Ed. Paidós, año 1987. Tamaño 13 x 20 cm. Traducción castellana de Juana Deutscher y Vilko Gal. Incluye 46 fotografías en blanco y negro. Usado muy bueno, 206 págs. Precio y stock a confirmar.
Erich Fromm jamás perdonó a su abuelo, el Dr. Seligmann Fromm, su decisión de renunciar en 1875 al cargo de rabino del condado de Bad Homburg vor der Hóhe para mudarse a Francfort del Meno detrás de más dinero para ser maestro y rabino en la casa particular del barón Wüli Cari von Rothschild. Y su relación poco afectuosa con su padre también puede tener que ver con el hecho de que éste fuera bodeguero y comerciante en vinos, y pasara su vida como hombre de negocios – no muy exitoso- mientras que el hijo quería a toda costa seguir la huella de sus antecesores y ser maestro de Talmud.
No sólo la experiencia de lo auténtico y creativo es una y la misma a través de los diferentes abordajes de comprensión; tampoco varían en el camino el método y las condiciones formales, que pueden ser descritos como praxis de una dialéctica cuya característica es que lo anhelado —la experiencia de lo creativo y auténtico de las fuerzas propias, de la productividad, de la orientación hacia el ser- sólo se alcanza por el camino de la negación de lo presente y reconocido como negativo, y que únicamente puede ser experimentado como praxis concretamente vivida.
Precisamente, la última condición mencionada, la praxis de vida concretamente vivida, tipifica al judaísmo en su conjunto, pero en especial a la religiosidad judía conservadora de los antepasados y maestros de Fromm, religiosidad a la que él mismo llama «preburguesa» o «precapitalista», y para la cual la vida no se determina por la obtención de dinero. La meta del desarrollo humano no es por cierto la adaptación del individuo a las exigencias económicas y sociales, sino que éstas se conformen según el requerimiento de un desarrollo óptimo e integral del individuo.
Sólo en el segregarse y en la negación de lo obvio, de lo adaptado y del «sano sentido común», surge lo creativo, lo auténtico, que posibilita la autonomía y la individuación; pero Fromm no vive fuera de la sociedad sino inmerso en ella, participando en todo, aunque «siempre un poco como un extraño», ya que se halla en una relación distinta con la realidad dada.
Más adelante intentará conceptualizar científicamente esta otra relación a través de su doctrina del carácter y del carácter social. Su peculiar relación con la realidad, o sea el carácter propio de Fromm, recibió su impronta del «espíritu precapitalista» y el «sentimiento de vida» conservadores judíos que caracterizaron a sus antepasados y maestros.
Indice:
Introducción.
Retorno desde el extranjero al hogar.
I.- La experiencia de los antepasados, familia y niñez.
II.- En busca de un judaísmo humanista: juventud y maestros judíos.
III.- De la experiencia del alma talmúdica a la psicoanalítica: los años hasta la emigración en 1933.
IV.- El estudio del inconciente en la sociedad: psicología social y caracterología analíticas.
V.- La revisión del psicoanálisis y la visión de una nueva sociedad: 40 años en Estados Unidos y México.
VI.- El humanismo como experiencia humana de sí mismo: la vida plena. VII.- Cronología de Erich Fromm.