el resultado final sea un fracaso terapéutico. La orientación que presenta este libro se puede describir como un enfoque «antipanacea»: no está a favor o en contra ni de la introvisión [insight] ni del «descondicionamiento», sino que busca la combinación de técnicas que pueda resultar más útil para las personas que acuden al terapeuta.
En este libro se hace hincapié en las técnicas y no en las teorías. Puesto que constantemente surgen nuevos sistemas terapéuticos, resulta imposible estar al día en este campo. Los teóricos que tratan de integrar diversas hipótesis de sistemas divergentes entre sí, a menudo terminan defendiendo nociones incompatibles. Los que se identifican exclusivamente con una o dos escuelas de pensamiento suelen descubrir que a la larga su devoción les proporciona un rédito cada vez menor. Pero los terapeutas dispuestos a aplicar cualquier técnica cuya eficacia haya sido demostrada empíricamente, sin atender a su origen, logran extraer ingredientes activos de una vasta gama de sistemas diferentes.
Los métodos terapéuticos a menudo resultan eficaces por causas que no son las que tuvieron en cuenta sus inventores o descubridores. El eclecticismo técnico (Lazarus, 1967) no implica una mezcla casual de técnicas escogidas de cualquier modo. Es, en cambio, un enfoque por el cual se insta a los terapeutas a experimentar con métodos que han demostrado ser útiles, en lugar de emplear sus teorías como mecanismos de predicción a priori de lo que tendrá o no resultados positivos en la terapia (Eysenck, 1957). El fundamento de los métodos descritos en este libro halla respaldo en la siguiente afirmación de London (1964): «Por interesante, plausible y atrayente que sea una teoría, son las técnicas, y no las teorías, las que se aplican a las personas. Por lo tanto, el estudio de los efectos de la psicoterapia es siempre el estudio de la eficacia de las técnicas».
He incluido en este libro las versiones mejoradas y pulidas de muchas de las técnicas empleadas y desarrolladas previamente por «terapeutas conductistas» y «modificadores de la conducta», a las que agregué varios procedimientos nuevos. Los métodos y sus efectos son susceptibles de repetición, verificación o refutación, por lo cual deberían atraer a los terapeutas interesados en la experimentación. En general, este libro está dedicado a los profesionales y estudiantes que se interesan por la eficacia de la psicoterapia, pero también es posible que ciertos pacientes encuentren de valor biblioterapéutico algunos de los capítulos e historias clínicas.
Arnold A. Lazarus
INDICE
Prefacio
I- TERAPIA CONDUCTISTA Y PROBLEMAS CLINICOS: RESEÑA CRITICA
Orígenes del concepto «terapia conductista»
Ciencia y psicoterapia
II- HACIA UN SISTEMA DE PSICOTERAPIA FLEXIBLE O PERSONALISTA
Cómo encontrar al terapeuta y la terapia adecuados
La importancia de encontrar el terapeuta adecuado para cada paciente
III- ENTREVISTAS INICIALES
Entrevistas iniciales en individuos extremadamente tensos ^
La entrevista centrada en el problema
Pautas generales para las entrevistas iniciales
IV- PROCEDIMIENTOS VERBALES DE EVALUACION «
La fantasía de la isla desierta
La estrategia del círculo interno
V- METODOS DE DESENSIBILIZACION Y HABITUACION
Algunos informes clínicos
Las consideraciones experimentales frente a las clínicas
Indicaciones y contraindicaciones
Indicaciones básicas para la terapia de desensibilizacion ^
La importancia de la estructura graduada
VI- ADQUISICION DE HABITOS DE LIBERTAD EMOCIONAL
VII- TRATAMIENTO DE LA INADECUACION SEXUAL
Formas de inadecuación sexual
Procedimientos de evaluación
Tratamiento
VIII- LA REESTRUCTURACION COGNITIVA
IX- METODOS DE GRUPO
Reuniones de grupos con orientación personalista
X- LOS PRINCIPIOS DEL APRENDIZAJE PARA EL TRATAMIENTO DE NIÑOS PERTURBADOS
Principios del aprendizaje y terapia infantil
Los principios del aprendizaje y la redución de la ansiedad en los niños
XI- OTRAS TECNICAS EFICACES
La necesidad de contar con técnicas
La naturaleza de las técnicas
Métodos adicionales
Observaciones finales
APENDICE A: CUESTIONARIO SOBRE LA HISTORIA DE LA VIDA
APENDICE B: INFORME DEL PACIENTE SOBRE LA SESION TERAPEUTICA
APENDICE C: INSTRUCCIONES GENERALES DE RELAJACION
BIBLIOGRAFIA