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Ed. Mansalva, año 2010. Tamaño 22 x 14 cm. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 222

El escritor comido, Bizzio293El avión en el que Mauro Saupol (Río de Janeiro, 1956), el mayor autor de best sellers del mundo, número uno internacional con sus libros “con moraleja” –auto ayuda de manual- vuelve de una presentación, cae en el Amazonas. Saupol sobrevive sin un rasguño, pero tiene entonces la inspiración de hacerse pasar por muerto para descubrir cómo el mundo reacciona ante su pérdida. El asunto no podría salirle peor…

En un principio, Bizzio se limita a reírse del mundo de la literatura –el de la literatura comercial- y esencialmente a parodiar a sujetos de la calaña de Coelho, Jorge Bucay y etcétera, construyendo en Saupol un personaje que reúne todos los detalles necesarios para ser deleznable. Pero pronto, muy pronto, va más allá y comienza a desarrollar además de la sátira o la parodia, una estupenda novela que transita por varios géneros y hace transitar a Saupol (junto a un número de coloridos secundarios) por varias novelas en una sola.

En los cinco capítulos que se divide el libro, Saupol es arrastrado por la comedia de enredos, la novela indigenista, la clásica novela de aventuras, el thriller y el drama de ribetes oníricos. Y al decir “es arrastrado” no se exagera un ápice, ya que los giros que traen de los pelos al personaje de uno a otro capítulo son sencillamente maravillosos por lo hilarante, lo disparatado, lo genial. Bizzio compone una perfecta estructura en cinco actos, donde Saupol muta de personaje parodiable a pobre desgraciado que nos conmueve con sus miserias a algo completamente distinto, tanto que ya casi es imposible reconocer a Saupol en él.

El humor salvaje acompaña toda la novela. Bizzio es compañero de escuela de otros sólidos autores argentinos contemporáneos –Alberto Laiseca y César Aira- y como ellos, domina el humor, la risa, el golpe de efecto, como pocos. Es imposible no reír en voz alta –anécdota puntual: este reseñista lo leyó por momentos encima de un ómnibus y aunó las miradas reprobatorias de los demás pasajeros al reír como un loco en el fondo del vehículo- con las muchas desgracias de Saupol, pero a medida que la novela avanza y la trama se complejiza, el humor no desaparece pero pasa a un segundo plano. La cuidada construcción del relato se hace presente y admira por lo efectivo que es Bizzio a la hora de transitar por los distintos géneros, pero también por la respetuosa construcción de homenajes puntuales (sin ir más lejos, dos de los más evidentes a “Apocalipsis Now” de Francis Ford Coppola –y por asociación, a la novela “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad- y a “Muerte en Venecia” de Thomas Mann –o a la adaptación de Luchino Visconti, porque no).