Ed. Guillermo Kraft, Colección Vértice, año 1951. Primera edicion argentina, de una tirada de 5.200 ejemplares numerados este es el 4.525. Tamaño 20 x 14 cm. Traducción del inglés con una noticia preliminar sobre autor y su obra por Mariano de Vedia y Mitre (extensión: 125 páginas. Detalle: 1- Samuel Johson. El hombre y el escritor. 2- El hombre y su biógrafo. 3- El escritor. 4- El escritor (fin). Raselas. 5- El doctor Johson y la obsesión de la muerte). Usado muy bueno, 282 págs. Precio y stock a confirmar.

Samuel Johnson (1709-1784) fue una de las figuras literarias más importantes de Inglaterra: poeta, ensayista, biógrafo, lexicógrafo, y considerado por muchos como el mejor crítico literario en idioma inglés. Johnson era poseedor de un gran talento y de una prosa con un estilo inigualable.

Hijo de un pobre librero, Johnson nace en Lichfield, Staffordshire. Se educa primero en la Lichfield Grammar School. Poco después de cumplir los diecinueve años, ingresa al Pembroke College, en Oxford. Pasados sólo trece meses, sin embargo, su pobre situación económica lo obliga a dejar Oxford sin ningún título. Intenta entonces trabajar como instructor y maestro de escuela, pero es rechazado por el director de la Adam´s Grammar School, el reverendo Samuel Lee, encontrando trabajo luego en una escuela de Stourbridge.

A los veinticinco años contrae matrimonio con Elizabeth «Tetty» Porter, una viuda que le lleva veintiún años de edad. En 1737, Johnson, sin un penique, se muda a Londres junto a su ex-alumno David Garrick, y comienza a escribir para The Gentleman´s Magazine, bajo la dirección de Edward Cave. Durante las siguientes tres décadas, Johnson escribe copiosamente: ensayos, poesía, biografías, reportes parlamentarios e incluso el catálogo de la Harlein Library.

Continúa viviendo en la pobreza. Sus trabajos más importantes de este período son quizás el poema London (1738) y Life of Savage (1745). Este último recuenta la vida de un amigo suyo, el escritor Richard Savage, quien había compartido con Johnson su pobreza y había muerto el año anterior. Entre 1747 y 1755, Johnson compone una de sus obras más conocidas, A Dictionary of the English Language. Aunque es muy elogiada e incalculablemente influyente, Johnson no gana mucho dinero de ella, sino tan sólo £1575, por haber tenido que costear el largo proceso de escritura. Durante este tiempo también publica una serie de trabajos casi semanales titulados The Rambler (El divagador).

Generalmente de temática moral o religiosa, estos ensayos son más serios de lo que su título sugiere, y continúan apareciendo hasta 1752. No son muy populares, pero una vez compilados en un único volumen tienen una gran aceptación. La esposa de Johnson muere poco después de aparecer la última entrega, y se vio sumamente afectado por ésta pérdida. Johnson comienza a escribir otra serie, The Idler (El ocioso), en 1758. En 1759 publica la novela satírica Rasselas, supuestamente escrita en dos semanas para pagar el funeral de su madre.

En 1762 recibe una pensión gubernamental de trescientas libras anuales. El año siguiente conoce a James Boswell, su futuro biógrafo. Más o menos al mismo tiempo, en 1764, funda “The Club”, un grupo literario que incluye a Joshua Reynolds, Edmund Burke, David Garrick y a Oliver Goldsmith, entre otros. Para entonces, Johnson ya es una celebridad; en 1765 recibe un doctorado honorífico del Trinity College en Dublín, seguido por uno de Oxford diez años después.
En 1765 conoce a Henry Thrale, un opulento cervecero y miembro del parlamento. Al poco tiempo se hacen amigos, y Johnson se integra a la familia: vivirá con los Thrales los próximos quince años, hasta la muerte de Henry en 1781.

Los diarios y la correspondencia de Hester Thrale son, después del material de Boswell, la fuente de información más importante que hay sobre Johnson. En 1773, diez años después de conocerse, Boswell y Johnson se embarcan en un viaje por las islas occidentales de Escocia, cuyo testimonio queda plasmado en el libro A Journey to the Western Islands of Scotland (1775). (La versión de Boswell, The Journal of a Tour to the Hebrides, se publica en 1786.) Su visita a las tierras altas de Escocia y a las islas Hébridas tiene lugar durante la pacificación posterior a la era jacobina, cuando el sistema de clanes escocés estaba siendo obliterado y la cultura gaélica romantizada.

