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Ed. Desclée De Brouwer, año 1997. Tamaño 21 x 15 cm. Traducción de Olga Maiz y María Luisa Lupardo. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 250

La psicoterapia está cambiando. En el mundo actual, tal afirmación no parece necesitar ninguna explicación. Vivimos en la era del cambio. En realidad, la mayoría de nosotros estamos tan ocupados tratando de hacer frente a los retos de la vida moderna que muy raras veces nos detenemos a reflexionar sobre el ritmo y la incidencia del cambio en nuestras vidas. Consideremos esta ilustración tan significativa: en el siglo pasado, la persona media nacía, vivía alrededor de 60 años y moría; todo ello en un radio de acción de aproximadamente 15 kilómetros. En el mundo actual, esos 15 kilómetros parecerían muy poca distancia para la mayoría de los viajeros. Aun mas, se espera que el ciudadano medio del siglo XXI, no solo viaje más lejos que cualquiera
de sus antecesores históricos, sino que también se relacione con más ciudadanos del planeta de los que se podría imaginar. Si tenemos en cuenta el desarrollo exponencial de las tecnologías de la comunicación, no resulta irracional pensar que nuestros descendientes interactuaron, en un solo día, con mucha más gente de la que nuestros antecesores pudieron hacerlo durante toda su vida. El ritmo de cambio en el mundo actual -y la complejidad de la identidad personal y de la participación social dentro de dicho mundo- no tiene antecedente en la historia de la humanidad.

La profesión de psicoterapeuta también está cambiando de una forma inaudita. En la primera mitad de este siglo solo existían unos pocos enfoques o aproximaciones a la práctica de la salud mental. Según vamos acercándonos al final de este siglo, se pueden distinguir varios cientos de psicoterapias diferenciadas. Junto a estas diferenciaciones, sin embargo, también se han dado muestras de integración. Así, psicoterapias que procedían de escuelas de pensamientos rivales por tradición, han iniciado unas conversaciones muy productivas acerca tanto de sus similitudes como de sus diferencias. Las batallas ideológicas acerca de cuál era el mejor enfoque, o el más correcto para orientar nuestra vida, han empezado a dar paso a una verdadera colaboración y a un refinamiento, tanto en cuestión de comprensión como de servicios. Es la hora de un desarrollo notable.

El volumen presente se ha dedicado a los avances más recientes en lo que ha venido a llamarse las terapias cognitivas y constructivistas. Aunque las raíces conceptuales y prácticas de dichas terapias podrían remontarse al siglo pasado (y, a otros niveles, incluso a la filosofía clásica), su reconocimiento y difusión en tanto sistemas ideológicos es un fenómeno que data de los últimos 40 años. No obstante, la revolución cognitiva -que se originó alrededor de 1955- fue más que la vuelta a una idea anterior. El estallido provocado por el desarrollo de muchas disciplinas; que empezó a extenderse a todos los campos de la ciencia (y no solo a la psicología) hace 40 años, aun está por llegar a su máximo apogeo.

En 1969, siendo ya un estudiante licenciado, colaboré en un seminario para investigar la situación de desarrollo en diferentes áreas de la psicología. A cada estudiante se nos pidió que escribiéramos un artículo acerca de un tema reconocido dentro de la psicología actual. Yo sugerí una propuesta y la recogí en un artículo titulado «Un Análisis del Procesamiento de la Información de la Modificación de Conducta». Para mi consternación, mi propuesta fue rechazada bajo la argumentación de que no existía suficiente información para «apoyar» un intento de análisis de ese calibre. Escribí un artículo sobre otros temas olvidados, pero no abandoné mi fascinación respecto a la propuesta original. Cinco años más tarde publicaba un libro titulado Cognición y Modificación de Conducta. Ahora, 20 años después, la expansión de la información acerca de la relación entre cognición y psicoterapia, escapa a la capacidad de comprensión de cualquier persona particular. En la actualidad, las ciencias cognitivas y los servicios clínicos están reconocidos como aspectos necesarios en el desarrollo posterior de cada uno.

