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Ed. Espasa Calpe, año 1988. Tamaño 23 x 15,5 cm. Traducción de Eloy Fuente. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 218

Por Ervin Laszlo

La evolución es el proceso que da lugar a las muchas especies biológicas que nos rodean, y entre las que nos contamos. Pero la evolución no se limita a las especies biológicas: si otras cosas del cosmos no fueron creadas tal como son, sino que llegaron a existir con el paso del tiempo, también habrán tenido que evolucionar. Los físicos dicen que todo lo que ocupa el universo -estrellas, galaxias, materia interestelar, y aun espacio y tiempo, tal como los conocemos- llegó a existir dentro de un vasto proceso llamado evolución cósmica. Y los sociólogos afirman que, de modo semejante, las sociedades modernas se han desarrollado desde formas anteriores, menos complejas, de organización entre los hombres.

Nuestra especie, el cosmos, la sociedad moderna: todo ha evolucionado a lo que es hoy. ¿Son estas «evoluciones» totalmente independientes, o tienen alguna relación?

Los científicos modernos gustan de cultivar su propio huerto y no suelen mirar allende el seto a las disciplinas vacías. Los físicos se interesan por la evolución cósmica; los biólogos, por la evolución de la vida, y los sociólogos, por la evolución histórica, la evolución de las sociedades humanas. Desde luego, aun el científico más especializado ha pensado alguna vez si su materia no podría tener alguna relación con las afines, posibilidad que mal hoy puede desconocerse, en especial cuando ha aparecido toda una serie de disciplinas «compuestas» entre los límites de los diferentes terrenos de la investigación científica. Las más conocidas y, tal vez, las más importantes son la biofísica, en los límites entre la física y la biología, y la sociobiología, en los límites entre la biología y las ciencias sociales. Los resultados obtenidos en estas materias, aunque a veces controvertidos, ofrecen pruebas suficientes de que los terrenos físico, biológico y social en que se desarrolla la evolución de ningún modo carecen de relación. En último término, un tipo de evolución prepara el terreno al siguiente. De las condiciones creadas por la evolución en el ámbito físico surgen las que permiten que comience la evolución biológica; y de las condiciones creadas por ésta proceden las que permiten al hombre -y a otras muchas especies- desarrollar ciertas formas de organización social.

Todo esto es obvio para el lector que crea que la ciencia puede decirnos algo de interés sobre la realidad. Pero aún podrá preguntarse porqué habrá de interesarle directamente la evolución, sea una o diversa. Después de todo, tal vez el origen de una cosa tenga poco que ver con su forma de existencia una vez evolucionada. Asegurar lo contrario es reducir al hombre a los protozoos; la sociedad moderna, a las tribus de cazadores y recolectores, y el universo contemporáneo, a los quark y a los fotones.

El argumento es bueno, salvo que desconoce que la evolución es un proceso continuo. nada ni nadie quenhaya aparecido en este mundo -y que logre persistir en él- se halla exento de ulterior evolución. No hay átomo de hidrógeno dentro de los vastos límites de espacio y tiempo que no esté sujeto a transmutación en helio si se encuentra con la presión y la temperatura necesarias. No hay especie de la Tierra que se halle a salvo de mutación…o extinción. Si hace tiempo que el hombre parece no evolucionar como especie biológica, ciertamente evoluciona como miembro de la sociedad humana. El principal horizonte de la evolución humana ya no es genético: es socio-cultural. El futuro de toda cosa o ser que ahora exista no está determinado únicamente por su pasado,k su evolución: está más determinado por su presente, que es también evolución. La evolución es la hacedora del futuro: a cada paso del camino va escribiendo el guión de su continuo desarrollo.

