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Ed. Circe, año 1997. Tamaño 20 x 13,5 cm. Traducción de Angela Pérez. Incluye 50 fotografías en blanco y negro e papel ilustración. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 306
En 1982 se concedió el premio Pulitzer de poesía al libro Poesías completas de Sylvia Plath, que había muerto hacía casi veinte años (el 11 de febrero de 1963). Fue un hecho insólito, ya que el Pulitzer casi nunca se concede a título póstumo. Pero los poemas que escribió Sylvia Plath en los últimos cinco años de su vida, anteriores a los que escribió en 1962, año de los poemas de Ariel, son tan personales de una fuerza emotiva tan intensa y de tan consumada ejecución técnica que el jurado del Pulitzer no podría haber concedido el premio a otro libro.
A Sylvia Plath le habrían gustado el premio y las razones por las que se lo concedieron. Ella creía en su poesía y conocía su oficio a fondo. Con sus poemas transforma en arte consumado los sucesos cruciales de su vida, sobre los que escribe. Expresa en su poesía ira y esperanza; en habla de tristeza y de alegría. Escribió mordazmente sobre las personas que no le gustaban y sobre el marido que la enfurecía. Escribió con sereno lirismo sobre sus hijos y su vida cotidiana. Y escribió sobre política de preocupaban muchísimo la carrera armamentista, la energía nuclear y la injusticia de los seres humanos con sus semejantes.
Sylvia Plath era feminista en un amplio sentido de la palabra: jamás se infravaloró ni subestimó su trabajo. Insistió en que se la reconociera como escritora de talento incluso cuando sus hijos eran pequeños y dedicaba más tiempo a sus funciones de madre y esposa que a su trabajo de escritora. Tuvo amigas y mentoras y admiraba muchísimo la obra de Virginia Woolf, Marianne Moore, Stevie Smith, Elizabeth Bishop y Anne Sexton. Pero, como producto de la década de los cincuenta, sabía muy bien que su trabajo de escritora se juzgaría con distinto criterio que el de los escritores varones. Sabía que sería difícil triunfar si permanecía fiel a sus convicciones artísticas y a la propia voz poética. Y eso la enfurecía, como otras circunstancias de su vida en 1962, cuando tener que atender una casa vieja y a dos niños pequeños parecía una situación permanente. Sus poemas «de octubre», escritos en parte para desahogar la cólera, formarían el núcleo de Ariel, el primer libro de poemas publicado después de su muerte. Había muchos más poemas de los años sesenta, algunos publicados en las colecciones póstumas, Cruzando el agua y Árboles de invierno, y otros que no se publicarían hasta la edición de sus Poesías completas en 1981. Esta última edición, pese al título, no es completa; es posible que aparezcan aún más poemas suyos.
Aunque la obra del último año de su vida ha recibido la máxima atención, Sylvia Plath escribió desde el principio de su carrera. Se consideraba escritora profesional desde 1950 en que, a los diecisiete años, publicó nueve trabajos en Seventeen, The Christian Science Monitor y The Boston Globe, todos ellos remunerados. Mientras estaba en la Universidad publicó en Harper’s, The Atlantic, el Monitor, Ma-demoiselle y Seventeen, así como en revistas universitarias. Unos años después, publicaba también en revistas británicas y añadió The New Yorker, Kenyon Review, The Nation, Partisan Review, Ladies’ Home Journal y otras, a la lista de publicaciones en las que colaboraba. Su primer libro de poemas quedó finalista en el prestigioso concurso de poetas jóvenes de Yale. Esta colección de poemas, revisada, El coloso y otros poemas, se publicó en Inglaterra en 1960. En 1962, apareció una edición en los Estados Unidos. En 1961, The New Yorker firmó con Sylvia Plath un contrato de «primera opción», consistente en que la revista tenía derecho a leer y elegir antes que nadie todas sus nuevas obras, privilegio por el cual le pagaban. A principios de 1963, se publicó en Inglaterra su novela La campana de cristal.
Esta biografía destaca la identidad de escritora de Sylvia Plath. Toda su vida estuvo conformada por su ambición de ser escritora y las consecuencias de sus importantes decisiones personales se evidencian claramente en su obra. Debido a que gran parte de la vida de la escritora aparece de una u otra forma en su obra, he utilizado todos los fragmentos conocidos de la misma, los manuscritos y notas de su obra poética y narrativa, sus diarios y su correspondencia. Casi toda esta documentación se halla en la Lilly Library de la Universidad de Indiana, Bloomington, y en la Sala de libros raros del Smith College. Por disposición de su testamentaria, una parte de los documentos de Sylvia Plath archivados en el Smith College, permanecerán sellados hasta el año 2013; otra parte de los mismos sólo podrá consultarse después de la muerte de su madre y de su hermano. Ted Hughes, marido de Sylvia Plath (del que estaba separada cuando se suicidó), controla la publicación del material que figura en estas bibliotecas.
