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Ed. Candelabro, año 1954. Tapa dura. Tamaño 23,5 x 16 cm. Estado: Usado muy bueno. Cantidad de páginas: 762
Por Moisés Kitrón
Tel Aviv, agosto de 1954
Existe un pueblo que nunca pasó de ser una fracción cuantítatívamente insignificante en el conjunto de las naciones, y que durante 1877 careció de independencia política y de centro demográfico estable. Pero ha dejado huellas por todos los senderos de la humanidad. Los anales y las literaturas de muchos pueblos se ocupan de él, rara vez con suficiente comprensión, mas nunca con indiferencia. Lo conocen los habitantes de setenta países, pues está desparramado por todo el orbe. Cualquier suceso relacionado con este pueblo repercute en el mundo entero, como si se tratara de una grande nación.
Este pueblo está ligado por lazos imponderables pero sorprendentemente firmes, a un país cuya superficie no llega a la de una provincia mediana de un Estado de regular dimensión. En el transcurso de 3500 años, el país fue invadido, conquistado, poblado y despoblado por quince naciones e imperios, y durante el último milenio fue reducido a extrema pobreza y aridez. Pero en este país nacieron dos grandes religiones, y de sus enseñanzas se nutrió otra gran religión. Dos terceras partes de la humanidad conocen íntimamente los nombres de Jerusalén, Sión, Judea y Jordán y por lo menos la mitad de los hombres sobre la tierra veneran estos lugares. El mundo contempla esa región a través de un potente lente, nunca en proporción a su superficie o riquezas.
Tal pueblo tiene en esta tierra, durante las últimas décadas, un vigoroso líder de mundial renombre.
De ignorado obrero idealista, adepto a ideas singulares y utópicas, se convirtió en jefe de un Estado independiente. Más todavía: participó activa y destacadamente en la formación de ese Estado y en la conquista de su independencia. Autodidacta, oriundo de un pueblo de Polonia, llegó a ser un profundo pensador, cuya opinión es escuchada con respeto e interés por las prominentes personalidades de la época. Nacido judío, vale decir ciudadano de tercera clase, bajo el régimen del Zar, e inmigrado a la Palestina otomana con la prohibitiva «boleta colorada» por pasaporte, supo independizarse de los complejos, las deformaciones anímicas y la morbidez inherente al «galut», para convertirse en el judío integralmente libre y soberano en su propio país, mucho antes de haberse pensado siquiera en un pasaporte israelí.
La descomunal combinación de cualidades que componen el genio, la extraordinaria trayectoria individual que plasma un símbolo colectivo y adquiere contornos de notable fenómeno histórico, colocan a David Ben Gurión entre las grandes figuras de una época que pretende ser de las amplias masas populares, pero en la que grandes imperios y regímenes enteros llevan los nombres de personalidades cumbre.
Este libro es un atrevido intento de ofrecer al mundo hispanoamericano una selección de los artículos y discursos más característicos de David Ben Gurión. Osado intento, por varias y fundamentales razones. El compilador responsable por la selección del material cree que la transposición de estas dificultades será la mejor manera de presentar la edición, ya que se deben a ciertas características de Ben Gurión y de su obra.
a) Los once tomos de sus ensayos y discursos ya editados, que abarcan el período —tentados estamos de decir, los períodos— entre los años 1916-1953, constituyen una unidad orgánica. A pesar de la diversidad de temas, situaciones y problemas, giran alrededor de una idea central única y constante: la independencia del pueblo judío en su patria histórica. De ahí que la repetición, a evitarse en lo posible en una compilación abreviada, es muchas veces inevitable para la justa comprensión del hombre y de su trayectoria. La diversidad de temas dilata los límites de lo mínimo imprescindible. La elección es problemática, la selección asaz difícil.
