DVD Hogueras de odio, Hombres o nbestiasPrecio y stock a confirmar
DVD Original
Estado: Nuevo
Origen: Estados Unidos
Color
Formato
Hogueras de odio: Fullscreen
Hombres o bestias: Widescreen
Idioma: Inglés
Subtítulos: Castellano
Duración
Hogueras de odio: 105′
Hombres o bestias: 99′
Director
Hogueras de odio: Charles Marquis Warren
Hombres o bestias: Preston Sturges
Actores
Hogueras de odio: Charlton Heston, Jack Palance, Katy Jurado, Brian Keith, Mary Sinclair, Milburn Stone, Richard Shannon
Hombres o bestias: William Holden, Eleanor Parker, John Forsythe, William Demarest, Richard Anderson, Polly Bergen

Hogueras de odio
El crítico e historiador británico Philip French señala: “Es evidente que, a partir de 1950, más o menos, en toda moderna alegoría el indio puede remplazar al negro cuando las connotaciones del filme son sociales, o al comunista cuando son políticas, aunque por lo general su identificación resulta algo ambigua. Obviamente La flecha rota (Broken Arrow) podría interpretarse como alegato en favor de la tolerancia racial en el plano interno, y en favor de la coexistencia pacífica en el plano internacional. Lo mismo ocurre en relación con muchos otros filmes posteriores: durante la era del macartismo a menudo en los artistas de Hollywood se vieron obligados a recurrir a la alegoría para encarar temas que los productores, caso contrario, habrían rechazado por considerarlos demasiados polémicos en un encuadre contemporáneo”.

“Por supuesto la ideología del western es por naturaleza afín a los ‘halcones’, sea cual fuere individualmente la intención pacifista de sus exponentes. En consecuencia, una película como Hogueras de odio, de Charles Marquis Warren, por desagradable que pueda parecer su enfoque comparado con el de obras coetáneas ‘liberales’, poseía una fuerza totalmente ausente en muchos filmes bien intencionados de su época y, por añadidura, no parecía imponer sentimientos de algún valor y capaces de modernizar las viejas situaciones. El personaje central, un batidor de la caballería llamado Ed Bannon (Charlton Heston), era un ser movido por su odio al indio, y aparentemente se basaba en un personaje de la vida real, Al Sieber. No sin asombro, advertimos que es el auténtico héroe del filme, a la cabeza de una expedición para sofocar la herejía de la ‘danza fantasma’ que avanzaba sobre Texas. No es la primera ni la última vez que en el western se expone al movimiento de la ‘danza fantasma’, contra toda prueba histórica existente, como una actividad violentamente insurreccionista, y no como el movimiento básicamente pacifista que en realidad fue. El jefe de la rebelión es el cacique apache Toriano (Jack Palance), quién tras haber estudiado en una universidad del Este regresa a su tierra para sublevar a su pueblo. En el filme hay una vívida escena en que Toriano llega su casa, vestido con las ropas inmaculadas del hombre blanco y, al quitarse el Stetson, sacude su larga melena negra, más de doce años antes de que cabelleras abundantes se convirtieran en emblema de la juventud descontenta. Virtualmente, su siguiente acto es dar muerte a su hermano de sangre, un agente de la Wells Fargo”.

“Hogueras de odio termina con un terrorífico encuentro personal en el que Bannon quiebra el cuello de Toriano, con lo cual destruye su influencia. ‘Ahí tienen al invencible’, dice Bannon a los azorados acólitos del indio. Por mi parte, si bien ignoro cuál era la motivación conciente del director y guionista, la película me suena a alegoría ultra derecha propia de la era del macartismo, en la cual los indios (especialmente Toriano, que educado en una universidad trasmite su herejía desde el Este) están al servicio de los comunistas, y los blancos, conducidos por el resuelto Bannon, son la imagen misma de esos rubicundos patriotas norteamericanos decididos a desbaratar la conspiración roja en su patria y enfrentar la amenaza comunista en el plano internacional”.

Hombres o bestias
“Hombres o Bestias” esta ubicada en el año de 1863, en el Fuerte Bravo de Arizona, que era utilizado, durante la Guerra Civil Norteamericana, como campo de prisioneros para los soldados confederados, por parte del ejercito de la Unión, Pero tanto, unos como los otros, tenían un enemigo común que los acechaba, en esa agreste zona, que eran los temibles indios Mezcaleros.

El film inicia cuando vemos al Capitán Roper (William Holden) llegando al fuerte a caballo, trayendo, prácticamente, arrastrando a pie al soldado confederado Bailey (John Lupton) quién había intentado fugarse. La conducta cruel de Roper, no es sólo censurada por los prisioneros confederados, sino inclusive su Comandante, el coronel Owens (Carl Benton Reid) se lo recrimina, sabedor de que en caso de un ataque al fuerte, por parte de los mezcaleros, de la tribu de los apaches, sería necesario armar a los confederados para poder defenderse. Roper se defiende argumentando que era necesario hacerlo como un ejemplo, para que no intentaran otros escapar. (En eso de la necesidad de armar a los prisioneros, para combatir a los indios, sucedía en otro excelente western de la época “La Furia de los Valientes” ‘Two flags west’ de 1950, por lo que los fanáticos del género, sabíamos que ese no era, exactamente, el tema de “Hombres o Bestias”, porque no iban a repetir la historia tan rápido).

Roper es comisionado para ir en busca de cuatro carretas de víveres, que ya deberían haber arribado al Fuerte, siendo acompañado por varios soldados, en los cuales va el teniente Belcher (Richard Anderson). Encuentran las carretas saqueadas e incendiadas por los indios, junto con los soldados que las traían sometidos a tortura, al amarrarlos junto a unos hormigueros, siendo muertos por los piquetes de los insectos. Emprenden el camino de regreso, por una parte escarpada de zona de cañones, donde es posible que les tiendan una emboscada, lo cual sucede teniendo una escaramuza con los indios, donde resulta herido Belcher. Más tarde se refugian en una especie de pozo, donde al anochecer llega una diligencia que estaba siendo atacada, igualmente, por los indios, la cual logra ser auxiliada por los soldados. En la diligencia viaja la bella texana Carla Forester, cuyo destino es el Fuerte Bravo, ya que ha sido invitada a la boda de su amiga Alice Owens (Polly Bergen), hija del coronel, a la cual conoció cuando estudiaron juntas en un colegio del norte, aunque la verdadera intención de Carla, es ayudar a su amante el capitán John Marsh (John Forsythe) a escapar de la prisión. Como parte del plan, Carla se dedica a dejarse cortejar por Roper, en labor de distracción, terminando por enamorarse de Roper. La fuga se efectúa la noche de la boda de Alice con Belcher, acompañando a Marsh, aparte de Carla, Bailey y los soldados Campbell (William Demerst) y Cabot Young (William Campbell), que hacen una simpática pareja de soldados cascarrabias, siempre pelándose entre sí, que le ponen el toque de humor a la historia. Roper sale en la búsqueda de los fugitivos, llevado un tanto por su obligación y otro tanto por el coraje de haber sido engañado por Carla. Quedando así establecida una de las constantes en el cine de John Sturges, que es el enfrentamiento de dos amigos o amantes, en este caso, al que la traición de uno, lleva al deseo de venganza del otro. Roper logra capturar a los fugitivos con la ayuda de Belcher y en el camino de regreso son atacados por los indios, con el previsible resultado final de que Roper y Carla se perdonan, después de que Marsh encuentra, muy adecuadamente, la muerte de manos de los mescaleros.