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Ed. Emecé, año 2007. Tamaño 23 x 15 cm. Edición de Robert Gottlieb. Traducción de Daniel Zadunaisky. Notas de Rodrigo Fresán. Estado: Nuevo. Cantidad de páginas: 504

John Cheever (1912-1982) es considerado uno de los mejores escritores norteamericanos del siglo XX. Su expulsión de la Academia Thayer, por fumar, terminó con su educación y al mismo tiempo fue el núcleo de su primer relato, «Expelled», que Malcolm Cowley compró para el periódico New Republic.

A partir de ese momento, Cheever se dedicó por completo a escribir cuentos que progresivamente encontraron espacio en revistas y periódicos como New Republic, Collier’s Story, Atlantic, y finalmente en la famosa revista The New Yorker, con la que mantuvo, hasta el final de sus días, una intensa relación. Atormentado por el alcoholismo y la depresión durante largos períodos de su vida, consiguió, sin embargo, producir una de las obras más originales y sólidas de la narrativa contemporánea.

Se lo considera el cronista más sensible e insidioso de la clase media estadounidense de los años cincuenta, al retratar con ironía las siempre difíciles relaciones familiares y la decadente vida en las zonas residenciales. Entre sus novelas destacan La familia Wapshot, Falconer y Esto parece el paraíso. En 1937 contrajo matrimonio con Mary Winternitz y en 1939 publicó su primer libro de relatos, The Way Some People Live. En éste, y en los que seguirían, Cheever se afanó por mostrar la infelicidad y las fisuras de la gente de clase media alta con la que siempre convivió.

En 1979 recibió el Premio Pulitzer. La homosexualidad, el alcoholismo, las relaciones frustradas, y las tensiones de la vida doméstica, son, a grandes rasgos, los núcleos temáticos que atraviesan la mayoría de sus creaciones.

Los diarios de John Cheever se publican por primera vez en su idioma original en 1991. Al morir, John Cheever dejó veintinueve cuadernos de notas personales que comenzó a escribir en la década de 1940 y continuó durante más de treinta años. Con el consentimiento de la familia del autor, Robert Gottlieb organizó los escritos y los Diarios fueron publicados. Esta edición en español cuenta, además, con notas preparadas por Rodrigo Fresán.

En la sinceridad descarnada de sus palabras, estas páginas revelan a un artista genial y atormentado, a menudo presa de fuerzas que lo arrastraban en direcciones opuestas. Quería a su familia, pero se sentía solo; se odiaba por su afición a la bebida, pero a menudo disfrutaba de ella; amaba a las mujeres y también a los hombres. La tensión entre sus pasiones y el mundo de convenciones sociales en que se movía refleja una riqueza en su vida a la que, sin embargo, percibía como una amenaza de destrucción.

Estos Diarios son la puerta de entrada a la intimidad de un hombre atribulado por la fragilidad del talento que busca afanosamente la claridad en medio de la confusión. Un testimonio sobre el creador de una poética de la desilusión que ha alcanzado el rango de clásico.