b) Pocos líderes populares han sabido concentrar toda su atención, todas las fuerzas de su alma, intelecto y genio en un problema determinado, decisivo y central en un momento dado. Pocos como él han sabido apoyarse en todo momento en el acervo cultural y la experiencia histórica de un pueblo cuyos anhelos registran 3500 años de existencia ininterrumpida a través de civilizaciones, imperios y continentes desaparecidos y subsistentes. Ben Gurión sabe presentar un problema inmediato a la luz de un pasado lejano, fundamentar una medida organizacional o una posición política con ejemplos y razonamientos de épocas pretéritas, emplear como argumento en un debate actual la visión del profeta a la par con la deducción del sabio moderno y del estadista contemporáneo. La Biblia es su preferido libro de citas. No se apoya en la revelación divina, no recurre a un grandioso momento literario; simplemente, apela a un documento cuya validez es inobjetable. Al mismo tiempo, no trata suceso actual alguno sin ubicarlo como anillo en la gran cadena de la evolución histórica de la humanidad en general, de su pueblo en particular. De este vastísimo mundo intelectual y emocional, ¿cómo entresacar lo más importante, lo más característico?
c) El incomparable ascendiente de Ben Gurión sobre la población judía de Israel y, por irradiación, sobre el pueblo judío en el mundo, no se explica por una de las numerosas facetas de su personalidad, ni por algunas de éstas, sino por su conjunto, su totalidad. Obrero y estadista, profundo pensador y enérgico organizador, asiduo admirador de la filosofía griega y jefe de la guerra de liberación, socialista militante y líder nacional, político hábil y excelso educador, interesado en la mística budista y atento a los problemas administrativos del nuevo Estado de Israel, es el hombre en quien el pueblo deposita su fe, pues siente que precisamente esta multiplicidad de forma y de contenido es la que mejor cuadra al hombre destinado a preparar el advenimiento de la independencia y a encabezar el joven Estado en el proceso de su formación primaria. Hemos querido «presentar” de todo un poco, de cada faceta un rasgo por lo menos.
d) No existen, para Ben Gurión, períodos distintos para la acción y la teoría, no hay límite preciso entre el prceso intelectual y la diaria labor de realización. El hecho concreto es explicado a la luz de las necesidades nacionales y sociales del pueblo tomado en su conjunto. Las premisas ideológicas y los postulados de la doctrina sionista-socialista se someten al constante control de la realidad circundante y son examinadas desde el punto de vista de la estrategia de la realización. Es por ello que la exposición de ideas está entrelazada con la polémica sobre la táctica del movimiento sionista y de la clase obrera judía. La ecadenación de los artículos y discursos de Ben Gurión refleja el devenir histórico del pueblo judío durante los últimos 40 años. Para quienes desconocen los detalles de este apasionante capítulo de historia habría que agregar una serie interminable de glosas y aclaraciones, hasta deformar el volumen y el aspecto del libro. La eliminación exagerada de los detalles, nombres propios y referencias, le quitaría a la selección el incomparable sabor de actualidad palpitante e historia viva, tan característica de las obras de Ben Gurión. Hemos tratado de buscar la síntesis de los dos métodos, sopesando cada enmienda y glosa.
e) Hay que tener presente que las obras ya editadas de Ben Gurión no presentan, en modo alguno, un ciclo completo, cerrado.
El mundialmente conocido retiro a “Sde Boker» parece expresar la vuelta del hombre al punto de iniciación jalutziana, hace 46 años, en Sedyera; el retorno hacia el duro trabajo preparatorio de colonizar una nueva comarca del país judío (Galilea entonces, el Neguev ahora). La similitud es obvia, pero el que deduce que el ciclo se haya completado está en un error. No sabemos en qué preciso instante el arquitecto del Estado será llamado de vuelta para dirigir el edificio por él construido, no conocemos exactamente qué formas y derroteros tomará su labor al reaparecer del retiro, que en ningún momento es ni puede ser absoluto. Los problemas de la joven generación, la población del Neguev, la continuidad del movimiento sionista y de la Aliá son los asuntos de capital importancia y actualidad que constituyen la doble vía de comunicación entre el hombre de Sde Boker y la totalidad de Israel. El pueblo está atento a la voz del líder, en la firme convicción de que Sde Boker es otro capítulo, nada más, de esta extraordinaria vida.
