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Ed. Júcar, año 1985. Tamaño 20 x 13 cm. Traducción de J. A. Cilleruelo. Estado: Usado muy bueno (presenta 10 páginas marcadas con birome). Cantidad de páginas: 250

Por José Luis García Martín
Diciembre 1984

La antología que ofrecemos seguidamente presenta una selección de toda la prosa pessoana relacionada con la teoría de la literatura. Sus tres partes se corresponden con otros tantos apartados de la obra en prosa de Fernando Pessoa.

Se antologan en la primera parte las colaboraciones publicadas por Pessoa a lo largo de su vida en diferentes revistas. Estos textos fueron recogidos póstumamente en los libros La Nueva Poesía Portuguesa (1944) y Páginas de doctrina estética (1946). Algunos de ellos aparecen firmados por Alvaro de Campos. Fue este heterónimo (si prescindimos de Bernardo Soares, que era un semiheterónimo) el único que publicó regularmente prosa en vida de Pessoa. Incluso llegó a firmar -llevando al máximo la confusión entre literatura y vida- algunas cartas a Ophelia, la novia doblemente rechazada por el poeta. Sólo póstumamente aparecerían abundantes fragmentos de la prosa de Ricardo Reis. Al contrario de lo que ocurría en el verso, la fabulación heteronímica se da en la prosa más a nivel ideológico (Campos polemiza con Pessoa y con Reis) que estilístico. El propio autor lo veía así al escribir que en prosa era más difícil «outrarse».

Aunque Pessoa se refiere a veces a sus contemporáneos en estos artículos publicados en vida, las alusiones a obras y autores concretos no resultan demasiado interesantes. Y ello es así, no sólo porque Pessoa no se mostraba excesivamente renuente a la hora de elogiar a cualquier mediocre poeta amigo suyo, sino porque una obra determinada le servía únicamente como pretexto para exponer sus teorizaciones y sus obsesiones. Hemos visto cómo aprovecha un libro de Antonio Botto para ofrecernos, junto a una síntesis de su teoría neopagana, una velada defensa de la homosexualidad (Jorge de Sena ha llegado a escribir que Botto fue para Pessoa una especie de heterónimo que se atrevió a realizar las tendencias sexuales que el segundo reprimió en su vida).

Al lector actual le interesan especialmente de estos ensayos aquellos en los que más se transparente el rostro fascinante y enigmático del propio Fernando Pessoa. Es el caso del punzante autorretrato de la «Carta al autor de Sáchá» —casi una carta de amor— o de la elegía a la muerte de Sá-Carneiro, el amigo que murió joven porque los dioses le tuvieron mucho amor.

Especial interés dentro de la novela heteronímica (permítasenos llamarla así) tienen las «Notas para el recuerdo de mi maestro Caeiro», firmadas por Campos, y al escribir las cuales —según confesión propia— lloró Pessoa «lágrimas verdaderas».

La segunda parte de la presente antología está dedicada a ofrecer una selección del epistolario pessoano. Las cartas que se recogen en la primera parte no son propiamente tales, sino artículos en forma de carta (estaban escritas para la publicación).

Hay una marcada diferencia entre las cartas escritas por Pessoa en su juventud y las redactadas en la madurez. La¿ primeras, dirigidas a los compañeros de Orpheu, son las que tienen un mayor interés humano. Pessoa habla ampliamente de sí mismo con una sinceridad desconocida en él. Comenta su obra y ofrece fragmentos de la misma según la va creando. Las cartas a Mário de Sá-Carneiro, lamentablemente perdidas, debieron ser las más representativas de las dirigidas a los compañeros literarios. El epistolario a Cortes-Rodrigues compensa, en parte, de esa pérdida.

Las cartas escritas en la madurez para los jóvenes críticos de Presencia (la revista de Coimbra que inició, hacia 1927, la valoración de Pessoa) tienen un tono muy distinto. En ellas, ya parece de alguna manera posar para la posteridad. Se mitifica conscientemente y ofrece una lectura de sí mismo (la célebre carta sobre el origen de los heterónimos) que luego será repetida una y otra vez por los estudiosos. Son cartas escritas pensando ya en una muy próxima publicación (están a medio camino entre las auténticas cartas privadas y las recogidas en la primera parte de esta antología).

No hemos seleccionado, por su menor interés, desde el punto de vista de la teoría literaria, ninguna de las cartas de amor de Fernando Pessoa, pero sí hemos traducido el único fragmento publicado de las cartas a la madre. Apareció en la edición portuguesa del Libro del desasosiego, pero no fue incluido en la versión española de Ángel Crespo. Constituye un ejemplo más de la consciencia que el poeta tenía de su excepcional destino desde el momento mismo de la iniciación literaria.

Los tomos de fragmentos inéditos de la prosa pessoana comenzaron a aparecer en 1966. En el prólogo a la primera de esas entregas escribió Georg Rudolf Lind: «Por eso mismo (se refiere a la importancia que Pessoa concedía a la fama póstuma) guardó en el arca, desde los tiempos de la primera mocedad, todo lo que escribía, literalmente todo, ensayos casi acabados y papelitos con apuntes garabateados deprisa, listas de los libros leídos, su horóscopo y las patentes de las invenciones comerciales. Generaciones de filólogos encontrarán ahí, entre el júbilo y la desesperación, materiales con que ocupar sus ocios.

Nuestra selección se ha limitado a las dos entregas iniciales, Páginas Intimas e de Auto-Interpretaçao y Páginas de Estética e de Teoría e Crítica Literárias, que son las que más se ajustan a nuestros intereses temáticos.

Como otros grandes poetas del siglo XX —Pound, Eliot, Valery— Fernando Pessoa unió a su labor creadora una constante dedicación a los aspectos teóricos de la literatura. Su propio carácter, tan dado a superponer proyectos que nunca se llevan a término, y las condiciones del medio social portugués donde desarrolló su trabajo le impidieron la realización de aquellas obras para las que estaba dotado.

Desde un punto de vista estrictamente científico, profesoral, académico, es posible que Pessoa no haya hecho ninguna contribución de primer orden para la teoría literaria contemporánea (y que incluso parte de sus reflexiones se encuentren lastradas de positivismo y normatividad neoclásica), pero a menudo, entre una afirmación dogmática, un minucioso distingo y una sorprendente paradoja, permite que nos asomemos a una térra incógnita, al rostro secreto y terrible de la vida, a ese territorio que él iluminó como nadie con sus versos y con su prosa.

INDICE
Fernando Pessoa teórico de la Literatura, por José Luis García Martín
TEORIA POETICA
I- ARTICULOS
La nueva poesía portuguesa
Carta de Alvaro de Campos al Diario de Noticias
Movimiento Sensacionista
António Botto y el ideal estético en Portugal
Carta de Alvaro Campos a la revista Contemporánea a propósito de un artículo de Fernando Pessoa
Carta al autor de Sáchá
Presentación de la revista Anthena
Apuntes para una estética no-aristotélica
Mário de Sá-Carneiro
Ambiente
Notas para el recuerdo de mi maestro Caeiro
Prefacio a Acrónios
El hombre de Porlock
Nota al acaso
Otra nota al acaso
II- CARTAS
A Mário Beirao
A María Magdalena Pinheiro Nogueira (fragmento)
A Armando Cortes-Rodrigues
A Francisco Costa
A Joao Gaspar Simoes
A Adolfo Casais Monteiro
III- FRAGMENTOS
Páginas íntimas y de autointerpretación
Páginas de estética y de teoría y crítica literarias