Ed. Emecé, año 2006. Tamaño 23 x 14 cm. Nuevo, 152 págs. Precio y stock a confirmar.

Cozarinsky, escritor y cineasta, nació en Buenos Aires, se mudó a París hace más de treinta años y desde hace diez alterna entre ambas capitales, con preferencia en los últimos años por su ciudad natal. Tras un temprano volumen sobre Henry James, publicó otro sobre la relación de Borges con el cine (Borges y el cine, 1974, y sucesivas reediciones ampliadas), así como los ensayos reunidos en El pase del testigo (2001).

En 1973 compartió con José Bianco el premio de ensayo de La Nación, con «El relato indefendible», núcleo desarrollado en su reciente Museo del chisme (2005). Los relatos de La novia de Odessa (2001) y las novelas El rufián moldavo (2004) y Maniobras nocturnas (2007) han sido admirados, por su concisión narrativa y la fuerza de la imaginación novelesca, en todos los idiomas en que han aparecido: Allan Massie comparó al autor con Chéjov al leer la traducción inglesa; Alberto Manguel con Joseph Roth, ante la versión en francés.

El espíritu de esta novela puede concetrarse en la siguiente frase: «El amor puede asfixiar. Puede ser una enfermedad, una obsesión tan destructiva para el enamorado como para el objeto de su amor».

Entre este cáncer del alma y el amor como promesa romántica se debaten muchos de sus personajes. El deseo tanto puede consumir a un hombre mayor ante una adolescente venal, como atar a otro a la mujer que sólo podrá liberarlo destruyéndolo. Como en La novia de Odessa y El rufián moldavo, Cozarinsky vuelve a entrelazar la Historia y las historias. Pone en conversación el destino de un refugiado alemán en el París de 1940 con el de un periodista argentino desaparecido en 1977, el de una vedette sobreviviente del holocausto o los de un grupo de personajes que se rozan ignorándose en el Buenos Aires cargado de presagios de 1942.

Del otro lado del espejo, el lector descubrirá el encanto agreste de una pareja de porteras parisienses, argentinas y lesbianas, involuntarias participantes en un homenaje a Lacan, o la candidez de un académico norteamericano, incapaz de reconocer las más pedestres traducciones de Rimbaud en la obra de un ignoto poeta salteño que ha creído descubrir. Tres fronteras renueva y confirma el tono único de uno de los autores de ficción más originales de la literatura argentina actual.