Por honestidad intelectual, el traductor confiesa no haber podido resolver las dificultades expuestas —en la medida en que lo fueron- con demasiada objetividad; confiesa ver, escuchar y leer a David Ben Gurión con una mezcla nada “científica» de admiración, confianza, afinidad ideológica y disposición a dejarse arrastrar por su recio espíritu de combate. Sirva de justificación para esta actitud no objetiva el hecho de ser compartida por centenares de miles de ciudadanos de Israel, expresión de la “vox populi”, que al final de cuentas siempre es «vox Dei».
Por otra parte, al releer el material, predicciones, análisis y anunciaciones, que en su tiempo parecían pura fantasía e ilusión, el traductor encontró que constituyen ahora la concreta realidad. El lector comprobará, a su vez y a su manera, este don de casi profecía, proveniente sin duda de la síntesis de un fervoroso idealismo y de una enorme capacidad de análisis político-histórico. Leerá proyectos muy concretos, muy 1954, sobre la colonización del Neguev, escrito en el año 1919, y la previsión de la actitud de las grandes potencias fechada en plena incertidumbre de la segunda guerra mundial.
INDICE
TOMO I
Palabras de Introducción
Prologo
I- En Judea y Galilea
Mi llegada a Eretz Israel
Iniciación en Judea
En Galilea: Sedyera
Los primeros Guardianes Judíos
El Pastoreo Nocturno
Riñas y Asaltos
Sombras Negras
II- Política Sionista
Como se Adquiere un País
Los Mandamientos de la Revolución Judía
La Voz de Israel en su Patria
-El Estado Judío
-Israel
III- Derroteros de la Colonización
Capital Sionista
Los Peligros del Capitalismo
Aliá es Colonización
Capital Nacional y Privado
Nuestro Método de Acción
IV- Pueblo Trabajador
Hajshará Jalutziana
Hacia el Mar
La Sociedad Obrera
V- El Obrero en la Realización Sionista
Los Obreros y Eretz Israel
La Misión Nacional de la Clase Obrera
A quién Representamos
El Obrero y el Sionismo
VI- Nosotros y los Arabes
Frente al Futuro
La Política Sionista del Pueblo Judío
Frentes de Lucha
De la Unificación
VII- Contra el Libro Blanco
Llamado a la Juventud
La Lucha por Nuestra Liberación
Política Sionista
Terrorismo o Combate
VIII- La Segunda Guerra Mundial
En el Umbral de la Guerra
Ejército Judío
Objetivos Políticos
IX- Por el Estado Judío
Misión y Trayectoria
Unidad e Independencia
La Fundación del Estado
Seamos Dignos de la Gran Obra
X- La Guerra de Israel
Problemas de Seguridad y Defensa .
Cuatro Meses de Lucha
El Buque “Altalena”
Frente al Porvenir
A Modo de Resumen
De los Hijos que cayeron
La Guerra de Israel
Glosario
TOMO II
I- En la Patria Libre
Primer Aniversario de la Independencia
¿Constitución o Leyes?
La Ley de Retorno, la Ley de Ciudadanía
Jalones en la Ruta
Quinto Aniversario de la Independencia
El Camino al Mar Muerto
II- Por la Libertad y la Justicia
Misión Impar
Sobre las Huellas de Débora
El Juicio de Praga
Problemas de Política Exterior y Seguridad
III- Vida de Espíritu
La Revolución Intelectual
Valores del Espíritu
Educación Estatal
Bandera Nacional y de Clase
IV- El Movimiento Obrero y el Estado
Jalutzismo Permanente
Nuestra Trayectoria en el Estado
Misión de la Obra Jalutziana
A los Socialistas de Asia
Hacia la Cumbre
V- Personalía
Benjamín Zeev (Teodoro) Herzl
Ante la Muerte del Presidente Weizmann
Elieser Kaplán
El Ministro David Zví Pinkas
Un Presidente de Israel
Jaim Arlozorov
VI- Lo Eterno de Israel