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Ed. Museo de Arte Contemporáneo de Chile, año 1995. Tamaño 28 x 22,5 cm. Incluye más de 70 reproducciones a color y blanco y negro sobre papel ilustración. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 80
Los Fondos Regionales de Arte Contemporáneo tienen más de diez años de existencia. Surgidos de la voluntad del Estado y las Regiones, han tomado con el tiempo orientaciones diversas. Después de haber conformado, la mayor parte de ellos, un núcleo de obras patrimoniales, algunos se han dirigido hacia el dibujo (Picardie), otros han afirmado una política editorial (Limousin), otros más han pensado su espacio de exposición en conjunto con un centro de investigación y documentación (Bretagne), o se han posicionado como un museo (Bourgogne).
Desde el principio, por sus primeras adquisiciones y por su voluntad de una gran difusión, el FRAC Rhóne-Alpes se ha definido como un fondo que no se toma como una colección. En efecto, si una colección es el resultado de una lógica estricta con un esquema director pensado por una sola persona y reorientado por sus sucesores, un fondo no es sino el de múltiples puntos de interés de una asociación de personas. El número y la competencia de aquellos que han estado y que están actualmente implicados en los procesos de adquisición y difusión de las obras han permitido la diversidad de opciones. La pluralidad de expresiones artísticas y la calidad de las obras seleccionadas, al ser vistas en conjunto, testimonian un criterio ejemplar de escogencia.
En la época de las imágenes virtuales, es posible afirmar, visualizando el conjunto del fondo Rhóne-Alpes, que el mosaico que se establece es rico en las particularidades y contrastes propios a la creación del más alto nivel así como de las esperanzas más prometedoras. Ya que todas las obras incluidas en el Fondo (alrededor de mil doscientas) están disponibles, se ha establecido un criterio de escogencia para reunir una treintenala de ellas. Mostradas con una mirada orientada, nacida del diálogo, estas obras ofrecerán un.recorrido posible por el arte de estos últimos años.
Sería exagerado hablar de puesta en escena de las esculturas y pinturas que componen la exposición, sobre todo cuando los artistas han participado en la instalación de sus trabajos. Sin embargo esta exposición, que se plantea como abierta a un público amplio, tendrá como misión evidenciar los cambios de mentalidad, las preocupaciones más íntimas de los artistas, su relación con su entorno, urbano o humano, su preocupación de fijar el espectáculo de nuestra sociedad. Pero ante todo esta exposición es la puesta en obra de los intereses de curadores de museos en Praga o Santiago de Chile, de directores de centros de arte de Varsovia…al lado de la voluntad de la Biblioteca Luis-Ángel Arango y del FRAC Rhóne-Alpes de mostrar el resultado de una política definida en el medio del Arte Contemporáneo.
Podría establecerse una serie de referentes en un diálogo con las obras escogidas. Si esta exposición está destinada a circular en países tan diferentes como Polonia y Colombia, estará sin duda sujeta a las interpretaciones particulares del país que la reciba, con el acuerdo del servicio artístico del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Asociación Francesa de Acción Artística, AFAA.
No bien iniciado el presente siglo (y después de Leonardo da Vinci), se establece la primera aproximación al arte como pura cosa mental. En el cambio de contexto de un objeto cotidiano para incluirlo en el recinto sacralizante del Museo, Duchamp establece los parámetros seminales del arte contemporáneo: la voluntad artística prima sobre el objeto, la obra de arte existe sólo como creación mental, así su expresión final resida en un objeto físico; el artista no es quien realiza la obra: son el Museo y los canales del medio del arte quienes validan el gesto y le confieren categoría de tal.
Estos parámetros evolucionarían principios de voluntad artística aún vigentes: recursos tales como el dezplazamiento (détournement) y la alusión a la memoria privilegian la idea sobre el objeto, creando un discurso meta-objetual que relega a este último a la condición de soporte-testimonio. El objet-trouvé, un objeto encontrado tal cual, aporta a la escultura contemporánea un material de trabajo connotado culturalmente, de manera mas compleja y múltiple que los materiales tradicionales de la escultura. Al ser incluidos en composiciones complejas, nacen nuevas opciones de sentido por la interacción de estos elementos -entidades completas en sí mismos- reducidos ahora a condición de fragmentos. En cuanto al Museo como ente que valida la propuesta artística, es evidente que el contexto sigue siendo esencial en la comprensión de obras cuyo discurso para por la apropiación, la atribución y el simulacro.
Hemos querido proponer esta exposición como un evento en el cual la figura del Museo trascienda el secular binomio atesorar-mostrar y cumpla con lo que debe ser su rol contemporáneo: sitio de convocatoria y espacio de producción de contenidos. Un evento que en sus propias modalidades de gestión aluda a problemas y preocupaciones caras a quehacer contemporáneo del arte. Es por eso que en lugar de recurrir al modelo tradicional de exposición itinerante de obras maestras hemos optado por una exposición cambiante, que se gesta por y para un sitio específico, con una curaduría compartida, en el sentido más profundo del vinculum del que hablaba Henry Geldzahler, el arte que establece puentes entre culturas. De otra parte, tres obras han sido enteramente reconstituidas, rompiendo el vínculo fetichista de la obra única, permitiendo sobrevivir universalmente como idea y sólo local y específicamente como objeto (Merz, Mach, Meynier). Inversamente, se han realizado obras que existen como línea de trabajo –démarche– (Yvonnet, Challe, Vieille), pero que solo tienen sentido en el lugar de presentación en virtud de que se nutren de las particularidades culturales y de la naturaleza física del lugar que las acoge.
El gran público se enfrenta a la comprensión del arte clásico con las categorías de lo bello y lo bueno, referidos a problemas de género y técnica. La evolución del arte moderno introduce las nociones de estilo y tendencia, el primero ligado al culto a la personalidad creadora y el segundo -puntal de las vanguardias- a la definición programática del marco de referencia de la producción artística. Enfrentado al arte contemporáneo, cuyo énfasis en el discurso disloca la posibilidad de aprehenderlo solo como forma, surge la pregunta: ¿es esto arte? o, más allá, ¿por qué es esto arte?
Sin caer en la obvia tentación de explicar o interpretar, el enfoque museográfico busca dar puntos de referencia (repères) que posibiliten nuevas lecturas, claves sobre la intención artística que en todas los casos presentados precede a la obra. Poner en evidencia el carácter experimental del arte contemporáneo, pero también su vocación teatral, la obra «puesta en escena». Este «Ensayo general» tiene también el carácter de una gran representación previa, que se desarrolla en el tiempo. ¿Previa a qué?: a algo necesariamente inacabado, en estado de búsqueda constante de nuevos contenidos para el arte como instrumento de comprensión de la realidad.
INDICE
Richard Long
Michelángelo Pistoletto
Markus Raetz
David Mach
Jacques Vieille
Pascal Convert
Marie Bourget
Jean Luc Vilmouth
Marylène Negro
Jean Lucien Guillaume
Mario Merz
Joseph Kosuth
Martine Neddam
Urs Lüthi
Art Keller
Bertrand Lavier
Didier Trenet
Sarkis
Frederic Meynier
Françoise Quardon
Christian Boltanski
Gina Pane
Daniel Challe
Bruno Yvonnet
Eric Poitevin
Hilla y Bernd Becher
Matthieu Manche
Magdalena Abakanowicz
Hélène Agrofoy
BEN
Guy Limone
Jean Jacques Rullier
Paul Armand Gette