Por desgracia, el manuscrito de su última novela «desapareció en algún momento hacia 1970», según palabras de Ted Hughes. Y tal como explica éste en la Introducción a Los diarios de Sylvia Plath (edición menos completa de lo que parece sugerir el título): «Otros dos cuadernos (los diarios) sobrevivieron un tiempo, (cuadernos como el de su diario del 57 al 59, y que continuaban desde finales del 59 hasta tres días antes de su muerte. El segundo contenía entradas de varios meses y lo destruí porque no quería que sus hijos tuvieran que leerlo (yo creía entonces que el olvido era fundamental para la supervivencia). El otro desapareció.» El «otro» cuaderno es, por supuesto, el que nos describiría la vida de Sylvia en el período de su máxima plenitud como poeta, el otoño de 1962, en que escribió muchos de los poemas de Ariel.
He utilizado, en la medida de lo posible, el material de estas colecciones de poemas, y de los que conservan amigos de Sylvia. Agradezco haber podido consultar tan copiosa información y doy también las gracias a las más de doscientas personas que accedieron a hablar conmigo o que de alguna otra forma me ayudaron de buena gana y con gran interés por Sylvia Plath y por su obra. Ted Hughes, según su costumbre, se negó a concederme entrevistas.
Cuando en 1982 inicié la investigación para esta biografía, me puse en contacto con Olwyn Hughes, albacea literaria de Sylvia Plath. Se mostró dispuesta a cooperar y ayudarme en mi trabajo, respondiendo personalmente a mis preguntas y remitiéndome a otras personas que podrían ayudarme. Pero cuando leyó los últimos capítulos del libro, y sobre todo cuando en 1986 leyó el borrador del manuscrito, su colaboración disminuyó sustancialmente. Me escribió largo y tendido entonces, discutiendo mi enfoque general de la vida y evolución de Sylvia Plath. Ted Hughes respondió a la lectura del manuscrito en 1986 sugiriéndome una serie de cambios que supondrían la supresión de unas 15 000 palabras, unas quince páginas.
Seguí por necesidad manteniendo correspondencia con Olwyn Hughes, para obtener el permiso para citar ampliamente los escritos de Sylvia. Pero ella siguió planteándome objeciones, citando a menudo los comentarios de Ted Hughes (aunque, como he dicho, él se negó a concederme una entrevista). Hice muchos cambios, teniendo en cuenta sus observaciones. Pero siguieron proponiéndome más y más cambios, hasta que llegué a la conclusión de que sólo me concederían los permisos si accedía a cambiar el manuscrito para que reflejara los puntos de vista de los Hughes. Cuando me di cuenta de que esta táctica podría prolongarse indefinidamente, tuve que renunciar a conseguir el permiso para citar ampliamente si quería publicar alguna vez el libro.Debido a tal circunstancia, he tenido que limitar las citas. Por consiguiente, la biografía no contiene todo el material de Sylvia Plath que en un principio había planeado incluir. La alternativa hubiera sido admitir una serie de cambios que habrían alterado considerablemente el enfoque de esta obra.
Linda Wagner Martin
10 de diciembre de 1986
East Lansing, Michigan
INDICE
1- Infancia, 1932-1940
El centro de un tierno universo
2- Adolescencia, 1940-1947
Yo fui corriente en tiempos
3- Colegio Bradford, 1947-1950
La fecunda hojarasca de la vida
4- Primer curso en Smith, 1950-1951
Inocente como la luz del día
5- La conquista de Smith, 1951-1952
Comiendo los dedos de la sabiduría
6- Penúltimo curso, 1952-1953
El fin del mundo
7- Smith, la culminación, 1954-1955
Seré como nueva
8- Inglaterra, 1955-1956
En las conflagraciones del sol
9- Matrimonio, 1956-1957
Estoy aprendiendo serenidad
10- Sylvia y Ted en los Estados Unidos, 1957-1959
Subí a tu arca
11- El coloso y otros poemas, 1960
Alba de azulinas
12- Niños y campanas de cristal, 1960-1961
Los viejos pozos
13- Devon, 1962-1963
El resplandor de estas menudencias
14- Los poemas de Ariel, 1962
Soy yo misma
15- Resolución, 1962-1963
Veo con luz propia
Epílogo
Bibliografía de Sylvia Plath