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Ed. Colihue, año 2013. Tamaño 22 x 15 cm. Traducción de Carina Battaglia. Estado: Nuevo. Cantidad de páginas: 178

la-puesta-en-escena-aumont-001Este libro no es una historia de la puesta en escena cinematográfica ni un panorama exhaustivo de las concepciones críticas que le atañen. Solo he querido explorar el punto de partida de mi pregunta, que sigue siendo un punto de enigma: ¿cómo fue posible hipostasiar la «puesta en escena» al punto de ver en ella la cualidad primordial del autor de films, y cómo pudo ello conciliarse con una estética, una moral, e incluso una política del arte cinematográfico que valorizó en sí misma la belleza de los gestos, de los cuerpos, de los sentimientos?

Este es el tema de mi segundo capítulo y, para precisar el problema, es menester recordar previamente todo lo que el cine tomó de su gran ancestro en los primeros decenios, así como las querellas de anterioridad y de territorialidad que le sucedieron. Intentaré hacerlo (en mi primer capítulo) señalando los dos polos de dicha relación: la dependencia a la que el cine de la primera mitad del siglo se vio sometido, para mejor y para peor, respecto de la concepción escénica del espacio y de la pregnancia del texto (y en general, de lo verbal) incluso en las imágenes, por un lado; por otro, la inventiva a la que dio lugar dicha sujeción, comprobando una vez más la vieja máxima sobre el arte que nace de la coacción.

En fin, el tercer capítulo intenta interrogarse más directamente sobre lo que la puesta en escena es en el cine: una serie de gestos técnicos y, más esencialmente, una postura analítica que, bajo este u otro nombre, resultan inevitables y permanentes.

¿Ha muerto la puesta en escena? Resulta fácil tener este sentimiento frente a los productos de la industria (americana, hongkonesa y demás) del último cuarto de siglo. Los films cada vez menos desglosan o filman escenas seguidas. Cuando lo hacen es, en su mayoría, empujando hasta el límite la autonomía y lo arbitrario del punto de vista de la cámara, y casi nunca el découpage (desglose) de una escena sigue hoy las reglas clásicas —al multiplicar las elipsis, los saltos de punto de vista, el “desplazamiento”, evitando el empalme-. Más a menudo aún, no se conciben los films según una estética de la escena sino según una estética del plano y, frecuentemente, del plano como útil expresivo en el que el encuadre, la composición, el movimiento propio se propondrán a la atención del espectador al mismo tiempo que el contenido narrativo. Se podría considerar, sin exageración alguna, que el arte de la puesta en escena, en sus realizaciones más puras, pertenece a la historia del cine y al museo (incluso si este museo, con el DVD, devino un formidable y permanente «museo imaginario»).

No obstante, una reflexión sobre la puesta en escena no es solo un pasatiempo teórico ni la consideración de una antigua manera de pensar. La puesta en escena, tanto en su sentido analítico como en su sentido estético permanece en la raíz de todo arte cinematográfico imaginable, tanto es así que el cine consistirá en filmar cuerpos humanos que actúan, juegan, experimentan, viven en un cuadro, en un medio, en un espacio, en un tiempo; es decir, cuenta historias con imágenes. A ello se debe que la segunda edición de este libro difiera muy poco de la primera, escrita hace cinco años. Las mutaciones en materia de puesta en escena han quedado atrás: siempre podrán inventarse formas originales, pero solo serán variantes de una concepción del cine como fabricación de un universo que, durante el tiempo de un film, «se sustituye» al nuestro, y se suma a él.

No ignoro que hacia fines del siglo pasado, lo que entendemos por «cine» cambió medianamente. Se ha vuelto corriente la observación por parte de algunos medios críticos, de que ya no se ve cine en salas especializadas sino en casa o sobre máquinas nómades, y que éste escapa además, en su definición, a la antigua connivencia con el teatro, practicando otras alianzas institucionales. De hecho, es dable observar actualmente y cada vez más, films en galerías de arte o en museos sea a título de obras de arte expuestas o a título de documentos de apoyo. Por otra parte, numerosos cineastas, y no los menores —de Karostiami a Akerman, de Pedro Costa a Godard, de Hou a Weerasethakul— mostraron sus obras expuestas en museos cuando no resueltamente realizaron instalaciones ad hoc.

