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Ed. América, año 1917. Tamaño 18,5 x 12,5 cm. Prólogo de César Lombroso. Incluye 6 fotografías en blanco y negro. Estado: Usado muy bueno. Cantidad de páginas: 402

los-negros-brujos-de-fernando-ortiz405Por César Lombroso
Turín, 22 de septiembre de 1905

Sr. D. Fernando Ortiz

Distinguido abogado:

He recibido su manuscrito, lo he leído y lo juzgo de un interés extraordinario, tanto, que debo rogarle se digne ce¬derme para mi revista, el Archivio di Psichiatría, su estudio acerca del suicidio en los negros, el de la criminalidad afro-cubana y también el del delito de violación de sepulturas.

Me será grato asimismo recibir para el Archivio, la traducción de los trozos más interesantes de su libro y la cesión de ciertas figuras.

Creo acertadísimo su concepto sobre el atavismo de la brujería de los negros, aun en los casos en que se observan fenómenos medianímicos, espiritistas e hipnóticos, pues estos últimos eran también muy frecuentes en la época primitiva.

Sería interesante una investigación acerca de si los brujos presentan fenómenos medianímicos, espiritistas o hipnóticos, p. ej.: hacer mover una mesa, ver a través de los cuerpos, y más. Sería también utilísimo un análisis de las bebidas especiales usadas por los brujos.

Nada tengo que sugerirle respecto a sus futuros estudios de etnografía criminal, como no sea la adquisición de datos acerca de las anomalías craneales, fisonómicas y de la sensibilidad táctil en un determinado número de delincuentes y brujos, y en un número igual de negros normales.

Puede usted servirse de mis pocas líneas como quiera.

Agradeciéndole la consideración que le he merecido y augurándole un feliz regreso a su patria, me suscribo su admirador

los-negros-brujos-de-fernando-ortiz406ADVERTENCIAS PRELIMIMARES, por Fernando Ortiz

Sean mis primeras palabras para testimoniar al señor profesor César Lombroso mi cordialísimo agradecimiento por su benévolo juicio acerca del presente libro, honor éste inmerecido, que no puedo recordar sin emoción muy íntima. Solamente los que profesan con el fervor de los neófitos el credo de una escuela científica, joven, viril y noblemente audaz, pueden apreciar la intensidad del sentimiento de mi gratitud hacia el genio creador de la antropología criminal, por el espaldarazo de iniciación con que ha querido distinguirme armándome caballero de esa triunfadora cohorte de investigadores que lo aclaman sobre el pavés como caudillo y lo veneran como gran maestro.

He titulado apuntes al presente estudio, no por falsa modestia, sino porque, efectivamente, no es sino una recopilación de ellos. La dificultad de las investigaciones positivas en el ambiente del hampa; las relativamente escasas fuentes de estudio, la vastísima complejidad del tema, y mi ausencia de Cuba durante estos últimos tiempos, han impedido que mi estudio fuese más completo y acabado. En él hallará el lector, sin duda, numerosos huecos, muchos problemas no resueltos, otros observados sin la detención deseable y algunos esbozados apenas.

Pero mi trabajo es de muy limitadas pretensiones, y si bien inicia el estudio metódico y positivista de la poliétnica delincuencia cubana, el modesto nombre que por esto pudiera ganarme únicamente se debería a la concomitancia de factores circunstanciales, que no al mérito de mis esfuerzos. No obstante doy a la Prensa mis apuntes, convencido de hacer obra útil, siquiera para alentar el trabajo de plumas mejor cortadas que la mía, que profundicen el estudio de ese campo inexplorado y fecundísimo en preciosas observaciones, cual es el de la mala vida cubana. La etnografía criminal está en sus inicios -especialmente con referencia al delincuente negro se ha hecho muy poco- y Cuba, en donde, en más ó menos cercanas condiciones de ambiente, han podido determinar su delincuencia razas tan diversas como la blanca, la negra y la amarilla, ofrece una vastísima base de estudio superlativamente tentadora. A los cubanos pensadores toca roturarla y hacerle rendir los frutos que la ciencia tiene derecho a exigir de ella y de ellos.

Así como algunos erotómanos hallan en la contemplación de las figuras ilustrativas de los científicos tratados de anatomía descriptiva un incentivo para sus aberraciones sexuales, y algunas personas de impresionabilidad aguda no pueden soportar la descripción de ciertas enfermedades, así hay individuos que buscan en los libros acerca de la mala vida, una fuente de nuevos excitantes para sus vicios, y otros que no resisten su lectura sin sentirse asqueados ante la gangrena puesta en ellos al descubierto.