El futuro se decide en la interacción entre la cosa o ser que evoluciona y su medio. Como el medio nunca es el mismo durante mucho tiempo, toda cosa o ser está expuesto constantemente a sorpresas. Y como, en último término, el medio está constituido por otras cosas y seres, cada átomo, cada ameba y cada hombre interviene constantemente en la evolución de los demás. Naturalmente, hay grados de importancia. La energía liberada por la fisión de un átomo de hidrógeno en nuestro entorno invade con más brutalidad nuestra evolución que su transmutación en los espacios exteriores de la galaxia de Andrómeda. (De hecho, si aquélla forma parte de una desenfrenada reacción en cadena, nuestra evolución puede llegar a un final prematuro). Pero, aun con esta reserva de los diferentes grados de importancia y cercanía, sigue siendo cierto el antiguo adagio de que «todo está relacionado con todo».

De esto se sigue que, para comprender lo fundamental de la evolución de cada cosa del universo, debemos saber algo de la evolución de las demás, lo que, naturalmente, es imposible. Pero sí podemos saber algo de las pautas generales de cambio y desarrollo que se producen y reproducen en ámbitos particulares. La búsqueda de estas pautas generales puede centrar la atención en los caracteres verdaderamente fundamentales y puede ayudarnos a evitar que nos desvíen o nos detengan los detalles de importancia marginal.

Los filósofos y los científicos con inclinaciones filosóficas han buscado a menudo pautas generales de cambio y desarrollo y muchos han afirmado haberlas encontrado. Pero las teorías clásicas se basaban en pruebas insuficientes, complementadas por generosas dosis de especulación y de intuición personal. Hoy, la situación es distinta. Están aumentando con rapidez las pruebas científicas de las pautas señaladas por la evolución en el universo físico, en el mundo de los seres vivientes y aun en el mundo de la historia. Y se están fundiendo en una imagen de regularidades básicas que se repiten y se reproducen. Ahora es posible estudiar esas regularidades y lograr un atisbo del carácter fundamental de la evolución, de la evolución del mundo en su conjunto, comprendido el mundo de los seres vivientes y el mundo de la historia social humana.

Estudiar y exponer sistemáticamente es emprender la creación de una «síntesis general» que sirva para unir la evolución física, biológica y social dentro de un marco coherente con sus propias leyes y lógica.

Tal síntesis general de la evolución es de soberana importancia para nuestra vida y nuestro tiempo. La nuestra se ha llamado una era de transformación e incertidumbre. Es una era en que las sociedades contemporáneas están sometidas a graves tensiones y sufren cambios rápidos y, a menudo, imprevistos. Pero es también una era de oportunidades. Ahora podemos empezar a desenredar la tupida madeja de los hechos y sucesos que constituyen la historia de las sociedades humanas y podemos comprender las leyes más fundamentales del cambio y la transformación. Una síntesis general de la evolución puede proporcionarnos el mapa a gran escala que nos enseñe dónde estamos en el plan de la naturaleza y que, como todo buen mapa, nos permita distinguir los procesos que más nos interesan: los procesos que deciden el futuro de nuestras sociedades y, por tanto, el nuestro.

En las páginas que siguen, el autor sólo podrá ofrecer un esbozo preliminar de los principales elementos de una síntesis general. Pero a este primer esfuerzo pronto seguirán otros, de estudio y exposición de una nueva generación de científicos: los pensadores evolucionistas multidisciplinarios que se especializan en ser generalistas en el estudio y síntesis de los terrenos y materias de la evolución. Esta clase de científicos acaba de aparecer, y sin embargo se está difundiendo ya por muchas partes del mundo. En 1986, tiene ya un núcleo en torno del cual puede centrarse: el Seminario de Estudios Generales de la Evolución, fundado por el autor, en el que participan miembros de importantes centros de investigación de Estados Unidos y Europa. Abierto a la incorporación de nuevos miembros, este seminario debate, estudia y precisa teorías generales de la evolución, añadiendo detalles, ensanchando su alcance y verificando su validez y aplicación.

