Ed. Taurus, año 1996. Tamaño 15 x 24 cm. Versión no expurgada traducida del ruso por Christian Dumais-Lvowski y Galina Pogojeva. Traducción del francés por Cristina Piña. Incluye 43 fotografías en blanco y negro sobre papel ilustración. Usado excelente, 230 págs. Precio y stock a confirmar.

Nacido en Kiev hacia 1888, de padres polacos, el autor fue uno de los bailarines más extraordinarios de todos los tiempos. En 1908 conoció a Sergei Diaghilev, personaje fundamental del teatro y de la danza, director de los famosos Ballets Rusos. Integrando esa compañía, Nijinsky representó El espectro de la rosa y Petrushka, que lo consagraron mundialmente. Más adelante, en pleno apogeo creador, estrenó Daphnis y Cloé, La siesta de un fauno, Juegos y La consagración de la primavera.

Durante una memorable estadía en Buenos Aires se casó con Rómola de Pulszky. Diaghilev –quien mantenía con el bailarín una compleja relación de maestro y amante- no se lo perdonó y rompió definitivamente con él. La separación afectó tanto a Nijinsky que comenzó a sufrir crecientes trastornos emocionales. Durante 1918 su salud mental se agravó y debió ser internado. En esa transición hacia la locura definitiva el bailarín escribió estos Diarios.

Sábado 19 de enero de 1919. Vaslav Nijinsky toma la pluma, abre su diario y comienza a escribir. Una hora después debe presentarse en uno de los salones del Hotel Suvretta de Saint Moritz para bailar en una función de caridad. Su último comportamiento es incoherente y violento. Por eso, además de su médico personal y las enfermeras, ha llegado un enfermero encargado de vigilarlo a toda hora y capaz de dominarlo si es necesario. No lo sabe, pero es la última vez que bailará en público.

“Almorcé bien, comí dos huevos pasados por agua con papas fritas y habas. Me gustan las habas, pero son secas. No me gustan las habas secas pues no hay vida en ellas. Suiza está enferma pues es toda montañosa. En Suiza, las personas son secas pues no hay vida en ellas. Tengo una mucama seca pues es sensible. Piensa mucho pues la han desecado en el otro lugar donde sirvió durante mucho tiempo.

No me gusta Zurich pues es una ciudad seca, hay muchas fábricas y muchos hombres de negocios. Le dije que tomaría postre cuando hubiera comido lo que había en el plato. La pequeña no se resintió conmigo porque sabe que la amo, pero la enfermera fue sensible a lo que dije de otra forma. Creyó que quería corregirla. Ella no se corrige, pues le gusta comer carne. Dije muchas veces que era malo comer carne. No me comprenden. Piensan que la carne es una cosa indispensable. Quieren mucha carne. Después del almuerzo se ríen. Yo estuve huraño después de comer pues siento el estómago. Ellos no sienten su estómago, sienten la sangre impetuosa. Después de comer están excitados. La niña también está excitada. La acuestan porque creen que es un ser débil. La niña es fuerte y no tiene necesidad de ayuda.

No puedo escribir, mi mujer me molesta. Siempre piensa en mis asuntos. No me preocupo por eso. Tiene miedo de que no esté listo. Estoy listo, pero mi estómago sigue funcionando. No quiero bailar con el estómago lleno, por eso no iré a bailar mientras mi estómago esté lleno. Bailaré cuando todo esté calmado y cuando todo haya salido de mi intestino. No tengo miedo a las burlas, por eso lo escribo abiertamente. No quiero bailar porque siento y porque me esperan. No me gusta que me esperen, por eso voy a vestirme.

Me pondré un traje de calle porque será un público de ciudad. No quiero pelearme, por eso haré todo lo que me ordenen. Subiré a mi guardarropas pues tengo muchas ropas y géneros costosos. Me pondré ropas caras para que todo el mundo crea que soy rico. No dejaré que la gente me espere, por eso voy a subir de inmediato».