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Ed. Hyspamérica, año 1985. Tapa dura. Tamaño 19 x 12 cm. Traducción de Eustaquio Barjau. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 222
Novalis (1772-1801) fue un poeta alemán, considerado uno de los mayores exponentes del primer Romanticismo de Jena. Nacido en el seno de una familia noble de Sajonia, recibió una educación pietista. Estudió Derecho en Jena, donde asistió a los cursos de historia de Schiller y conoció a Fichte, cuya filosofía idealista gravita sobre toda su obra.
Tras su traslado a Leipzig en 1791, conoció a los hermanos Friedrich y August Wilhelm von Schlegel, con quienes colaboró más adelante en algunos proyectos, como la revista Athenaeum, una de las primeras manifestaciones del Romanticismo. Un año más tarde pasó a Wittenberg, donde ejerció la jurisprudencia. La muerte de su prometida, la jovencísima Sophie von Kuhn, a causa de la tuberculosis (1797), le afectó profundamente. Sophie muere con 15 años, quedando el poeta sumergido en la soledad y la desesperanza. Unos meses después de la muerte de su amada, en mayo de 1797, comenzará a escribir los famosos Himnos a la Noche, que no concluirá hasta 1799.
La muerte de Sofía significa el verdadero nacimiento de Novalis al mundo de la poesía. Los Himnos a la Noche surgen a partir de la muerte de su joven amada, y es justamente ella su inspiradora. Desde la obsesión por Sophie, el poeta construye un canto a la noche, un espacio místico donde confluyen sus ideas estéticas, filosóficas y religiosas. En sus Himnos a la noche (1800), colección de poemas en prosa y verso, el poeta exalta la noche, identificada con la muerte, como el paso hacia la «vida verdadera», un renacimiento místico en la persona de Dios, donde sería posible el reencuentro con su amada y con el conjunto del universo.
En 1799 se convirtió en administrador de minas en Weissenfels, poco antes de su prematura muerte, también a causa de la tuberculosis. Su obra publicada en vida se limita a los Himnos a la noche y a dos series de Fragmentos aparecidos en la revista Athenaeum en mayo de 1798. El conjunto de su producción fue publicado a su muerte por Friedrich Schlegel y Ludwig Tieck. Los Fragmentos, compuestos entre 1795 y 1800, comprenden una serie de apuntes, aforismos y comentarios breves sobre filosofía, estética y literatura, en los que expresa las principales inquietudes y concepciones teóricas del romanticismo.
La angustia del poeta es provocada por la fractura que separa al sujeto del objeto, dentro de los estrechos límites fijados por el kantianismo: la mediación conceptual falsea la unidad esencial de la vida, de la que participa el poeta, sin poder asirla ni expresarla jamás. El papel asignado al arte se acerca al de la religión, por cuanto tiene la misión de hacer visible aquella intuición absoluta, aunque en sus apuntes Novalis indica que tal acceso debe realizarse desde la autorrevelación del arte como mediación, como falsedad y, por tanto, como absoluta libertad creativa. Su novela inconclusa Los discípulos de Sais presenta una visión alegórica de la naturaleza.
La novela Enrique de Ofterdingen se convirtió en paradigma del romanticismo. Novela de aprendizaje (Bildungsroman), el autor proyecta en ella las obsesiones que guiaron su propia vida. El protagonista debe salir al «exterior» para hallar su propia identidad, a través de los lugares comunes literarios del viaje y del enamoramiento. Las preocupaciones románticas que distinguen la novela se resumen en la imagen de la flor azul, símbolo de la esencia del arte como reconciliación entre mundo interior y exterior, es decir, como realización del concepto en lo concreto. el símbolo romántico de «la flor azul» refiere al objetivo nunca alcanzado y siempre anhelado, encarnado en la Poesía y el Amor.
La obra de Novalis intenta cumplir con el propósito de romantizar el mundo, transformar lo cotidiano en sublime, lo finito en infinito y hacer de las artes –derribando arbitrarias barreras– el Arte universal, intensificando las interrelaciones entre las ciencias naturales, la poesía, y la filosofía, sobre una base religiosa. El Romanticismo alemán aportó una visión distinta de lo hasta entonces juzgado como arte, literatura y filosofía. Para sus representantes el acto poético, los estados de inconsciencia, de éxtasis natural o provocado y los singulares discursos dictados por el ser secreto se convertían en revelaciones sobre la realidad y en fragmentos del único conocimiento auténtico. Sus integrantes más importantes fueron: los filósofos Fichte, Schelling y Hegel, los poetas y escritores Goethe, Herder, Schiller, Holderlin, Tieck, Arnim, los hermanos Grimm, Hoffmann y el propio Novalis. Todos ellos pertenecían a Sajonia (una pequeña región de lo que hoy es Alemania) y confluyeron en un breve espacio de tiempo a fines del siglo XVIII.