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Ed. Círculo Militar, año 2004. Tamaño 23 x 16 cm. Traducción de María Elena Legarreta de Bini. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 646
A fines de 2002, la Casa Blanca aprobó un compromiso del Congreso de los Estados Unidos y formó una comisión independiente para investigar los atentados del 11 de septiembre. Así nació la Comisión Nacional sobre los Ataques terroristas contra los Estados Unidos, integrada por cinco personalidades republicanas y cinco demócratas, que inició su tarea a principios de 2003.
El presidente Bush designó a Henry Kissinger para encabezarla, pero éste renunció por sus intereses empresarios y fue reemplazado por el ex gobernador de Nueva Yersey, Thomas H. Kean, un republicano moderado, presidente de la Universidad de Drew.
La Comisión trabajó durante diecinueve meses y entregó su informe -The 9/11 Report- al gobierno norteamericano, en julio de 2004. El voluminoso documento fue editado como libro por el diario «The New York Times, convirtiéndose en un best-seller.
El Círculo Militar y el Instituto para la Seguridad en Democracia (SenD), coeditan ahora la primera edición mundial en español del trabajo, que constituye la más completa investigación conocida sobre los atentados terroristas de Al Qaeda contra los Estados Unidos.
Con amplísimas facultades, la Comisión realizó centenares de entrevistas, interrogó desde el presidente Bush y el ex presidente Clinton, a los agentes de inteligencia y cuadros militares desplegados en el terreno, pasando por los más altos funcionarios del gobierno y los jefes de la CÍA, el FBI y otras agencias gubernamentales. También analizó un volumen abrumador de información de inteligencia y revisó las declaraciones de los terroristas capturados o arrepentidos.
El resultado es una crónica apasionante que describe detalladamente la evolución de la idea de los ataques, los pasos de los terroristas, sus formas de organización y sus mecanismos financieros. Asimismo, es un análisis bastante riguroso del funcionamiento de las agencias y organismos de los Estados Unidos, antes y durante los ataques del 11 de septiembre. El texto se vuelve crudamente dramático al relatar el desarrollo de la catástrofe, inmediatamente después que los dos grandes aviones fueran estrellados contra las torres del World Trade Center. El primer bombero muerto fue aplastado en la calle por una de las víctimas que se arrojaron al vacío desde los pisos altos, en su desesperación ante el fuego.
Aunque probablemente resulten menos atrapantes que la minuciosa crónica de los hechos, las conclusiones de la Comisión y sus recomendaciones al gobierno norteamericano en materia de seguridad e inteligencia tienen una enorme importancia.
Esas recomendaciones son igualmente significativas para el resto de las naciones del mundo globalizado. Responden a los objetivos, las preocupaciones las vulnerabilidades de la única superpotencia y, por lo tanto, aunque no se apliquen plenamente, ya han comenzado a ser elementos centrales de su estrategia.
Hace cuarenta años, al clausurar el Concilio Vaticano II, el papa Pablo VI, dio una definición fraterna de la globalización, a la que nadie llamaba aún así: «Nadie en el mundo es un extraño, nadie está excluido, nadie está lejos».
Aquel fue un llamado de esperanza; el terrorismo global del 11 de septiembre y el enorme poder de retaliación de los Estados Unidos son la cara terrible del mismo mundo donde «nadie está excluido, nadie está lejos». Los medios de comunicación masiva nos lo recuerdan a cada minuto, aún en la intimidad de nuestros hogares.
Una de las conclusiones más generales del informe es que, frente la terrorismo y otras actividades criminales trasnacionales, son ineficientes los compartimientos estancos entre la seguridad externa y la seguridad interior. La Comisión propone integrar las capacidades de todos los elementos del Estado, desde las fuerzas militares hasta los administradores de la infraestructura de transporte.
El informe también subraya la necesidad de proteger las libertades civiles. «Debemos encontrar la manera de conciliar la seguridad con a libertad -puntualiza-; ya que el éxito de una, ayuda a proteger a la otra. La opción entre seguridad y libertad es una opción falsa, ya que probablemente nada ponga más en peligro las libertades en los Estados Unidos que el éxito de un ataque terrorista. Nuestra historia ha demostrado que la inseguridad amenaza a la libertad. Sin embargo, si neutras libertades son cercenadas, perderemos los valores por cuya defensa luchamos».
El Instituto para la Seguridad en Democracia (SenD) y el Círcu¬lo Militar, preocupados y advertidos de la trascendente importancia del tiempo histórico que se abrió tras los luctuosos atentados del 11 de septiembre de 2001, han coincidido en la necesidad de cooperar en la edición de este libro-documento que brinda elementos muy importantes para entender el mundo en que vivimos y viviremos por bastante tiempo. Por supuesto, su contenido será particularmente enriquecedor para los públicos relacionados con las áreas de seguridad e inteligencia.
Ha sido respetada lo más escrupulosamente posible el texto original en inglés, aún a costa de sacrificar en algunos casos el buen decir en nuestro idioma, para mantener lo expresado por los autores del documento.
La Argentina ya sufrió, en 1992 y 1994, sendos atentados del terrorismo fundamentalista islámico. Hacemos nuestra la advertencia que formuló en su país el presidente de la Comisión sobre los Ataques Terroristas contra Estados Unidos, Thomas H. Kean: “Un ataque de mayor magnitud aún ahora es posible e incluso probable, no tenemos el lujo del tiempo”.
Indice
I- Tenemos varios aviones
II- Las bases del Nuevo Terrorismo
III- El Contraterrorismo funciona
IV- Respuestas a los asaltos iniciales de Al Qaeda
V- Al Qaeda apunta a territorio norteamericano
VI- De amenaza en amenaza
VII- El ataque se vislumbra
VIII- El sistema había prendido la luz roja
IX- Heroísmo y horror
X- Tiempo de guerra
XI- Previsión y prevención
XII- ¿Qué hacer? Una estrategia global
XIII- ¿Cómo hacerlo? Una manera diferente de organizar el gobierno