Ed. Pleamar, año 1972. Tamaño 20 x 14 cm. Usado excelente, 562 págs. Precio y stock a confirmar.

Cesare Pavese (1908-1950) fue uno de los escritores italianos más importantes del siglo XX. Durante toda su vida intentó vencer la soledad interior, que veía como una condena y una vocación. Fue importante su obra como escritor, traductor y crítico, que además de la Antología americana que coordinó Elio Vittorini incluyó también la traducción de clásicos de la literatura, desde el Moby Dick de Melville en 1932 a obras de Dos Passos, Faulkner, Defoe, Joyce y Dickens.

Mientras trabajaba en el sector editorial (para la editorial Einaudi), Pavese propuso a la cultura italiana escritos sobre temas diferentes, raramente abordados con anterioridad, como el idealismo y el marxismo, y temas religiosos, etnológicos y psicológicos. Pavese nació en Santo Stefano Belbo, donde su padre, procurador de tribunal en Turín, tenía una delegación. Estos son los lugares y las experiencias infantiles que mitificará el Pavese escritor.

En 1914 muere su padre, lo que le causa su primer trauma. Su madre, de hecho, compensará la ausencia del marido educando de modo bastante rígido a su hijo. Pavese cursa estudios secundarios en Turín con Augusto Monti, amigo de Antonio Gramsci. Es su primer contacto con el mundo de los intelectuales y con personalidades como Leone Ginzburg, Tullio Pinelli, Vittorio Foa y Norberto Bobbio. Pero es en su época universitaria cuando Pavese se interesa por la literatura norteamericana; en esos años, alterna su trabajo de traductor con la enseñanza del inglés. Se licencia con una tesis sobre el poeta norteamericano Walt Whitman.

En 1935 es confinado por sus actividades antifascistas; durante este exilio publica Trabajar cansa y en ese mismo período empieza la composición de El oficio de vivir, diario literario y existencial que seguirá escribiendo hasta el final de su vida. De vuelta de su confinamiento, Pavese descubre que la mujer a la que amaba se ha casado. La angustiosa sensación del fracaso lo acompañará hasta la muerte. En 1938, su relación con la editorial Einaudi se estabiliza. En 1940 termina El bello verano e inicia Feria de agosto; en 1941, publica Tus pueblos.

Llamado a filas, se le dispensa por el asma que padece. Desde el 8 de septiembre de 1943 hasta la liberación de Italia se refugia en primer lugar en casa de su hermana, y luego en un colegio de Somascos en Casale Monferrato, sin contacto con los acontecimientos que sacuden Italia, mientras muchos de sus amigos entran en la Resistencia. Narra estas experiencias en La casa en la colina (que escribe entre 1947 y 1948). En esta obra se pone de manifiesto el conflicto entre su elección y la de sus amigos, muchos de los cuales murieron como consecuencia de la opción adoptada.

Al terminar la guerra, sin embargo, y quizás para compensar su anterior elección, Pavese entra en el Partido Comunista Italiano. El desengaño amoroso que sufre tras la ruptura de su relación sentimental con la actriz norteamericana Constance Dowling -a la que dedica sus últimos versos: Vendrá la muerte y tendrá tus ojos- y su malestar existencial lo llevan al suicidio el 27 de agosto de 1950, en Turín.

Pavese surge como poeta en 1936, con Trabajar cansa. La recopilación se reedita en 1943, añadiendo treinta y un poemas y suprimiendo seis. En pleno periodo hermético Pavese toma el camino de la poesía narrativa (ritmos narrativos y tono coloquial). La experiencia narrativa produce un verso alargado y de amplia cadencia (decasílabo alargado a trece sílabas).

En su ensayo El oficio de poeta Pavese sostiene la necesidad de que las palabras se adhieran a las cosas y rehuye la musicalidad por sí misma. Estos primeros cánones poéticos serán posteriormente modificados para evitar que la poesía narrativa se convierta en un boceto naturalista. Pavese teoriza sobre una poesía que se resuelve en imágenes. Poesía narrativa y poesía-imagen coexisten en Trabajar cansa, obra en la que ya se encuentran las constantes de Pavese: soledad como condena existencial, incapacidad de diálogo, añoranza de la mujer, el campo como mito desde el que se originan las primeras impresiones y la identidad del individuo, la figura del exiliado que vuelve al lugar de origen, buscando su propia infancia, persiguiendo la propia identidad.

En 1941, publica Tus pueblos y llama la atención de la crítica, que lo interpreta como una manifestación de realismo. En realidad la descripción de un medio rural primitivo y los temas de la pasión, de la sangre, sin olvidar un lenguaje que se acerca al dialetto y al lenguaje hablado y la aparente objetividad naturalista confieren una dimensión mítica y ritual a la narración, una lectura de la realidad en clave simbólica, con matices de los estudios antropológicos y de lo sagrado.

Su consagración del mito deriva de la idea según la cual en la infancia se crean mitos y símbolos que forman una especie de memoria atávica. Pavese se aleja de cualquier representación realista en el sentido que tiene, como principio de poética, la necesidad de focalizar el fondo mítico e irracional propio de cada individuo y que determina su personalidad y su destino.

En el último decenio, entre 1940 y 1950, Pavese produce obras heterogéneas en cuanto a temática y estilo. La reflexión sobre el mito orienta a Pavese en dos direcciones, aparentemente lejanas, pero que tienen el mismo objetivo. Por una parte recupera el fondo mítico de su propia personalidad, distanciándose de la realidad y refugiándose en el intelectualismo (Diálogos con Leuco) y en el neorrealismo, en la observación del ambiente y de los hombres (El compañero, 1946).

La misma coexistencia de intereses diversos la podemos encontrar en 1949 en La luna y la fogata y en Entre mujeres solas. Los dos motivos se integran, en el sentido de que ponen a fuego al hombre, alienado en el contexto urbano, buscando sus propias raíces míticas. Pavese profundiza además del tema mítico, el social y de clase. La soledad se convierte en estado de ánimo, condición existencial y social. También La luna y la fogata es una novela-balance, atemporal, en la que Pavese introduce sus propios temas y principios teóricos. El retorno a la infancia y el recorrido obligado para conocerse y tener conciencia del propio destino.

La novedad de la novela está en el hecho de que la peregrinación a los lugares míticos de la infancia concluyen constatando que todo se ha perdido: han desaparecido las personas y los lugares han cambiado lo que queda es la dolorosa constatación de que la muerte es connatural al hombre. En el presente libro -a través de la exposición y del desarrollo analítico-documental que la acompaña, el autor se propone demostrar en qué medida la obra literaria de Pavese ha nacido y se ha ido desarrollando como un instrumento de catarsis ante un profundo y doloroso proceso de frustraciones vitales.

Así logra plasmar un mundo creativo a través del cual alcanza una realización que le es negada en los otros planos de su existencia humana.

Indice:

Introducción.
1- Mito y realidad en Pavese.
2- Los factores formativos.
3- La experiencia norteamericana.
4- La poesía-racconto.
5- Descubrimiento de la imagen.
6- La imagen-relato.
7- Los poemas del confinamiento.
8- Los primeros relatos.
9- Las poesías del desamor.
10- Il carcere.
11- Paesi tuoi.
12- La bella estate.
13- Los poemas a Fernanda y La Spiaggi
14- Feria d’Agosto.
15- Sus teorías sobre el mito.
16- La terra e la morte.
17- Los dialoghi con Leuco.
18- Fuoco grande.
19- Il compagno.
20- La casa in collina.
21- Il diavolo sulle colline.
22- Tra donne sole.
23- La luna e i falo.
24- Verra la morte.
Conclusiones.