En 1991, el Dr. Larry E. Beutler me invitó a inaugurar, como editor, una sección especial de la revista Journal of Consulting and Clinical Psychology, con el tema de «los avances recientes dentro de las psicoterapias cognitivas y constructivistas». Esta fue una excelente oportunidad para colaborar con otros profesionales en el campo de una serie de estudios y reflexiones acerca del pasado, presente y futuro de estos enfoques. El volumen actual supone una salida creativa de ese proyecto. Siete de sus capítulos, aparecieron originariamente en forma de artículos dentro de esa sección especial de la revista. Los otros cinco constituyen contribuciones originales que nunca han aparecido en ningún otro medio.

La Parte I la inicio con mis reflexiones personales acerca de los avances teóricos dentro de las psicoterapias cognitivas y constructivistas (Capitulo 1). En él se discuten seis cuestiones principales: 1) la diferenciación entre las teorías del conocimiento racionalista y constructivista; 2) el reconocimiento relativamente reciente de los procesos sociales, biológicos y de personificación, en la terapia; 3) el papel cada vez más importante que se les reconoce a los procesos inconscientes; 4) el interés creciente por los procesos de auto-organización en el desarrollo de la personalidad a lo largo de la vida; 5) el cambio reciente hacia el reconocimiento de la emoción y la utilización de las técnicas experimentales en terapia; y 6) la participación de las terapias
cognitivas y constructivistas en el movimiento de integraci6n dentro de la psicoterapia.

El capítulo 2 constituye un análisis retrospectivo y prospectivo de la modificación de conducta cognitiva, realizado por Meichenbaum. En él, analiza tres metáforas fundamentales que se han propuesto para explicar el papel de la cognición en el cambio de conducta: 1) el condicionamiento; 2) el procesamiento de la informaci6n; y 3) la construcción narrativa. Meichenbaum concluye con una importante revisión de las importantes implicaciones teóricas y prácticas, de la metáfora narrativa en el desarrollo posterior de este campo.

La Parte II está dedicada a la terapia cognitiva. Comienza Aaron T. Beck con sus reflexiones respecto a los orígenes de este enfoque, la trayectoria que ha seguido su desarrollo, así como su maduración en tanto sistema de psicoterapia (Capitulo 3). Cita una impresionante cantidad de datos que documentan la relevancia clínica y práctica de la terapia cognitiva aplicada. Clive J. Robins y Adele M. Hayes realizan un examen crítico de estas aplicaciones clínicas de la terapia cognitiva, así como de sus mecanismos de cambio (Capitulo 4). Dichos autores apuntan que los avances recientes en terapia cognitiva han incluido: 1) La distinción entre los esquemas «centrales» y «periféricos»; 2) una valoración del papel de los procesos defensivos en la evitación de los materiales relacionados con el esquema; 3) un mayor énfasis en la exploración de la relación terapéutica y las relaciones interpersonales en general; 4) un énfasis mayor en el papal de la activación afectiva para la elicitación y modificación de los esquemas cognitivos, y 5) un énfasis más fuerte en la exploración de las experiencias evolutivas que han podido ser significativas en el desarrollo de esquemas inadaptados.

La Parte III está dedicada a la terapia racional-emotiva (TRE). Albert Ellis comienza por reconocer que «va a hacer algo imposible: reflejar el desarrollo de la TRE en unas pocas páginas, comentar cuál es su estado actual, y sugerir algunas direcciones futuras» (Capítulo 5). Describe la TRE inicial como «altamente cognitiva, considerablemente positivista, y muy activa-directiva». Ellis afirma que los avances posteriores en dicho campo y la distinción entre lo que él denomina la TRE general y «de preferencia», fue lo que le empujó hacia unas orientaciones más constructivistas y afectivas. En el capitulo 6, David A. F. Haaga y Gerald C. Davidson escrutinan los supuestos conceptuales y empíricos de la TRE. Reconocen que las revisiones meta-analíticas ofrecen un soporte a la utilización general de la TRE, mientras que las revisiones más cualitativas cuestionan la validez interna y externa de muchas de las investigaciones que se han publicado. Haaga y Davidson concluyen que, en el futuro, es posible que se realice un progreso mayor al examinar las tácticas específicas de la TRE en circunstancias particulares, en lugar de tratar de estudiar sus méritos en tanto un paquete de tratamiento global.

