Ed. Fundación Federico Klemm, año 1998. Tamaño 20 x 14 cm. Usado excelente, 110 págs. Precio y stock a confirmar

El autor es ensayista, teórico y crítico de Arte. Desde 1964 hasta la actualidad desarrolla cursos y seminarios que combinan diferentes prácticas desde la fenomenología y el estructuralismo hasta la semiología y la semiótica.

“No se debe entender por provisorio aquello que interrumpe el proceso incesante de movimiento. Es una actitud que coloca entre paréntesis al fenómeno artístico aunque de manera definitiva no rompe con la inherencia de lo estético. La provisoriedad es una interrupción, un intervalo, que no debe ser confundido con la puesta entre paréntesis de toda la temporalidad en el arte. Simplemente lo provisorio consiste en algo así como la congelación de un ciclo de referencias en el cual a la manera de Heráclito «ni dice del todo ni oculta su sentido, sin que lo manifieste por un indicio».

La ley oculta de la naturaleza indicaba que todas las cosas viven en pugna, lo cual es esencial para la vida. En contra de la armonía de los opuestos -lo permanente no es equivalente a lo provisorio- aquello que logra sobrevivir, vive por la destrucción de otras cosas. El comportamiento de los elementos indica que el fuego vive por la muerte del aire, y el aire por la del fuego, el agua vive por la muerte de la tierra y la tierra por la del agua.

Si el mundo puede ser planteado como algo permanente, esta situación se debería al hecho de la armonía y complicidad de los contrarios. Pero, ¿cómo pueden estar en armonía los opuestos si no es con repulsión? En realidad, se trata de la consonancia de tensiones opuestas, como la de un arco. Entonces, debemos imaginarnos un arco con la cuerda tensa, pero sin disparar.

Mientras está apoyado contra la pared, no advertimos ningún movimiento, y lo consideramos un objeto estático, en completo reposo, pero de hecho se esta desarrollando en él una tensión, como lo advertiríamos si ésta cesase de repente: el arco, de pronto, experimentaría como una sacudida y se enderezaría. La base del equilibrio es la lucha que, por lo tanto, es buena en sí misma, porque es la fuente de la vida. Si apeláramos a la moral ingenua, llegaríamos a la conclusión provisoria siguiente: es absurdo llamar bueno a un aspecto o fase de la vida y malo a otro. El mundo -según Heráclito- es un fuego inmortal encendido como medida y como medida se extingue.

Es decir que no creía en una cosmogonía, en una evolución del mundo a partir de un estado único y primitivo. El mundo es, fue y será lo que es ahora (Nunc) y el fuego proporciona ese grado de aquí, o sea, una especie de símbolo de la naturaleza (Tunc)…”.

Carlos Espartaco.

Indice:
Advertencia.
1- Consideraciones estéticas.
2- La subjetivización del gusto.
3- El inconsciente provisorio.
4- Objetos provisorios.
5- Formalización y embriaguez de la pintura modernista.
6- De la realidad fragmentada a la sutura especializada.
7- Regionalismo versus globalización.
8- Estético provisorio.