Ed. Cru, año 2008. Tamaño 21 x 15 cm. Incluye numerosas reproducciones en blanco y negro. Estado: Excelente, 400 págs.
El abuelo de Iñaki Bonillas (México DF, 1981) estaba fascinado por las historias de cowboys que veía en las películas. Fruto de esa fascinación, a veces se fotografiaba encarnando las poses típicas de los vaqueros. Hasta que, en 1945, le llegó la oportunidad de viajar a Wyoming y experimentar las sensaciones de un auténtico cowboy. Aguantó un par de meses. Relató su experiencia allí, amarga, en breves notas de diario. Y regresó a casa. Prefirió quedarse con la ficción de las películas y las poses.
Iñaki Bonillas ha recuperado el archivo de imágenes de su abuelo (aunque ésta no es la primera vez que las utiliza como base de sus proyectos). Y también ha reproducido con una máquina de escribir las notas de aquel diario. ¿Qué tenemos? La referencia al archivo: un recurso plenamente contemporáneo (algo nos sonará, recientemente, sobre la necesidad de hacer del museo un archivo); y entroncado a las prácticas conceptuales, subrayado en este caso por la sequedad o austeridad de planteamientos y de la exposición (siempre hay que agradecer las pocas concesiones de las propuestas de la galería ProjecteSD).
Por otro lado, una buscada tensión entre realidad y ficción. Todo un tema que podemos leer en clave metafórica, yendo más allá de las antiguas historias de cowboys, para pensar en las extrañas y perversas relaciones que se dan entre realidad y ficción hoy en día (¿”Gran hermano”?).