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Ed. Plaza y Janés, año 1962. Tamaño 18 x 10,5 cm. Traducción de Julio Fernández Yáñez. Estado: Usado muy bueno. Cantidad de páginas: 208
Pylon (1935) difiere significativamente de las otras novelas de Faulkner publicadas en la década de 1930. No está situada en el condado de Yoknapatawpha, Mississippi, sino en Nueva Valois (una ficticia Nueva Orleans), y el Ohio rural, durante el apogeo de los «barnstormers,» pilotos que realizaban vuelos acrobáticos en aviones biplanos y competían en carreras peligrosas (y muchas veces fatales) para el entretenimiento de las multitudes, que los seguían de pueblo en pueblo a medida que los pilotos trasladaban sus presentaciones.
La trama de Pylon gira en torno a la interacción entre los seis personajes que forman parte de estos programas: el reportero, cuyo relato de los acontecimientos dentro de la tropa de pilotos sirve, finalmente, para dividirlos; Laverne, la mujer a cargo del mantenimiento mecánico de los aviones que está románticamente involucrada con dos de los pilotos; Jack, el hijo de Laverne, quien se enoja fácilmente cada vez que surgen preguntas sobre su familia; Roger Schumann, el principal piloto de los barnstormers, quien pueden o no ser el padre de Jack; Jack Holmes, el piloto acróbata, que también ha estado involucrado con Laverne; y Biggs, otro mecánico cuyos caprichos y juergas alcohólicas ayudarán a impulsar la tragedia.
Faulkner había tenido mucho interés en volar y él mismo tomó parte en algunos espectáculos a mediados de la década de 1930. A través de los pensamientos internos de estos personajes, y en sus diálogos con los demás, a menudo hay una conexión entre la libertad que gozan al volar y los intentos que hacen para liberarse de los grilletes que reencontrarán en tierra después de la última hazaña acrobática.
Las historias interconectadas de estos temerarios están contadas en siete capítulos que se mueven a través del tiempo y el espacio. Hay una gran cantidad de detalles aquí, con descripciones auditivas y visuales que se utilizan para complementar y reforzar la conexión temática entre vuelo (y caída libre) y el deseo humano de escapar al destino.
Las acrobacias temerarias sirven como la metáfora perfecta para relaciones impulsivas, irresponsables, como las que Faulkner describe aquí: la beligerancia del joven Jack, que no sabe si Roger Schumann o Jack Holmes es su padre (o si alguien más lo es); el estado nervioso de Laverne entre Roger y Jack (por no hablar de los coqueteos implícitos con otros), el desgano de Roger por sentar cabeza y, como se puede inferir aunque no está probado en el texto, su condición de padre no asumida…todas estas cuestiones crean disensiones profundas entre la troupe arrolladora.
Es esta combinación de acrobacias de alto vuelo y relaciones de toma de riesgos que hacen de Pylon una lectura apasionante. Es difícil no quedar atrapado en el drama que se desarrolla, ya que los personajes parecen destinados a un desenlace explosivo y desordenado…