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Ed. DAISA, año 1996. Tapa dura. Tamaño 23,5 x 23 cm. Incluye 153 reproducciones a color sobre papel ilustración. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 104
Lladró es una marca líder mundial en el diseño, manufactura y distribución de un amplio espectro de creaciones en porcelana de arte. Obras de alta calidad hechas enteramente a mano en Valencia, en la única fábrica de Lladró en el mundo.
En 1953 nace Lladró, fruto de la pasión por la porcelana de tres hermanos, Juan, José y Vicente Lladró, que empiezan a elaborar sus primeras piezas en su casa natal de Almàssera, una población cercana a Valencia.
La demanda de creaciones hace que los hermanos trasladen su taller familiar a una nave en la población vecina de Tavernes Blanques, futura sede de la actual compañía.
A nivel artístico, las pieza elaboradas en los primeros años son creaciones de clara inspiración Rococó, que evocan las obras de las grandes manufacturas europeas de Meissen, Sèvres o Capodimonte.
En la década del 60′, Lladró es pionera en la introducción de la monococción. Este método precursor permite reducir la triple cocción tradicional a una única cochura, con la que se consigue el acabado cristalino y las tonalidades pastel propias de las obras Lladró.
A nivel artístico, Lladró alcanza un estilo propio, único y distintivo, que con el tiempo dará a la firma fama internacional.
Durante los 70′, las creaciones aumentan en complejidad gracias al desarrollo de nuevas técnicas y procesos. Se empiezan a fijar los grandes temas del repertorio creativo de Lladró. Los jarrones ocupan un lugar destacado, concebidos en series limitadas muy cortas y con clara inspiración oriental.
La introducción del gres como materia prima abre una línea creativa y proporciona unos acabados idóneos para desarrollar esculturas de gran formato.
En los 80′ la renovación viene de la mano de colecciones como Esculturas, grandes obras de líneas modernas en tiradas muy cortas; o Goyescas, donde se traslada al gres el carácter fresco e intuitivo del boceto en barro. A su vez, se llevan a cabo las primeras colaboraciones con artistas externos
En 1986 se constituyen las filiales de Lladró en Japón y China y en 1988 se inaugura el Museo y Galería Lladró de Nueva York en la calle 57 de Manhattan.
La década del 90′ es prolífica en complejas escenas de época, muchas de ellas acompañadas de ricas composiciones florales que representan la mayor expresión de la minuciosidad y el saber hacer de los artistas de Lladró.
Hacia 2000, el continuo deseo de llevar al límite las posibilidades expresivas de la porcelana desemboca en las impresionantes esculturas de la colección de Alta Porcelana, la máxima categoría artística de la marca.
A su vez, Lladró se reinventa con nuevos clásicos, piezas dinámicas y expresivas decoradas en vistosos colores o de esculturas de formas rotundas en porcelana mate decorada en blanco.
A partir de 2010 Lladró intensifica su creatividad en torno a las líneas para la decoración del hogar, con series de iluminación, espejos y creaciones para el arte de la mesa.
También aumentan las colaboraciones con diseñadores externos, que aportan su universo creativo y personal a la obra Lladró elevando a la máxima potencia la cultura de la porcelana.
En 2012 la Boutique Lladró de Nueva York abre sus puertas en el número 500 de la Avenida Madison.