La Parte IV se dedica a las psicoterapias constructivistas. Vittorio F. Guidano comienza ofreciendo un esbozo constructivista de los procesos del conocimiento humano (Capitulo 7). Desde una perspectiva constructivista, se
considera que el conocimiento es un proceso evolutivo en el que los procesos de auto-organización activos y predominantemente tácitos actúan de una forma muy generalizada (penetrante). Guidano propone que la teoría del vínculo de John Bowlby ofrece un paradigma integrador para comprender y facilitar el desarrollo dinámico y re-organizativo del auto-conocimiento. Son estos mismos temas los que enfatizamos y elaboramos H. Martin Miller,
Giampiero Arciero y yo mismo (Capítulo 8). En él se apuntan tres características básicas de las perspectivas constructivistas: un énfasis en los procesos proactivos en el conocimiento, un reconocimiento de la estructura sistémica nuclear (con estructuras profundas) que construyen el contenido y la forma de la «superficie» de las estructuras particulares), y el rol omnipresente de los procesos de auto-organización en el mantenimiento y desarrollo del sistema. En una discusión acerca de las metáforas de almacenamiento para la memoria y la representación mental; se defiende que los enfoques constructivistas ofrecen unas alternativas más prometedoras que los modelos tradicionales de procesamiento de la información.

A continuaci6n Kenneth W. Sewell resume los principales contenidos de la teoría del constructo personal de George Kelly, y discute los puntos de vista teóricos de Kelly concernientes a la distinción entre la cognición y el afecto (Capitulo 9). Basándonos en la investigación que muestra las diferencias en los sistemas de constructo de los adultos con y sin un diagnóstico de trastorno afectivo, Sewell extrapola una serie de implicaciones prácticas. En el Capítulo 10 Oscar F. Gongalves elabora un modelo narrativo de los procesos de conocimiento humano y ofrece un esbozo de lo que él llama psicoterapia cognitiva narrativa. Se utilizan material de diferentes casos para ilustrar los cinco estadios de dicha terapia: 1) el recuerdo de las narraciones personales de la vida, 2) los procesos de objetivación, 3) 1os procesos de subjetivación, 4) la metaforizaci6n de las narraciones, y 5) la proyección de las narraciones. La Parte IV concluye con la valoración que Robert A. Neimeyer hace de las psicoterapias constructivistas, y concluye que la última representa una sofisticación, diversificación y extensión, tanto de la teoría como de la técnica en psicoterapia. El Capítulo 12 cierra el libro con mis reflexiones personales acerca de los contextos y desafíos asociados a las psicoterapias cognitivas y constructivistas.

INDICE
Prefacio
PARTE I, INTRODUCCION
1- Avances Teóricos en las Psicoterapias Cognitivas y Constructivistas, de Michael J. Mahoney
2- Cambios en las Concepciones de la Modificación de Conducta Cognitiva: Pasado y Futuro, de Donald Meichenbaum
PARTE II, TERAPIA COGNITIVA
3- Terapia Cognitiva: Pasado, Presente y Futuro, de Aaron T. Beck
4- Una Valoración de la Terapia Cognitiva, de Clive J. Robins y Adele M. Hayes
PARTE III, TERAPIA RACIONAL-EMOTIVA
5- Reflexiones sobre la Terapia Racional-Emotiva, de Albert Ellis
6- Una Valoración de la Terapia Racional-Emotiva, de David A. F. Haaga y Gerald C. Davidson
PARTE IV, LAS PSICOTERAPIAS CONSTRUCTIVISTAS
7- Un Enfoque Constructivista de los Procesos del Conocimiento Humano, de Vittorio F. Guidano
8- Metateoría Constructivista y la Naturaleza de la Representación Mental, de Michael J. Mahoney, H. Martin Miller y Giampiero Arciero
9- Terapia del Constructo Personal y la Relación entre Cognición y Afecto, de kenneth W. Sewell
10- Psicoterapia Cognitiva Narrativa: La Construcción Hermenéutica de Significados Alternativos, de Oscar F. Gonçalves
11- Una Valoración de las Psicoterapias Constructivistas: Contextos y Retos, de Robert A. Neimeyer
12- Psicoterapias Cognitivas y Constructivistas: Contextos y Retos, de Michael J. Mahoney