Aunque decir supersticiosos es decir ignorantes, y éstos ciertamente no se complacen en hojear libros serios, no obstante, convencido estoy de que entre el bien llamado vulgo culto ha de haber alguien que al saber de una obra acerca de la brujería ha de procurarse su lectura por una curiosidad nacida de sus propias supersticiones. Por otra parte, algunos lectores, al recorrer las páginas de este estudio de patología social, no podrán reprimir una mueca de disgusto y hasta dudarán de la conveniencia de sacar a la luz semejantes úlceras de nuestro pueblo.

A unos y otros, a los que aún son supersticiosos y a los que no gustan de escenas repugnantes por la miseria moral que las informa, les recomiendo sinceramente que no pasen adelante en la lectura de mi trabajo. Los primeros no han de encontrar en él esas descripciones literarias de escenas misteriosas y envueltas en el velo de lo tenebroso, que tan profundamente sugestionan sus infantiles mentes, ni han de aprender secretos de la magia doble¬mente negra de los afro-cubanos, ya que me he ceñido a no citar otros hechos y datos que los exigidos para la apreciación sociológica del fenómeno estudiado y en forma que no se aparta de la precisa para servir de base a consideraciones positivas. Para los segundos he procurado disfrazar en lo posible la crudeza de ciertas necesarias observaciones; pero, no obstante, si no sienten afición a esta clase de lecturas, es inútil que intenten la de las páginas que vienen a continuación.

los-negros-brujos-de-fernando-ortiz407Antes de que unos y otros lectores puedan reprochar al autor el haberles engañado acerca del carácter de su obra, se cree éste en el deber de hacer aquí las anteriores advertencias. Después de todo, los supersticiosos no habrán de elevar su mente con la lectura de este libro, ya que la derrota del miedo a lo desconocido y a lo sobrehumano puede producirla tan sólo una sólida cultura integral; ni los impresionables habían de perdonarme el haberles hecho descender conmigo a la observación del legamoso fondo salvaje de nuestro subsuelo social, olvidando quizás que para conocer y apreciar el grado de civilización ética alcanzado, nada mejor que volver la vista hacia los rezagados, hacia los infelices que, impotentes para trepar a un superior nivel moral, chapatalean en los lodazales del vicio.

El autor se cree también en la necesidad de hacer otra aclaración previa. Aunque no puede deducirse de sus afirmaciones, ni siquiera de los datos por él ordenados, una opinión racista que repugnaría a sus convicciones sociológicas, no obstante, quizás del grupo de los que entre nosotros escriben o hablan para el público – especialmente desde las capas inferiores de ese reducido mundo, porque también el intelectualismo tiene su hampa—puede surgir una malintencionada voz que achaque a este libro conclusiones apasionadas y pugnantes con el sano juicio que merece la observación científica de todos los caracteres psico-sociológicos de la población cubana de color.

Sin embargo, el estudio e interpretación del valor real, positivo o negativo, que para la evolución de la sociedad cubana tienen los múltiples y a menudo olvidados coeficientes que han determinado el estado actual de la raza negra en Cuba, de cada día más próspera y asimilable, no significa que los que en tal dirección acentúen sus esfuerzos intelectuales sea inspirados en impulsos bastardos, que serán ciertamente y en absoluto inmotivados.

La observación positivista de las clases desheredadas en tal o cual aspecto de la vida, y de los factores que les impiden un más rápido escalamiento de los estratos superiores, forzosamente ha de producir el efecto benéfico de apresurar su redención social. Así sucedió con los trabajos de los Pinel, los Esquirol, los Morel, etc., sobre los desgraciados locos -que si bien ya no morían como antes con la afrentosa coroza en las hogueras de los autos de fe, eran tratados aún como malhechores, como susceptibles de volverse cuerdos por la pena, según todavía recuerda el refrán popular—, los cuales trabajos el desarrollo de la psiquiatría que hoy exige que los alienados sean atendidos con la afectuosa tutela que merecen los enfermos y los niños. Así como los gigantescos esfuerzos de los Lombroso, los Ferri, los Lacassagne, los Tarde, los Dorado y de toda la falange de criminalistas modernos harán viables los idealismos de la teoría co- rreccionalista, socavarán las inútiles prisiones y abrirán una era de tutelar tratamiento para los cri-minales—infelices que naufragan por la inestabi-lidad del esquife de su organismo, juguetes del en-furecido oleaje del ambiente; inocentes, sin em-bargo, de la defectuosidad del primero, que ellos no escogen al embarcarse para el viaje de la vida, y de la procelosidad del segundo, que ellos no motivan al tratar de fijarse un rumbo sin brújula y sin ti¬monel.