Inversamente, se pueden ver, en número aún escaso pero en franco crecimiento en las salas de cine, films firmados por artistas reconocidos en el medio artístico tales como Steve McQueen, Philippe Parréno o Matthew Barnev. Ello ha contribuido, asimismo, a desplazar por cierto, si no el sentido de la idea de puesta en escena, al menos su pertinencia y su alcance: la «puesta en escena» que demanda una instalación en una galería o en un museo, por ejemplo -e incluso si comporta imágenes en movimiento-, no es de la misma naturaleza que la puesta en escena de la que trata este libro.

No obstante, esta división no es tan radicalmente novedosa como acabamos de afirmar: después de todo, hace cincuenta años también existían numerosas obras de imágenes en movimiento que no provenían en absoluto de la puesta en escena (especialmente el cine llamado entonces «experimental»). Vuelvo, pues, sobre ello: se trata aquí de un solo aspecto del cine, el que se sirve de imágenes en movimiento para contar una historia y hacer actuar a los actores, y cuya obras se muestran al público en salas especializadas. Un solo aspecto, pero aun ampliamente dominante, y por bastante tiempo sin duda.

INDICE
Introducción: ¿Dijeron puesta en escena?
I. LA HERENCIA DEL TEATRO: LA PUESTA EN ESCENA, EL TEXTO Y EL LUGAR
1- Metteur en scène, cniestas, realizador, autor
-El teatro filmado
-El metteur en scène
2- La herencia del teatro: el verbo y el lugar
-Lo verbal en lo fílmico
–Al comienzo era el texto
–Paliativos mudos: la pantomima
–La logorrea
–La dicción
-La escena fílmica: el cubo, el bastidor, la profundidad
–La caja escénica: el punto de vista obligado
–La caja escénica: aberturas laterales, aberturas de fondo
–El principio de «ver todo»
3- La herencia de la literatura: el guión
-Guión, adaptación, découpage (preeminencia del guión)
–El guión como economía
–El origen literario del guión
–El conflicto entre imagen y guión
–El découpage como solución
–Arte del relato y puesta en escena
4- La revuelta contra lo heredado
-De cómo el cine mudo prescinde del teatro
–Salir de la caja escénica: el documental, el exterior
–Olvidar el diálogo (pero no el verbo): la metáfora
-Cómo el cine deja atrás a la literatura (y al teatro)
–El quiasma de lo verbal y lo fílmico (las paradojas de Bazin y Truffaut)
–¿Y el teatro?
–El cine, arte de la revelación: sobrepasar lo verbal
–El cine, arte del movimiento: el dinamismo del pensamiento y de la escritura
II- UN MANIFIESTO ESTETICO: LA PUESTA EN ESCENA Y EL MUNDO
1- Un manifiesto negativo
-La época de las estéticas y los manifiestos
-La intención del cine como arte no se define por el deseo del artista
–«Recrear el mundo…»
–«…a partir de lo que él es»
-El arte del cine no supone un tercero simbolizante
–El cine total
–La fascinación
-La estética del cine no es relativa
–La «puesta en escena» como principio estético
–La puesta en escena y el actor
2- La «puesta en escena» a prueba de films
– El «póker de ases»
–Dificultades de las nociones de acción y de presencia
–Transparencia, plano largo, montaje
3- Cine de la puesta en escena y cine de la imagen
-El fin de la puesta en escena
–El retorno de la imagen
–La puesta en escena y el mundo: la llegada del documental
III- LA ESENCIA DE LA PUESTA EN ESCENA O EL FANTASMA DEL ANALITISMO: LA PUESTA EN ESCENA Y LA FICCION
1- La puesta en escena como técnica
-Nacimiento del metteur en scène
-La puesta en escena del «primer cine»
–El realizador como hombre para todo (versión muda)
–El realizador como hombre para todo (versión parlante)
2- Crítica y analítica de la puesta en escena
-Eisenstein, Straub y la puesta en escena analítica: la búsqueda del sentido
–Los elementos
–La composición
–La construcción, el cálculo, el control
-Rohmer y el análisis de la puesta en escena: en busca de la forma
3- Puesta en escena y puesta en ficción
-La ficción como construcción de la puesta en escena
-Puesta en escena y estructura
-La parte del azar
IV- CONCLUSION: ¿ES EL FIN DE LA PUESTA EN ESCENA?