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Ed. Humanitas, año 1991. Tamaño 21 x 14 cm. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 194

El 777 es una Obra Magna de Crowley, que él mismo cultivó hasta los últimos años de su vida. El 777 nació como un breve diccionario de ceremonial mágico, pero con los años se fue convirtiendo, gracias a las constantes aportaciones de Crowley, en un Gran Diccionario mágico, místico, simbológico y comparativo de las diversas tendencias religiosas, esotéricas y filosóficas.

El 777 refleja los diversos viajes y estudios de Crowley a través del mundo, en busca de las correspondencias del pensamiento religioso humano, lo que hace parecer las obras de muchos de sus contemporáneos como simples trabajos de aficionados.

Crowley no se conformó con las enseñanzas de las Ordenes Rosa Cruces, Masónicas y Teosóficas de Occidente. Ni se conformó con las pálidas experiencias astrales de los Maestros Europeos. Crowley verdaderamente fue más allá del acomodado pensamiento occidental,
entrando en una plena madurez física y esotérica, liberándose de los lazos y las influencias de su aburguesada Inglaterra.

Crowley se atrevió a tratar los Simbolos Fálicos de la Kabbalah, sin el velo del falso pudor que envolvía a sus contemporáneos. Las críticas y los rechazos no se hicieron esperar, pero con el tiempo demostró tener la razón. Su descalificación kabbalística del Cristo fue un paso arriesgado pero certero, y su inicial egocentrismo se convirtió en autoridad y sapiencia, porque descalificaba al mito y a la leyenda del Cristo, pero no descalificaba ni la idea cristiana ni el valor de su esencia.

El prefacio que él mismo a su obra fue omitido en muchas de las ediciones que se han hecho al 777, pero nosotros lo reproducimos en toda su extensión. Fue omitido principalmente por la crudeza de su lenguaje, poco acorde con las mentalidades timoratas, y porque su crítica parece ir más allá de lo puramente esotérico.

Ustedes mismos juzgarán si sus palabras son demasiado duras. Pero lo más importante e interesante serán sin duda sus tablas de correspondencias, que Crowley, eterno investigador de lo Oculto, jamás terminó de completar. Si Crowley hubiera vivido más tiempo seguramente tampoco hubiera completado del todo el 777. Para ello hubiera tenido que viajar al pasado y encontrarse con Buda, Confucio y Mahoma en persona. Además, cada día iría encontrando pensamientos y correlaciones religiosas y esotéricas para incluir apropiadamente en su obra.

PREFACIO ORIGINAL DEL 777, por ALEISTER CROWLEY

Lo que viene a continuación es un intento de sistematizar los resultados y las correspondencias místicas de las religiones comparadas.

El escéptico aplaudirá nuestras labores, porque la verdadera catolicidad de los símbolos niega en ellos una validez objetiva, a menudo se cae en contradicciones, muchas de las cuales son falsas; por su parte el místico se regocijará por la misma catolicidad que probará su verdadera validez, encontrando que después de todo hay algo cierto.

Afortunadamente hemos aprendido a combinar estas ideas, y no en la mutua tolerancia de los sub-contrarios, sino la afirmación de los contrarios, que trascienden las leyes del intelecto que enloquece al hombre ordinario, y el genio de los Superhombres que han llegado a golpear muchos de los temores de nuestro entendimiento. El salvaje que no puede concebir el número seis, el matemático ortodoxo que no puede concebir la cuarta dimensión, el filósofo que no puede concebir el Absoluto; todos estos son uno solo; todos debían haber sido impregnados con la Divina Esencia del Fálico Yod del Macroprosopus, y han dado a luz sus ideas. La Verdad (hemos de estar de acuerdo con Balzac) reside en lo Absoluto; nunca llegaremos a ella; pero en el viaje se encuentra el gozo. ¿No soy mejor que un estafilococos porque mis ideas permanecen encadenadas?

Nosotros disgregamos.

