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Ed. Bruguera, año 1981. Tamaño 17,5 x 10,5 cm. Traducción de Francisco Torres Oliver. Estado: Usado muy bueno. Cantidad de páginas: 670
Charles Robert Maturin, el último y más grande de los góticos (según H. P. Lovecraft), nació en Dublín durante 1782, descendiente de hugonotes huidos de Francia. Hacia 1800 se graduó en el Trinity College de su ciudad natal, y se ordenó sacerdote tres años más tarde.
Destinado primero a una pequeña iglesia rural, pronto fue nombrado coadjutor de la iglesia de St. Peter, en Dublín, cargo que desempeñaría hasta su muerte en 1824.
Esos años fueron para Maturin de una relativa estabilidad económica, lo que, unido a la gran cantidad de tiempo libre que disponía, le permitió dedicarse de lleno a su mayor pasión: la lectura.
Uno de los personajes de su novela The Wild Irish Boy (publicada en 1808) da una relación de los libros leídos en su juventud, revelando que Maturin era ya por aquel entonces un gran conocedor de las literaturas clásicas.
Por aquellas fechas ya se habían despertado sus aficiones literarias, pero éstas se mantenían en un discreto segundo plano. Todavía era prematuro hablar de su carrera de escritor, aunque había publicado -bajo el seudónimo de Dennis Jasper Murphy- las novelas Fatal Revenge o The Family of Montoro, que fue muy elogiada por Walter Scott en la Quarterly Review y The Wild Irish Boy.
A raíz de la muerte de su padre en 1809, cortada la ayuda monetaria de éste, Maturin vio tambalear su hasta entonces acomodada vida familiar. Al aparecer los primeros apuros económicos, se vio obligado a dar clases particulares y, más tarde, como la experiencia no lo satisfizo, decidió dedicarse de lleno a escribir. Su tercera novela, The Milesian Chief (1811), publicada todavía bajo seudónimo, pasó totalmente desapercibida. Maturin, desesperado, decide buscar un protector literario de prestigio que lo ayude a entrar en el mundo de las letras. Se acuerda de los elogios de Scott a su primera novela y le escribe, revelando su verdadera identidad. Pronto nacería entre ambos una profunda amistad que duraría toda la vida.
Durante 1816, por expresa recomendación de Scott, Maturin estrena triunfalmente su tragedia Bertram en el New Theatre Royal de Drury Lane, interpretada por Kean y con asesoramiento de Byron. Pero su buena estrella se eclipsa muy pronto. Sus tragedias Manuel (1817) y Fredolfo (1819) y su cuarta novela Women (1818) constituyen un gran fracaso. Nadie hubiera pensado que dos años más tarde, con Melmoth el Errabundo, personaje más byroniano que el propio Childe Harold, iba a crear tal vez el arquetipo romántico por excelencia de la literatura inglesa.
La aparición de Melmoth el Errabundo en 1820 consagró definitivamente a su autor como uno de los más hábiles escritores góticos de la época (Ann Radcliffe, Horace Walpole, William Beckford, M. G. Lewis y más) alcanzando una popularidad hasta entonces insospechada.
Las aventuras del personaje central -mezcla de Mefistófeles, dandy byroniano y vampiro- no son sino un pretexto para elaborar un brillante estudio sobre la perversidad y el sufrimiento humanos, claro anticipo de las novelas psicológicas y metafísicas de Dostoievski y Kafka.
Por encima de la acción -salpicada de citas y referencias literarias y con alusiones continuas a hechos históricos y curiosidades de la época- lo realmente interesante del libro son la relaciones de Melmoth con cada una de sus víctimas, todas ellas sometidas a las más espantosas torturas, tanto físicas como morales.