DVD Boarding Gate127Precio y stock a confirmar
DVD Original
Estado: Nuevo
Origen: Francia
Color
Formato: Widescreen
Idioma: Francés
Subtítulos: Castellano
Duración: 106′
Director: Olivier Assayas
Actores: Asia Argento, Michael Madsen, Carl Ng, Kelly Lin, Alex Descas, Kim Gordon, Joana Priess, Sondra Locke

Hay una intriga de espionaje empresarial en Boarding Gate. En el centro de la intriga, una mujer, en la que Assayas vuelve a ver –como en Irma Vep, como en Clean, como en Demonlover– una materia mercurial, vulnerable y resistente. Quién podría expresar esas tensiones de modo más sanguíneo que Asia Argento, que da la sensación de hacerse pedazos y rehacerse a golpes en el mismo plano. Habituada a ser más grande que las películas que la contienen, la hija de Dario Argento (realizadora, ella misma, de las salvajes Scarlet Diva y El corazón es engañoso por sobre todas las cosas) es aquí Sandra, a quien el resbaloso Miles Rennberg (Michael Madsen, de Perros de la calle y Kill Bill) usa como señuelo sexual para conseguir datos de la competencia. En algún momento Sandra cometió el error de enamorarse. Ahora, por una mezcla de despecho y fragilidad, terminará metida en una madeja de negocios turbios, crímenes por encargo y gente que se la quiere sacar de encima, como quien dispone de un arma oxidada.

La materia narrativa parece apenas la tela en la que inscribir un trazo mucho más consistente y poderoso. Un trazo llamado Asia Argento, que atraviesa la película entera como desvalida heroína de cine mudo, sex bomb, títere en manos poderosas, esclava sadomaso, niña poseída, diva hastiada y sobreviviente terminal. Con el cabello siempre transpirado, el gesto sufrido y unos labios que, de tan carnosos, por momentos dan la sensación de trabarle la lengua, Argento logra en Boarding Gate la que es seguramente su actuación más intensa y compleja. Más que actuación, un estado de entrega total, con el que parecería reunir todas las máscaras cinematográficas desplegadas antes, desde El síndrome de Stendhal (de Dario Argento) hasta productitos como B–Monkey y xXx, incluyendo New Rose Hotel (de Abel Ferrara) y sus propias películas. Máscaras transfiguradas, ahora, en visceralidad absoluta.

Es en ese sentido que si cierta maquínica frialdad puede hacer pensar en los distanciados films noirs de Truffaut, Boarding Gate tiende a revelarse, en última instancia, como réplica aggiornada de Gloria, de Cassavetes. Como allí, tiros, trampas, conspiraciones y persecuciones –que llevan a Sandra de París a Hong Kong, mientras sueña con poner un club en Beijing– parecen apenas el instrumento para permitir que una actriz exorcice, en cuerpo y alma, todas las personas que fue y las que puede llegar a ser, dándole en el camino un nuevo nombre a la carnalidad cinematográfica.

Horacio Bernades