los-negros-brujos-de-fernando-ortiz408Tómense, pues, las observaciones de este libro en el sentido real y desapasionado que las inspira, y rectifiqúense si son equivocadas, y complétense si deficientes, que todo esfuerzo intelectual en pro del conocimiento científico del hampa afro-cubana no será sino una colaboración, consciente ó no, á la hi- gienización de sus antros, á la regeneración de sus parásitos, al progreso moral de nuestra sociedad y al advenimiento de esos no siempre bien definidos, pero no por esto menos nobles ideales que, incuba toda mente honrada y objetiva, polarizados hacia una corrección de la doliente humanidad, para que los egoísmos se refrenen y canalice y los altruismos se aviven, y para que libres de prejuicios étnicos y de aberrantes factores artificiales de selección, la evolución su pero rgánica siga su curso determinado por las fuerzas de la Naturaleza, encauzadas por sentimiento de amor y cooperación universal, que no son todavía tan humanos como nos lo hace creer el orgullo de nuestra especie, demasiado adorme¬cida por las ideas antropocéntricas que la han me¬cido durante tantos siglos. 

Observemos con escrupulosidad microscópica y reiterada —cum studio et sine odio— nuestros males presentes, que la consideración de su magnitud nos producirá la pesadilla que ha de despertarnos más prontamente de nuestra modorra y nos ha de dar valor y fuerzas para alcanzar la bienandanza futura.

INDICE
CARTA-PRÓLOGO
ADVERTENCIAS PRELIMINARES
I- LA MALA VIDA CUBANA
1— Interés especial de su estudio — Componentes étnicos de la sociedad de Cuba. 2- Condiciones sociales de las distintas razas — Su fusión parcial. 3- Fenómeno característico de la mala vida cubana
II- LA BRUJERÍA
1- El fetichismo africano en Cuba — Triple aspecto de la brujería afro-cubana. 2- La religión — Dificultades para su estudio — Dioses de Yoruba — Oloruñ — Los OrishasOhataláShangóIfáYemanyáOsho-oshíOgúnOshúnOrúmbilaOlolúBabayú-ayéDidenaOrisha-okóEshúElegbará — Los Jimaguas — Otras divinidades — Otras religiones — Alá — El culto Vodú — Amuletos — Supersticiones necrófilas — Resumen
III- LA BRUJERÍA (Continuación)
1- El culto brujo — El templo y el altar — Cofradías — Vestiduras — Sacrificios — Música y danzas — Dar el santo —2- La hechicería — Salación, ñeque, embó, bilongo— Limpiezas — Terapéutica bruja — Hechizos amorosos — Hechizos maléficos — Otras supersticiones — Envenenamientos y asesinatos — 3- La agorería — Collar de Ifá — Echar los caracoles — Otros procedimientos adivinatorios
IV- LOS BRUJOS
Brujos y brujas —Su edad — Sus nombres — Su astucia y buena fe — Triple carácter del brujo – Jerga sagrada —Independencia — Otras características — Parasitismo
V- DIFUSIÓN DE LA BRUJERÍA
1- Aparente catolización de los negros — Afinidades entre la religión de los negros y la de los blancos —Despreocupación religiosa en Cuba — 2- Prestigio del brujo hechicero y sus causas — 3- Prestigio del brujo agorero y sus causas — 4- Resumen
VI-
Extracto de las noticias publicadas por la Prensa de la Habana, referentes a varios casos de brujería
VII- PORVENIR DE LA BRUJERÍA
1- Desafricanización de la brujería — 2- El brujo, tipo de la mala vida — Brujos incorregibles y corregibles – 3- Represión actual de la brujería – Necesidad de criterios positivistas – Acción directa contra los brujos – Su justificación – Sus formas – Su extensión – Sustitutivos penales – La instrucción – La religión – Otras medidas profilácticas