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DVD Original
Estado: Nuevo
Origen: Estados Unidos
Blanco y negro
Formato: Fullscreen
Idioma: Inglés
Subtítulos: Castellano / Inglés / Portugués / Chino / Coreano / Thai
Duración: 121′
Director: Howard Hawks
Actores: Cary Grant, Jean Arthur, Thomas Mitchell, Rita Hayworth, Richard Barthelmess, Allyn Joslyn, Sig Ruman, Victor Kilian, Noah Beery Jr., Don Barry, John Carroll, Don ‘Red’ Barry, Noah Beery Jr.
La historia es simple y, a la vez -o tal vez por eso precisamente-, de una vigencia indiscutible. Una historia sobre amor, amistad, superación y derecho a elegir por la vida que uno quiere llevar. Un pequeño puerto bananero en América del Sur -la Ciudad de Barranca- y una pequeña línea área que tiene su base en la Ciudad. Un grupo de pilotos que, viviendo en el Hotel de El Holandés junto a la pista de aterrizaje, se dedican a transportar correo y mercancías sobre la Cordillera de los Andes. Vuelos arriesgados llevados a cabo por estos maravillosos locos. En ese escenario remoto –perdido y alejado de todo- un reducido grupo humano lucha contra los elementos tratando de llevar a cabo estos peligrosísimos vuelos. Un grupo de pilotos y de mecánicos liderado por un implacable Geoff Carter (Cary Grant).
En principio, la película trata de la muerte violenta de estos pilotos o, más exactamente, de la forma que tienen de encararla los que siguen viviendo. Un avión se estrella, un piloto muere y los demás -los que quedan- despliegan una actitud furiosamente positiva y vitalista. Cierran los ojos ante la tragedia y siguen viviendo. Y a este pequeño grupo de auténticos yonquis del vuelo y de la adrenalina, llega una mujer: Bonnie Lee (Jean Arthur).
Surge entre los dos -Jane Arthur y Cary Grant- una historia de encuentros y desencuentros permanentes. Esas situaciones de pareja que sabe contar tan bien Howard Hawks. Personas que saben que se quieren pero que- al mismo tiempo- ni saben ni pueden estar juntas. Deben encontrar una manera de quererse y, mientras estos intentos tienen lugar entre los dos, se nos va mostrando la historia en su conjunto. Los personajes parten de una verdad incontestable en el marco de su propia vida: si no somos personas corrientes no podremos querernos normalmente. Ella se esforzará -durante toda la película- por acercarse a él. Y él, a su vez, se esforzará -también constantemente- en mantener esa distancia en la que -al menos aparentemente- se encuentra cómodo. Esta relación de conflicto, lejos de separarlos, termina afianzando lo que surge entre ellos. El amor entendido como arraigo a las personas y a las cosas por las que vale la pena vivir y -también en este caso- arriesgarse y morir.
Este es uno de los escenarios narrativos favoritos del Director. La formación de núcleos afectivos alternativos al de la familia tradicional. En este pequeño mundo, Hawks nos muestra espacios de afecto que -ajenos a los roles tradicionales- funcionan como lugar de convivencia entre las personas que los forman.
El peso del pasado y su proyección hasta el momento presente. Hasta qué punto es capaz de determinar nuestros pasos de forma necesaria. Pasado y presente se acaban encontrando, reclamando para sí la parte que corresponda a uno y al otro. La posibilidad de luchar por una vieja historia de amor -nada menos que Rita Hayworth- o la de encarar una nueva vida al lado de una nueva persona. Las segundas oportunidades como medios de evolución personal o el lastre definitivo del recuerdo. En definitiva, ese es el hilo argumental: la disyuntiva que toda persona tiene de aferrarse al pasado -salvando lo que se pueda salvar de la historia personal de cada uno- o de reiniciar la vida con personas y planteamientos nuevos.
Y también -cómo no- en la posibilidad de redimir viejos errores. La redención como opción personal. Corregir lo que uno hizo mal y volver a levantar la cabeza ante uno mismo y ante los demás. Un pequeño espacio en un lugar remoto, en el que cada uno intenta poner a flote su vida o lo que le queda de ella.