Los últimos intentos de tabular el conocimiento se encuentran en la Kabbalah Desvelada de Knorr von Rosenroth (un trabajo incompleto y prostituido, en algunas partes, al servicio de la interpretación dogmática), en el simbolismo perdido de la Bóveda en la que, según se dice- Christian Rosenkreutz fue enterrado, en algunos de los trabajos del Dr. John Dee y de Sir Edward Kelley, en
las imperfectas Tablas de Cornelio Agrippa, en el «Arte» de Raymond Llull, en algunas de las artificiales efusiones de los Teósofos Esotéricos, y en los últimos años de conocimiento de la Orden de la Rosa Rubí y la Cruz Dorada y de la Orden Hermética de la Golden
Dawn. Desgraciadamente el espíritu que guió a dichas sociedades se basaba en la plegaria: «¡El whisky nuestro de cada día dánoslo hoy, y un poquito de suerte por lo menos!», a lo que se respondía «Cuando nos déis nuestra lectura de conocimiento diario».

Bajo estas circunstancias Daath se mezcló con «Dewar», y Beelzebub con «Buchanan».

Pero incluso los mejores de estos sistemas son extremadamente torpes; los métodos modernos tienen la capacidad de concentrar para nosotros la sustancia de veinte mil páginas en dos pantallas.

El mejor de los intentos serios de sistematizar los resultados de la Religión Comparativa los hizo Madame Blavatsky. Y aunque ella tuvo un genio inmenso para recopilar factores, no fue tan hábil para seleccionar los esenciales.

Grant Allen hizo diversos experimentos en esta línea; algunos de los polémicos racionalistas; pero el único hombre digno del que tenemos noticias es Frazer, de la Rama Dorada. Sin embargo, carece de tabulación; para nosotros no es más que un encantador sacrificio literario, e incluso de cierta exactitud, pero que dejó fuera el único gran punto.

La causa del sectarismo humano no está dada por el pensamiento, sino por el habla; y ésta es una de las cosas que deseamos remediar.

Cada nueva secta agrava la situación. Especialmente las Sectas Americanas, groseras, crapulosas e ignorantes de cualquier rudimento del lenguaje humano, que a la altura de su mestizaje se posan sobre pútridos huesos de su decadente mono parlante, y claman y lloran con horribles gritos y aullidos.

La prostituta mental, la Sra. Eddy (por ejemplo), habiendo inventado la idea que la gente ordinaria llama «Dios», cristianizó esta «Mentalidad», y entonces afirmó una serie de proposiciones, que eran sólo verdades de «Dios», según su «Mentalidad», toda historia, dispepsia y locura Amurka para los oídos. No objeto a las personas que discuten las propiedades de los triángulos de cuatro
lados; pero escribo una línea cuando ellos utilizan una palabra conocida como cerdo, respirador mental, o chiquero, para denotar el objetivo de sus paranoicos fetichismos.

Incluso entre los filósofos serios la confusión es demasiado grande. Porque términos como Dios, el Absoluto, o Espíritu, tiene docenas y docenas de connotaciones, de acuerdo al tiempo y al lugar de la disputa, y a las creencias de los disputantes.

Hay suficiente para que estas definiciones e interpretaciones se cristalicen, incluso a expensas de cierta exactitud filosófica aceptada.

Las principales fuentes de nuestras tablas han sido los sistemas tradicionales y filosóficos mencionados arriba, y también entre muchos otros, los de Pedro de Abano, Lilly, Eliphas Levi, Sir R. Burton, Swami Vivekananda, y los sistemas clásicos hindú, budista y chino, así como el Corán y sus comentadores, y el original Libro de la Muerte. Los sistemas chino, hindú, budista e islámico nunca antes habían sido expresados en línea con la Kabbalah; el Tarot nunca se había hecho público.

Eliphas Levi conocía las atribuciones verdaderas, pero se olvidó de utilizarlas.

