Ed. New York Graphic Society / Unesco, año 1954. Tapa dura con sobrecubierta. Tamaño 48 x 34 cm. Incluye 32 reproducciones a color en página completa y 5 fotografías en blanco y negro. Estado: Excelente. Cantidad de páginas: 84

«El interés sumamente particular de las reproducciones reunidas en este volumen tiene su sustento en que ellas pueden ayudarnos a conocer la cara de numerosos géneros del arte cuyos originales se pierden en la noche de la prehistoria.

Estos dibujos de Australia, tanto como sus prototipos prehistóricos, merecen el nombre de arte por al menos dos razones. Charles P. Mountford, quien conoce íntimamente los originales, subraya que estos dibujos manifiestan la fuente de la forma que está en la base de toda creación artística, así como también dice que ellos son «compuestos». Es a partir de la psicología que se puede decidir si esta fuente de la forma es algo más que la proyección de la «gestalt» perceptual del artista: pero toda composición artística, en la medida en que ella es espontánea, está determinada por el acto de la percepción. «Sentido intuitivo de la forma» y «gusto de la armonía» son dos fórmulas intercambiables para designar un modo de apercepción esencialmente automático.

La segunda razón que tenemos para incluir estos dibujos en la categoría de obras de arte es tan simplemente la calidad del placer que ellos nos dan al verlos: hojeando este álbum el lector atento extraerá el juego que estas imágenes suscitan en sí evocando con sorpresa los nombres de artistas modernos -Braque, Klee, Giacometti, Wilfredo Lam. Sin duda hay en tales relaciones ciertas cosas especiales; porque los artistas que acabamos de citar tienen ellos mismos, bajo formas diversas, la influencia del arte primitivo.

El interés particular que este libro ofrece para el estudio de las culturas reside en el hecho que reproduce, de manera suficientemente completa, el modo de vida y las creencias mágicas del hombre prehistórico. Existe entre las culturas diferencias importantes debidas al clima, al medio y a las condiciones económicas; pero el arte prehistórico es, en sí mismo, y por las mismas razones, pleno de variedad e incluso de matices. Para sólo citar los tres grupos principales, tenemos el arte vitalista del paleolítico, el arte geométrico del neolítico y el arte «haptique», para retomar la palabra del Riegl, quien encuentra este arte en la España oriental y en Africa del Norte.

Las pinturas rupestres de la España oriental o del Levante, que se atribuyen generalmente a la época mesolítica o neolítica, parecen constituir un tramo de unión entre la prehistoria y la historia. Y las pinturas rupestres de Africa del Norte, consideradas muy probablemente neolíticas, se sitúan por su estilo en la misma línea que las pinturas rupestres mucho más recientes de los Bosquimanos.

De estos tres tipos de pinturas históricas solamente dos están representados en la pintura de los aborígenes australianos; aquel que nosotros hemos denominado «haptique» y el de tipo geométrico. El tercero, el tipo vitalista, que se encuentra en las pinturas de animales de Altamira y Lascaux, está totalmente ausente.

Una población que caza el bisonte y el reno a través de la estepa glaciar y que halla periódicamente refugio en el fondo de las grutas no produce el mismo arte que una población que persigue canguros a lo largo de la apabullante extensión del desierto.

Las condiciones asociadas al arte primitivo bosquimano no son diametralmente opuestas a aquellas que contribuyeron a producir las pinturas australianas; son fuertemente semejantes a aquellas que acompañaron en la época neolítica la aparición del arte geométrico en países como Egipto, China o inclusive América Central.

Las producciones del arte bosquimano y levantín -generalmente escenas de caza- presentan ese carácter estilístico que hemos calificado de «haptique». Las deformaciones impuestas al cuerpo en las que se traducen sensaciones musculares o somáticas como las piernas del corredor en acción de estirarse del mismo modo que el brazo del lanzador de jabalina; cada línea contribuye a expresar la acción puesta en juego. La pintura reproducida en la plancha VIII es un ejemplo magnífico de este expresionismo «haptique» y soporta la comparación con las pinturas rupestres que se han hallado en la provincia de Castellon, en la España oriental. La afinidad que existe entre las diversas formas del arte geométrico es evidente. Pueden diferir en los objetos decorativos: en algunos casos son rectangulares y en otros esféricos.

Finalmente, es de destacar el carácter mágico de estas pinturas. La magia original de estas obras es inaccesible en lo que refiere a la significación que ésta tenía para los aborígenes australianos. Sí es evidente que guardan un sentido arquetípico que atraviesa todos los pueblos y todas las razas.

Si bien es imposible para el artista moderno resucitar en su autenticidad esta magia primitiva, al menos podemos contemplar estas imágenes con fascinación y sentir correr en nuestro interior un vago friso de lo que puede haber sido el terror primitivo».

De la Introducción, por Herbert Read

Indice:

-Introducción, por Herbert Read
-Un artista aborigen de hoy trabajando
-Aborígenes ante una gruta, Obirí, parte occidental de la Tierra de Arnhem
-Aborígenes modernos y pinturas rupestres antiguas en Tierra de Arnhem
-Prefacio por Charles Mountford
-Preparación de un joven aborigen con vistas ala ceremonia de la circunsición. El dibujo abstracto en rojo, amarillo, negro y blanco, que le han pintado bajo su pecho, indica el grupo totémico al que pertenece
-Guardián de una antigua tradición en un país antiguo

Pinturas rupestres de la Tierra de Arnhem
1- Grupo de espíritus Nalbidji de dos sexos, Unbalanya Hill
2- Espíritus Mimi y tortuga de mar, Cannon Hill
3- Friso que representa los espíritus Mimi que corren armados de jabalinas y un lanza-jabalinas, Obirí
4- Grupo de hombres y mujeres Nalbidji cazando un canguro, Unbalanya Hill
5- Grupo de espíritus Mimi de cuerpos esbeltos, Inagurdurwil
6- Espíritus Mimi portando armas y corriendo, Inagurdurwil
7- Espíritu Mimi llevando jabalinas y un lanza-jabalinas; una bolsa está suspendida en su cuello y tiene en la mano un abanico de plumas de ganso, Obirí
8- Grupo de cuatro mujeres que corren, Unbalanya Hill
9- Tres peligrosas mujeres-espíritus Namarakain, Cannon Hill
10- Grupo de espíritus malignos Mamandi, Inagurdurwil
11- Mujer-espíritu Mimi y pez-gato, Unbalanya Hill
12- Ceremonia aborigen. A la izquierda, un hombre sopla en una trompeta de madera mientras que otro hace crujir dos junquillos, uno contra otro. El resto del grupo baila, Cannon Hill
13- Aborigen persiguiendo el espíritu maligno Adumgun, Unbalanya Hill
14- Espíritus Mimi de dos sexos portando armas, Inagurdurwil
15- Fragmento de friso representando hombres y mujeres corriendo, Unbalanya Hill
16- Representación «radioscópica» de un pez, Obirí