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Ed. Noguer, año 1990. Tamaño 20 x 14 cm. Traducción de Guillermo Raebel. Estado: Excelente. Cantidad de páginas: 206
Alma Marie Schindler de Mahler Gropius Werfel (1879–1964), compositora, destacó en su Viena natal por su belleza y su inteligencia. Fue esposa, sucesivamente, de personajes notables del siglo XX: el compositor Gustav Mahler, el arquitecto Walter Gropius y el novelista Franz Werfel.
Hija del pintor Emil Jakob Schindler y su esposa Anna von Bergen, Alma creció en un entorno privilegiado que frecuentaban grandes artistas. Después de la muerte de su padre (1892), su madre se volvió a casar con uno de los últimos discípulos de su marido, Carl Moll. Entre los amigos de su padrastro estaba Gustav Klimt, que le dio su «primer beso». Siendo joven, Alma tuvo una serie de flirteos, entre ellos uno con Klimt, otro con el director teatral Max Burckhard y también con el compositor Alexander von Zemlinsky.
El 9 de marzo de 1902 se casó con el compositor y director de orquesta Gustav Mahler, bohemio de origen judío, 20 años mayor. Con él tuvo dos hijas: Maria (1902-1907), que moriría de escarlatina complicada con difteria en 1907 (Alma culpaba a Mahler de haber «tentado al destino» en sus Kindertotenlieder, las Canciones a la Muerte de los Niños), y Anna (1904-1988), futura escultora. Mahler amó profundamente a Alma; del famoso Adagietto de la Sinfonía nº 5, del segundo tema de la Sexta y de pasajes similares en la Octava,se dice que son retratos musicales de Alma. Sin embargo, los términos del matrimonio de Alma con Mahler incluían el abandono de sus inquietudes artísticas y musicales para dedicarse plenamente a su matrimonio, aunque fue copista y lectora de pruebas de las obras de su esposo.
Si bien ella asumió inicialmente ese sacrificio, después se cansó. En el verano de 1910 Alma fue a reposar a un balneario en Tobelbad, cerca de Graz, en Austria mientras Mahler se instalaba en su residencia de verano en Toblach para componer. En este tiempo, Alma se enamoró del joven arquitecto Walter Gropius, que años más tarde fundaría la Bauhaus. Mahler descubrió la infidelidad por una carta de Gropius y sufrió amargamente por ello; le pidió que se quedase con él. Súbitamente, recuperó el interés por las composiciones de su mujer, pero ya era tarde. Tuvo una consulta médica (una sesión del entonces novedoso psicoanálisis) con Sigmund Freud para indagar en las causas de su estado de ánimo y plasmó su situación emocional en la obra que componía por entonces, la Sinfonía nº 10. Mahler murió en 1911 pocos meses después de estos acontecimientos.
Alma encargó al compositor Ernst Krenek que diera toques finales al primer movimiento que ya estaba casi concluido, y contactó con otros músicos para que orquestaran la obra. Al final de su vida, después de oír una grabación preliminar de la versión completa, grabada para la BBC, terminada por el compositor y musicólogo Deryck Cooke, autorizó la edición e interpretación de la Sinfonía.
Alma tuvo un affaire con el pintor Oskar Kokoschka, que la retrató varias veces y que en su Die Windsbraut (La novia del viento) representó su amor por ella. Kokoschka se mandó hacer una muñeca de tamaño real para recordar a Alma con todos sus detalles.
Temerosa de la pasión de Kokoschka, Alma volvió a Gropius, con quien se casó en 1915. Tuvieron una hija, Manon (1916-1935), que moriría de poliomielitis a los 18 años. El compositor Alban Berg, gran amigo suyo, y que sentía gran cariño por la niña, escribió su famoso Concierto para violín y orquesta «A la memoria de un ángel».
El matrimonio con Gropius no funcionó. Alma le fue infiel con el poeta y novelista Franz Werfel, y quedó embarazada. El niño, Martin Carl Johannes, nació prematuramente y murió a los diez meses. Alma se divorció de Gropius en 1920. Se casó con Werfel en 1929. En 1938, Alma y Werfel, para escapar del Anschluss, dejaron Austria y viajaron a Francia. Tras la invasión alemana y la ocupación de Francia durante la Segunda Guerra Mundial y ante una posible deportación de los judíos a los campos de concentración nazis (Werfel también era judío), ella y su esposo abandonaron Francia. Con la ayuda del periodista estadounidense Varian Fry en Marsella, escaparon del régimen nazi en un singular viaje por los Pirineos hasta España y de ahí a Portugal y Nueva York. Se establecieron eventualmente en Los Ángeles, donde Werfel logró un singular éxito con su novela La Canción de Bernadette que fue convertida en una película en 1943 con Jennifer Jones como protagonista.
Después de la muerte de Werfel en 1945, Alma se instaló en Nueva York donde era un personaje cultural destacado, y publicó parte de las cartas de Mahler y sus propias memorias Mein Leben (traducido al inglés And the Bridge is Love – Y el puente es el amor). Su figura sigue siendo el centro de una gran polémica.