El panorama que se abre hoy al evolucionista generalista es vasto y mucho más profundo e interesante que el del especialista de estrechos confines. Ha pasado la época en que los científicos podían desconfiar de las teorías en relación directa con su amplitud y desechar como «metafísica» la investigación integradora. La era del análisis ha cumplido su tarea. Ha empezado la era de la síntesis. Una síntesis basada en las nuevas ideas y teorías de la evolución nos ayudará a aclarar nuestro puesto y nuestro papel en el plan de las cosas y a crear el mínimo indispensable de conocimientos que son condición necesaria de la vida y el bienestar en un mundo complejo y cambiante. Pocos empeños podrían comparársele, ni en interés intelectual ni en importancia práctica.

INDICE
Prólogo a la edición española, de Federico Mayor Zaragoza
Presentación, de Alexander King
Nota preliminar, de Jonas Salk
Introducción
PRIMERA PARTE, LA LOGICA DE LA EVOLUCION
1- LA APARICION DEL PARADIGMA EVOLUCIONISTA
Los antecedentes del nuevo paradigma
El enigma de las dos flechas del tiempo
2- LOS FUNDAMENTOS DE LA SINTESIS GENERAL
Los conceptos fundamentales
-Equilibrio, determinismo y ley científica
-Los sistemas del tercer estado
-El continuo de la evolución
Los datos empíricos
-Energía libre y estructura
-La convergencia en niveles superiores
-Inestabilidad y transformación
Los datos teóricos
-La autopoiesis
-Catástrofes, caos y bifurcaciones
Resumen
SEGUNDA PARTE, LOS REINOS DE LA EVOLUCION
Introducción
3- LA EVOLUCIÓN DE LA MATERIA
Los orígenes del universo
-Las teorías unificadas generales
-Los marcos inflacionarios
La síntesis de los sistemas de materia-energía
-Los parámetros de temperatura y densidad
La flecha del tiempo en el cosmos
-La transferencia de energía de la radiación a la materia
4- LA EVOLUCIÓN DE LA VIDA
Orígenes de la evolución biológica
Dinámica de la evolución biológica
-La especiación
-La mutación
-La convergencia
La aparición del Homo sapiens
5- LA EVOLUCION DE LA SOCIEDAD
Los axiomas evolucionistas
La dirección de la evolución social
-La tecnología como motor del cambio
Dinámica de la evolución social
-Las bifurcaciones históricas
Nota final
6- EPILOGO FILOSOFICO
La evolución de la ciencia
La evolución de la mente
Nota sobre la inteligencia extraterrestre
TERCERA PARTE, EL DOMINIO DE LA EVOLUCIÓN
7- LA INTERVENCION EN LA EVOLUCION
Previsibilidad y dominio
Justificación de la intervención
8- LA EVOLUCIÓN, EN NUESTRAS MANOS
¿Adonde vamos desde aquí? El mapa a gran escala
-El escenario de los conmutadores evolutivos
-Sociedades generalistas y especialistas
-Los estados nacionales. Laguna de los flujos mundiales.
¿Cómo llegaremos allá? Fines prácticos
-Fines del sistema
-Fines humanos
Qué haremos para empezar: tareas individuales
-Tareas para filósofos y humanistas
-Tareas para sociólogos
-Tareas para científicos e ingenieros
-Tareas para gobernantes
-Tareas para ciudadanos preocupados
9- EPILOGO ANALITICO: ESTUDIO DE CASOS DE BIFURCACIONES SOCIALES
Las bifurcaciones tecnológicas
-La revolución hoplita
-La Segunda Revolución Industrial
Las bifurcaciones conflictivas
-Bifurcación en la Rusia zarista
-Bifurcación en la República de Weimar
Las bifurcaciones económicas
-La inestabilidad de la energía
-La inestabilidad en la alimentación
-La inestabilidad de los recursos hidráulicos, forestales y genéticos
-La inestabilidad en el empleo
-Inestabilidades financieras
Notas de un memorándum
APÉNDICE
La teoría científica ideal: un experimento IMAGINARIO
Bibliografía del apéndice
Bibliografía general
Indice alfabético