Ed. Sudamericana, año 2005. Tamaño 23 x 16 cm. Usado excelente, 544 págs. Precio y stock a confirmar.

Cristina Bajo nació en Córdoba (Argentina) en 1937. Comenzó a escribir de muy chica, pero nunca hizo ningún esfuerzo para publicar. Recién en 1995, sus amigos Javier Montoya y Silvina Rivilli deciden publicar su libro Como vivido cien veces a través de la fundación de Ediciones del Boulevard. Agotó rápidamente cuatro ediciones. Al tiempo, publicó su continuación, En tiempos de Laura Osorio, y una novela del siglo XVIII: Sierva de Dios, ama de la muerte.

Luego recopiló un libro de leyendas para adolescentes, La Señora de Ansenuza y otras leyendas, y otro para niños, El guardián del último fuego. La trama del pasado continúa la saga de los Osorio, iniciada en Como vivido cien veces. Su dedicación a la construcción de una saga que se enrola dentro del género de la novela histórica hacen de ella una escritora singular dentro de la literatura argentina actual.

La protagonista de esta novela es Laura y su historia transcurre entre 1835 y 1838 bajo la sombra del asesinato de Facundo Quiroga en Yaco, un hecho que catapulta el poder de Rosas desde Buenos Aires al resto de las provincias. Laura, muy joven y a cargo de sus hermanos se verá envuelta en situaciones difíciles. Convertida en un “buen partido” por su belleza, su antiguo apellido y su prestigio, deberá enfrentar a un francés advenedizo, Hubert De Bracy, que se ha propuesto conquistarla, y a un aventurero escocés, espía de la Corona Británica, que se enamora de ella aunque teme llegar al compromiso.

Si bien Laura se siente atraída por él, desde niña y calladamente ama a su tío, el comandante Farrell. Por entonces, secretos familiares, ocultos durante años, comienzan a aflorar: ¿Cuantos secretos existirían en la familia, tan guardados que ni sospechaba su existencia? Tía Francisca debía de conocerlos a todos, pero, ¿quién se atrevía a preguntarle?. Obsesionada con aquellas revelaciones, comienza a pensar que la historia de los Osorio se parece al encaje que teje su tía todos los días, ritualmente, antes del rosario:

“Los caprichosos calados le daban significado y el diseño más complejo se formaba con los hilos eliminados de la trama; cada tanto, el nudo con que se sostenía un punto suelto dejaba una cicatriz en el diseño…”.

La trama, que bordea la tragedia, se hunde a veces también en lo mágico y lo sobrenatural. El amor inconveniente de Laura -un gesto fugaz, una breve sonrisa- crece en un contexto de impecable recreación histórica en el que se descubren rasgos nítidos de idiosincrasia de un pueblo, el nuestro, que aún mantienen su vigencia. No sólo es destacable el valor documental de la novela, sino la calidad de la prosa de Cristina Bajo y los giros inesperados de su relato.