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Cervantes y la Berbería. Cervantes, mundo turco-berberisco y servicios secretos en la época de Felipe II, de Emilio Sola y José F. de la Peña. Ed. Fondo de Cultura Económica, año 1996. Tamaño 21 x 14 cm. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 294
Berbería es el nombre con el que se designa en el siglo XVI al actual Magreb, de Trípoli por el este a la costa atlántica marroquí por el oeste, tierras de la actual Libia, Túnez, Argelia y Marruecos. La expresión «pasar allende» —el mar Mediterráneo— y «pasar a Berbería» era muy frecuente al referirse a los musulmanes españoles que, legal o clandestinamente, abandonaban Andalucía para emigrar al norte de Africa, sobre todo cuando surgió el problema morisco después de la conquista de Granada y la estancia de Cisneros en aquella ciudad, tras 1500. Pero la «Berbería por excelencia» será la «Berbería central argelina», las tierras controladas desde la ciudad de Argel.
Al actual Marruecos se le designará con el nombre específico de Reino de Fez y luego de Marruecos —Marruecos es el nombre con el que se conoce a la ciudad de Marraquech, en principio—, y a Túnez como Reino de Túnez y, en ocasiones, como Africa. Así, cuando en los años sesenta del siglo XVI se hable de la ciudad de Africa, ésta corresponde a Mehedia, en la época de Dragut, y de la misma manera se podrá decir que los Gelves —la actual zona de la isla de Yerba o la isla misma— está en Africa. Trípoli será también Tripol de Berbería.
Pero la Berbería por excelencia para los españoles es el «Reino de Argel» —la Regencia de Argel de la historiografía colonial francesa—, la gran creación política de los hermanos Aruch y Jeredín Barbarroja, la que conociera Cervantes.
Entre 1575 y 1580 Miguel de Cervantes permaneció como prisionero en la ciudad de Argel: cinco años -entre los 28 y los 33 de su vida- que marcaron hondamente su trayectoria vital y su obra literaria. La ciudad era un verdadero mito en su época, la república corsaria o república popular que dijera Salvago a principios del siglo XVII, en donde un hombre podía pasar de pobre esclavo a gobernar un navío como arraez corsario o gobernar un territorio. Era la biografía ejemplar de los hermanos Barbarroja, Aruch y Jeredín, que medio siglo largo antes de que Cervantes estuviera allí habían creado casi de la nada aquel nuevo régimen político, avanzadilla occidental del los Otomanos en su enfrentamiento con los Habsurgos. Era la gran frontera mediterránea, generadora de peculiares hombres, como el corsario Dragut, Alí Bajá o Hasán el Veneciano. Sólo la mano maestra de Cervantes es capaz de guiar al historiador por aquel mundo, exótico y cercano al mismo tiempo, actualísimo, salvando los escollos de la leyenda negra que los medios oficiales cristianos tejieron sobre la Berbería.
INDICE
Parte Primera, BERBERÍA Y LA SAGA DE LOS BARBARROJA UN ESTADO NUEVO YUNA NUEVA SOCIEDAD
I-Aruch Barbarroja, de corsario a señor de un territorio
II- Jeredín Barbarroja y la consolidación de un Estado berberisco
III- Berbería después de Jeredín Barbarroja: Dragut y Hasán Bajá, el hijo de Barbarroja
IV- El nuevo Estado berberisco de los Barbarroja
V- Una nueva sociedad berberisca
Parte Segunda, BERBERÍA EN TIEMPOS DE CERVANTES
VI- Euch Ai y Berbería
VII- Las negociaciones hispano-turcas después de Lepanto
VIII- La cuestión berberisca en tomo a 1578. Abdelmelec y el rey Sebastián de Portugal
IX- Ramadàn Bajá, Hasán Veneciano y la Agel de Cervantes
X- Cervantes y los servicios secretos españoles
Parte Tercera, CERVANTES Y LA BERBERÍA
XI- Moriscos y Renegados
XII- Hasán Veneciano y Cervantes frente a frente. Renegados y cautivos
Final: Antonio de S’osa, un clásico inédito amigo de Cervantes, y una posible teoría de los espías