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Ed. Alianza, año 2009. Tamaño 17,5 x 11 cm. Selección y traducción de Esther Benítez. Estado: Nuevo. Cantidad de páginas: 166

La noche del 1º de enero de 1892, después de una visita a su madre, que vivía en Niza hacía algunos años, Guy de Maupassant intentó por tres veces abrirse la garganta con un cortaplumas de metal, sin conseguir más que producirse algunas heridas. Sus amigos y el fiel Francois Tassart, su ayuda de cámara, lo trasladaron a París; allí fue internado el 7 de enero en la clínica del doctor Blanche, donde moriría al cabo de dieciocho meses -el 6 de julio de 1893-, período que transcurrió en una inconsciencia casi total, aunque con periódicas crisis violentas que obligaban a los enfermeros a ponerle la camisa de fuerza. Ésta es, pues, la historia sucinta del «suicidio» maupassantiano.

Y paso ya a centrarme en el libro que ahora presento.

Los cuentos aquí agrupados van desde junio de 1882 a febrero de 1890: casi una década, los años más fecundos de la producción de Maupassant, el período que vio la publicación de trescientos cuentos, seis novelas, tres libros de viajes; la etapa de prosperidad real -Maupassant fue lo que hoy llamaríamos un escritor de «best-sellers», y disfrutó en estos últimos años de su vida de saneadísimos ingresos-: como botón de muestra, el ex-empleadillo de ministerio tiene por esos años un piso en París -más un picadero para encuentros clandestinos con mujeres-, una casa de campo en Etretat y un par de residencias en la Costa Azul, amén de su yate «Bel Ami». Son también años de frecuentes viajes -Italia, norte de Africa, Inglaterra-, como si Maupassant fuera incapaz por entonces de vivir tranquilamente afincado en un solo lugar.

El tema que da unidad a la presente selección es, pues, el de la muerte: asesinato o suicidio, la muerte planea siempre sobre todos estos relatos. Pero hay innumerables subtemas que aparecen también. El miedo, por ejemplo, que siente el protagonista de «El huérfano» y que deja muy claro que hay seres que sucumben víctimas de sus propios temores; el amiente rural («El borracho», «El olivar»); los celos («Confesiones de una mujer», «La confesión», «Un drama verdadero»); el exotismo («Una vendetta», «Châli»), y, omnipresente, el subtema del hijo ilegítimo, que aparece con meridiana claridad como desencadenante de la tragedia en tres cuentos («El parricida», «La confesión», «El olivar»).

Esta obsesión, la de la bastardía, no parece casual. Asoma en la obra de nuestro autor pocos meses después del nacimiento de su primer hijo natural de Guy de Maupassant, Lucien, inscrito como hijo de Joséphine Litzelmann y de padre desconocido, que nace en París el 27 de febrero de 1883. Guy tendría otros dos hijos con la joven, pero nunca quiso reconocerlos, aunque sentía por ellos mucho cariño y siempre se preocupó de atender a sus necesiades materiales. Este problema del hijo natural, que reaparece intermitentemente en la producción maupassantiana, lleva la reflexión del autor por tres caminos: uno social, mostrando cómo las convenciones impiden reconocer a ciertos hijos, acaso con un inconsciente deseo de autojustificación; otro moral, en el que Maupassant se interroga, por boca de sus personajes, sobre la alienación de la libertad que provoca el deseo de un instante; y, por último, otra cuestión fundamental: las consecuencias hereditarias de estos amores de paso.

Pero aunque el trasfondo biográfico sea innegable, no todo es biografía en torno al tema: a finales del XIX el asunto apasiona a la opinión. En los diarios de la época pueden encontrarse innumerables artículos y crónicas que se ocupan de la repercusión social de un doble problema: los infanticidios y los niños abandonados.

Hay un cuento recogido en esta selección -«Un drama verdadero»- que nunca había sido presentado en libro hasta la edición de Schmidt (1956-57), tal vez porque se trata menos de un cuento que de una crónica, como parece dejar clara la introducción, en la que el autor toma postura en la polémica sobre lo verosímil en literatura. Lo he incluido aquí por su similitud temática con «La confesión», haciendo bien palpable el trabajo de profundización de nuestro autor.

INDICE
Prólogo
1- Confesiones de una mujer
2- Un drama verdadero
3- Una viuda
4- Un parricida
5- El huérfano
6- Denis
7- Una vendetta
8- La confesión
9- Châli
10- El borracho
11- La confesión
12- La pequeña Roque
13- Moiron
14- El olivar