Durante la década de 1770 Johnson pasa mucho tiempo en Edimburgo junto a Boswell y Lord Monboddo, con quienes se escribe profusamente e intercamba críticas literarias. El último trabajo importante de Johnson es su Lives of the English Poets, proyecto comisionado por un consorcio de libreros londinense. Este libro consiste de estudios críticos y biográficos que sirven de prefacio a diversas antologías poéticas. Johnson muere en 1784, y es enterrado en la Abadía de Westminster. De una gran contextura física, Johnson tenía la vista y el oído muy débiles; su rostro presentaba varias cicatrices, por haber padecido escrófula cuando aún era un niño, y también sufría de varios tics y movimientos involuntarios.

Los síntomas descriptos por sus contemporáneos sugieren que Johnson puede haber sufrido posiblemente de trastornos obsesivo-compulsivos. Tendía a lo que entonces se llamaba melancolía. Johnson era un anglicano devoto y conservador, un acérrimo tory, y un hombre compasivo, que alojó a varios de sus amigos en dificultades económicas. Aunque apoyó la causa jacobita, terminó aceptado la sucesión hannoveriana para la época de Jorge III. Johnson fue un pensador en extremo original e independiente durante toda su vida, lo que explica su profunda afinidad hacia la obra de John Milton, a pesar de la visión tan radical (y para Johnson, intolerable) que tenía Milton en asuntos de política y religión.

Indice: I. Descripcion de un palacio en un valle – II. El descontento de Raselas en el Valle Feliz – III. Las necesidades de quien nada necesita – IV. El principe continua afligido y meditabundo V. El principe medita su fuga – VI. Una disertacion sobre el arte de volar – VII. El principe encuentra a un hombre sabio – VIII. La historia de Imlac – IX. Continua la historia de Imlac – X. Continua la historia de Imlac. Una disertacion sobrte la poesia – XI. Continua la narracion de Imlac. Una reflexion sobre las peregrinaciones – XII. Continua la historia de Imlac – XIII. Raselas descubre los medios de esperar – XIV. Raselas e Imlac reciben una visita inesperada – XV. El principe y la princesa dejan el valle y ven muchas cosas raras – XVI. Llegan a El Cairo y encuentran alli que todos son felices – XVII. El principe se asocia con jovenes alegres y divertidos – XVIII. El principe encuentra a un sabio feliz – XIX. Una ojeada a la vida pastoral – XX. El peligro de la prosperidad – XXI. La felicidad de la vida solitaria. Historia de un ermitaño – XXII. La felicidad de una vida llevada de acuerdo con la naturaleza – XXIII. El principe y su dividen sus trabajos de observacion – XXIV. El principe analiza la felicidad en las altas esferas – XXV. La princesa realiza sus investigaciones con mas diligencia que exito – XXVI. La princesa continua sus observaciones sobre la vida privada – XXVII. Disquisicion sobre la grandeza – XXVIII. Continua la conversacion entre Raselas y Nekayar – XXIX. Continua la controversia sobre el matrimonio – XXX. Al entrar Imlac cambia el tema de la conversacion – XXXI. Visitan las piramides – XXXII. Entran en las piramides – XXXIII. La princesa se ve ante una desdicha inesperada – XXXIV. Regresan a El Cairo sin Pekuah – XXXV. La princesa languidece por verse privada de Pekuah – XXXVI. Pekuah es aun recordado. El proceso de dolor – XXXVII. La princesa recibe noticias de Pekuah – XXXVIII. Las aventuras de Pekuah – XXXIX. Pekuah continua la relacion de sus aventuras – XL. La historia de un hombre sabio – XLI. El astronomo relata la causa de sus sinsabores – XLII. El astronomo explica y justifica sus opiniones – XLIII. El astronomo da a Imlac sus instrucciones – XLIV. El peligro de dar vuelo a la imaginacion – XLV. Conversan con un anciano – XLVI. La princesa y Pekuah visitan al astronomo – XLVII. Llega el principe y plantea una nueva cuestion – XLVIII. Imlac discurre sobre la naturaleza del alma – XLIX. La conclusion. (En la que nada concluye).