Todo este secretismo es bastante estúpido. Un Arcano indecible es un arcano que no puede ser revelado. Es simple mala fe el tratar de asustar a un hombre con las más graves penas y condenas si él los traiciona, etc., etc., y entonces le llevan aparte y le confían el alfabeto hebreo para que lo esconda y lo mantenga a salvo. Esto es simplemente ridículo; y es una ladina impostura el pretender que han encontrado el Arcano en los manuscritos Rosa Cruces que se encuentran en el Museo Británico. El obtener dinero por estos medios, como se hace en ciertas sectas modernas, es claramente (y creo que se ha de indicar como tal) un fraude.

Los secretos de los adeptos no han sido hechos para revelarlos a los hombres. Nosotros simplemente deseamos que lo fueran. Cuando un hombre viene a mí y me pregunta por la Verdad, me voy y practico la enseñanza del Cálculo Diferencial con un imbécil; y no respondo a lo primero hasta que haya tenido éxito con lo segundo. Porque compartir el Alfabeto del Misticismo con un principiante, es propio de los charlatanes. Lo que podamos enseñar será enseñado, y lo que no podamos enseñar, será porque aun no lo hemos aprendido.

Como a un guerrero victorioso que le gusta recordar sus batallas, Forsitan haec olim meminisse juvabit, nos gustaría por un momento hablar de las dificultades de nuestra labor.

La cuestión de los alfabetos sagrados ha fido abandonada como se esperaba. Como uno que quiere probar la naturaleza de una mujer, el profundizador va a las raíces y las toma; y así al final descubre si hay fundamento o si no lo hay. Todo es arbitrario; saliendo de nuestras causticidades y adoptando una actitud protectora, ¡puntuaremos la belleza de los vendajes, la limpieza y admiraremos el trabajo clínico! Tomemos un ejemplo concreto. La T inglesa es clara equivalente, por su sonido, a la hebrea, a la griega, a la arábiga, y a la cóptica, pero su numeración no es la misma. Tenemos una clara analogía en sus cuerpos (quizá un todo de series de
analogías), que comparándolos con los alfabetos modernos de los primeros ejemplos, la teoría se rompe y todo queda indescifrable.

La misma dificultad en otra forma, es la referente a la cuestión de los dioses.

Los sacerdotes, para promocionar sus fetiches locales les otorgan el titulo de creadores; los filósofos, con un punto de vista más amplio, seleccionan las diversas identidades de los dioses, y las comparan para tratar de obtener una unidad. El tiempo, y la naturaleza gregaria del hombre han elevado a los dioses a una idea cada vez más universal; mientras que el sectarismo hace falsas distinciones entre dioses idénticos con polémicos propósitos.

¿Dónde colocamos a Isis favoreciendo a las ninfas del maíz? ¿La colocamos como el prototipo de la maternidad? ¿Como la Luna? ¿Como a la gran Diosa de la Tierra? ¿Como a la Naturaleza? ¿Como al Huevo Cósmico de donde brota la Naturaleza? ¡Ella ha cambiado por el
tiempo y los lugares, y es toda y éstas a la vez!

¿Quién es Jehovah? el testarudo señor del principio del Génesis, el legislador del Levítico, el dios guerrero de Josué, el Falo de las populares esclavas de Egipto, el celoso Rey-Dios de los tiempos de los Reyes, la concepción espiritual de la Cautividad, un simple invento cuando todo lo temporal se ha perdido, el medieval batallador de la machacada cruz, el Ser desposeído de todos sus
atributos y asimilado para Parabrahman, o el Absoluto de los Filósofos.

¿Quién es Satán? cuyo único trabajo es servir de Abogado General para los intereses de la Corona, que adquiere con el tiempo todas las faltas que le achacan coma funcionario a los ojos de los criminales, y que le convierten a él mismo en un bandolero. ¿Puede realmente alguien pensar que cualquier ángel es tan imbécil como para ponerse en contra del Ominiscente Dios, para que éste se comporte injustamente con sus santos?

