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Ed. RBA, año 2004. Tamaño 23 x 15,5 cm. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 222
Por Salvador Moré
Apreciado Alumno:

Cocinar es una tarea de vagos, vividores y ruinas sociales, un ateneo destinado exclusivamente a aquellos que tienen tiempo para ir a comprar al mercado, coger la sartén por el mango y ocupar unos minutos al día entre fogones.

Para los que quieran ingresar en el club y no tengan ni puñetera idea de cómo se elaboran los platos más simples, he seleccionado una serie de recetas fáciles para que puedan defenderse sin la necesidad de tener unos cacharros sofisticados o unos ingredientes difíciles de encontrar. Este club no necesita de una gran cuota mensual ni requiere que sus socios tengan un interés especial por la gastronomía. Se trata de ir cocinando a medida que uno va teniendo hambre. “No es una receta, pero funciona”, es el denominador común de muchas de las propuestas que incluyo en este salir del paso.

Si crees que por tu condición de hombre o mujer, tu sitio no está en la cocina y te las apañas diariamente con comida rápida, platos precocinados y productos congelados, estarás en lo correcto. Pero baraja la posibilidad de que, a medida que pasen los años, tus convicciones sobre tu sexo y la cocina te lleven a aprender marquetería para hacerte un bonito ataúd.

Porque, para conservar la salud, no hay más remedio que aprender a cocinar o, en su defecto, convencer a alguien que lo haga por ti. Las casas de citas están llenas de gente dispuesta a escuchar tus propuestas por un módico precio. Como segunda opción, siempre puedes decírselo a tu pareja o cónyuge. Pero, para ahorrarte tiempo y dinero, te aconsejo que empieces a plantearte dejar tu caballo atado en el abrevadero y entres por la puerta grasienta de la cocina al grito de “La sartén o la vida”.

Si tus ocupaciones te impiden dedicarle tiempo a la cocina, debes seguir con firmeza tu camino hasta que encuentres un hueco en la agenda. La jubilación siempre es un buen momento para aprender a hacer macramé o a cocinar.

Lamentablemente, puede que hayas perdido la dentadura mientras labraste tu brillante futuro y te baste con un breve recetario de sopas que he decidido no incluir en este libro.

Si tienes en cuenta que yo no tengo ni idea de cocinar y que mis recursos literarios son tan limitados como mi cuenta bancaria, entenderás que estamos ante un marco perfecto para que tengamos una cita a ciegas y pueda reconocerte sin que lleves un clavel en el ojal. Mis problemas y los tuyos son parecidos, compartimos un pulso cada vez más inestable y un cielo que amenaza tormenta. Por ello, la cocina es un buen refugio para que construyamos un mundo mejor, basado en el placer de lo sencillo. Espero que te sea agradable este recorrido por lo más elemental de la gastronomía. Sólo me queda pedirte que si ves algún fallo en las recetas, envíes una queja al autor del libro del cual lo he copiado. Él te lo agradecerá.

Y recuerda, todo lo que no comas hoy, mañana será adulterado, suerte.

INDICE
Introducción
Los cacharros
La despensa
Conservar los alimentos
Peligros básicos
Recetas básicas
Huevo
Ensaladas
Verdura y hortalizas
Frutas
Legumbres
Pasta
Pollo
Pescado
Animales invertebrados
-Frutos del mar o marisco
Bacalao salado
Carne
Menudillos
Postres
Latas
Cocina al vapor
Cocina de otros países
Comida rápida
Productos congelados
Especias
Salud
Trucos
Reciclaje de alimentos
Aprender en los restaurantes
El vino
Final
Diccionario de cocina