Ed. Montesinos, año 2002. Tamaño 22 x 14 cm. Traducción de Isabel López Arango. Usado excelente, 104 págs. Precio y stock a confirmar.

Gobseck es, a pesar de su brevedad, o tal vez por su concisión, una de las más poderosas y dinámicas obras de Balzac. Su personaje principal, el tal Gobseck, es un prestamista, un usurero, un hombre de pasado misterioso y aventurero que ha desarrollado un amor desorbitado por el oro y las riquezas.

Sin embargo, y a su modo, es también un filósofo, una mezcla de cínico y escéptico que observa desde la sombra a la sociedad que lo rodea como la araña que ha tejido su tela y aguarda relamiéndose sus presas. Pero esa pasión desbordada está regida por reglas, a las que el avaro se atiene escrupulosamente, lo que hace de él, también, en cierto modo, un hombre de honor, aunque sea un honor que a menudo forcejea con la codicia.

Verdadero mago en el manejo de las almas ajenas, Gobseck se mantiene imperturbablemente fiel a los principios morales que se ha fijado, hace de la usura un arte y extrae de ella placeres que se dirigen más al espíritu que al cuerpo, condicionando con sus decisiones la vida de otras personas incluso después de su propia muerte.