Y por otra parte, ¿quién es Moloch?, esa forma de Jehovah denunciada por aquellos que no extrayeron provecho de sus ritos. ¿Cuál de los salvajes y morosos Jesús de los Evangelistas, fue apartado por su pequeña malicia del gentil Jesus de los niños italianos? ¿Cómo podemos identificar y discernir entre el chauvinismo de Mateo y el Logos metafísico de Juan? La mente del ser humano es
variable, y con el tiempo las definiciones de todos nuestros términos se transforman.

Pero es necesario basarse en algo: una mala reglamentación es mejor que no tener ninguna regla. Esperamos que nuestros críticos nos ayuden en esta debilidad; y si el manejo y adquisición de tantos conocimientos nos trastornan o enloquecen, esperamos recibir un tratamiento humano y una permisividad liberal de los corazones de goma en nuestra vejez.

El Arbol de la Vida es el esqueleto sobre el que se construye el cuerpo de la verdad. La yuxtaposición y la proporción de sus partes debe de ser estudiada por completo. Solamente la práctica puede llevar al estudiante a determinar hasta dónde puede seguir a una analogía. Algunas analogías escapan al estudio superficial. el escarabajo solamente está conectado al signo de Piscis por el Triunfo del Tarot de «La Luna». El camello se encuentra únicamente conectado a La Sacerdotisa por la letra Gimel.

Todas las cosas existentes (incluso las que no existen) deben de colocarse sobre el Arbol de la Vida, mientras esto no se logre la Tabla no estará terminada. Aun no está completa; hemos tratado de introducirnos, tan lejos como nos ha sido posible, en las listas de las cosas generalmente desconocidas. Se debe de recordar que las tablas menores se encuentran únicamente divididas, de un desarrollo de treinta y dos tablas, para economizar espacio; por ejemplo, las siete tablas del desarrollo de Saturno pertenecen a
la trigésimo segundo parte de la tabla mayor.

No hemos sido capaces, por el momento, de tabular muchos de los grandes sistemas de la Magia; por lo que respecta a los cuatro libros menores del Lemegeton, y al sistema de Abramelin, cuyas ramificaciones Qlipóticas son susceptibles de clasificación, hemos seguido descendiendo hasta las terribles Tríadas Demoníacas que se encuentran bajo la presidencia del Nombre Inalterable; en cuanto al vasto y comprensible sistema escondido en el llamado Libro de los Concursos de las Fuerzas, interviniendo con el Tarot, no hemos hecho más que una amplificación y una aplicación práctica del Libro de Toth.

Esperamos que la presente aventura atraiga la atención de los escolares de todas las tendencias, como cuando el herido Satán se apoyó sobre su lanza,

«Inmediatamente por todos los lados corrieron
muchos y poderosos ángeles en su ayuda»

y que en el curso del tiempo el volumen resulte más satisfactorio.

A la mayoría de la gente muchas de las columnas les parecerán simples listas de palabras sin sentido. Practique y avance en el sendero mágico o místico, y será capaz poco a poco de irlas interpretando más y más.

Incluso, como una flor en botón recibe los ardientes besos del Sol, esta tabla revelará sus glorias al deslumbrado ojo de la iluminación. Simbólica y simple como es, se erigirá para el estudiante atlético como un perfecto sacramento, y al cerrar reverentemente sus páginas exclamará, «Que tengamos parte sustancial en la búsqueda de la Quintaesencia, de la Piedra de los Sabios, del Summun Bonum, de la Verdadera Sabiduría y de la Felicidad Perfecta»

¡Que así sea!

INDICE
Prólogo
Prefacio original del 777
Un breve ensayo sobre la naturaleza y el significado del alfabeto mágico
El Arbol de la Vida
Tablas de correspondencias
Diversos arreglos
Explicaciones de las atribuciones más importantes de las columnas de las Tablas de la I a la VI
Apéndice A: ¿Qué es la Kabbalah?
Apéndice B: ¿Qué es un número o un símbolo?
Notas a las Tablas de correspondencias
Apéndice: Los triagramas del I Ching
Nota del traductor