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Ed. Juan Berlin, año 1961. Tamaño 23 x 16 cm. Incluye 3 fotografías en blanco y negro sobre papel ilustración. Estado: Usado muy bueno (presenta manchas en tapa y contratapa; interior, en perfecto estado).
Por Albert Steffen
Traducción de Paula Eppenstein
Rudolf Steiner, el fundador de la Antroposofía y el arquitecto del Goetheanum en Dornach, cerca de Basilea (Suiza), nació el 27 de febrero del año 1861, hijo de un empleado ferroviario austríaco. Pasó la niñez rodeado de un ambiente agreste, en las pequeñas estaciones en que trabajaba su padre. Más adelante cursó el bachillerato de ciencias exactas en Wiener-Neustadt y luego siguió el estudio de ciencias técnicas y naturales en el Instituto Tecnológico Superior de Viena; pero también se dedicó desde temprano al estudio de materias históricas y filosóficas, dando clases particulares para ganarse el sustento. Durante muchos años se desempeñó como preceptor en la casa de un importante hombre de negocios. Allí reunió las primeras experiencias pedagógicas en la educación de un niño retardado, que pudo llevar a feliz término; experiencias que más adelante resultaron en beneficio de la escuela Waldorf, que, fundada por él en 1919, contó muy pronto con más de mil alumnos. El mismo beneficio se extendió luego a otras instituciones que aplicaron sus métodos en distintos países. En 1890 aceptó una invitación para ir a Weimar, donde trabajó más de seis años en el Archivo Goethe. Publicó los escritos científico-naturales de Goethe en la «Literatura Nacional» editada por Kuerschner. En relación con estos trabajos escribió sus libros «La Concepción Filosófica del Mundo, de Goethe» y «Bases para una Teoria del Conocimiento según la Filosofía (Weltanschauung) de Goethe». Su tesis para el doctorado que se ocupa esencialmente de la «Teoría de la Ciencia
de Fichte», apareció ampliada baja el título «Verdad y Ciencia». En 1894 publica su «Filosofía de la Libertad» con el subtitulo «Elementos de una Filosofía Moderna. Resultados de la Observación Anímica según el Método de las Ciencias Naturales».
Estos libros forman el fundamento cognoscitivo de sus obras antroposóficas. Hacia el final del siglo se hizo cargo de la edición de la «Revista de Literatura» en Berlín, donde también enseñó por un tiempo en un colegio cultural para obreros. La vida literaria y las tendencias sociales de la época ensancharon su campo de observación, sin que por ello abandonara la ruta que a él le parecía exacta y que había sido elegida por Goethe y Schiller y los grandes filósofos de aquel tiempo, Fichte, Hegel y Schelling, obstruída pòr las ciencias naturales del siglo XIX. Sus libros antroposóficos «¿Cómo se adquieren Conocimientos de los Mundos Superiores?», «La Ciencia Oculta» y otros no están en contradicción alguna con los conocimientos de las ciencias naturales, sino que las completan hacia el lado espiritual. Son, en el sentido más riguroso, ciencia espiritual y, además de los resultados expresados en ellos, indican los métodos que conducen a su obtención.
Rudolf Steiner ha narrado su evolución en la autobiografía «Mi Vida», libro de significación histórica-cultural debido a su encuentro con Eduard von Hartmann, Haeckel, Nietzsche, enfermo ya, y muchos otros representantes de la vida espiritual del momento.
Después de interesar más y más personas con sus conferencias, que habían abarcado a toda Europa, se ofreció en las Asambleas Anuales de la Sociedad Antroposófica la posibilidad de realizar festivales dramáticos. Rudolf Steiner escribió cuatro dramas-misterio, que fueron representados primero en Munich y para los cuales erigió, después, por encargo de la Sociedad Antroposófica, el Goetheanum en Dornach. Este edificio, comenzado en 1913, daba testimonio de su genio artístico-creador en todos sus rasgos, grandes y pequeños.
Un principio orgánico, el principio de la metamorfosis, dominaba enteramente la construcción, desde la base de hormigón hasta las dos cúpulas entrecortadas, y todos los detalles: los marcos de las ventanas, las manijas de las puertas, y más. Rudolf Steiner creó una nueva arquitectura, escultura y pintura, y, al mismo tiempo las técnicas correspondientes. Así construyó un taller de tallado para los vidrios coloreados de las ventanas e inventó un método químico para la preparación de colores vegetales, usados en la pintura de las cúpulas. El edificio fue destruido por el fuego diez años más tarde, sin embargo, en manera alguna pertenece al pasado, pues aquel principio de metamorfosis ha sido aplicado igualmente en el edificio que hoy se levanta en el lugar del primer Goetheanum. Fue construido, e lo esencial, según la maqueta de Rudolf Steiner, por supuesto con las modificaciones exigidas por el material actual, íntegramente de hormigón armado. El mismo principio rige en varias construcciones adyacentes. En esta forma nació un estilo arquitectónico nuevo en Dornach.
En la Navidad del año 1923, Rudolf Steiner dio forma nueva a la Sociedad Antroposófica. Él mismo asumió la dirección y dividió la Academia Superior del Goetheanum en varias secciones: la sección antroposófica en general y la pedagógica, la sección de las artes habladas y musicales (en especial euritmia y arte de la palabra), la sección de las artes plásticas, la de medicina, la de ciencias naturales (con sus laboratorios físico y biológico y el círculo de ensayos para agrónomos), otra para ciencias matemático-astronómicas y otra de bellas ciencias. Dornach, como centro de movimiento, posee una editorial propia y publica también su
propio semanario «Das Goetheanum». Además, existen allí un colegio para pintura, uno para escultura y otro para diseño y elaboración de preseas. La euritmia y el coro hablado se han hecho conocer en toda Europa a través de sus representaciones.
Rudolf Steiner murió el 30 de marzo de 1925. Hasta el último día perseveró en su labor por la humanidad a pesar de su enfermedad.
Su obra máxima es la que realizó con el hombre mismo, al formar personalidades que deseen seguir su método de trabajar incansablemente sobre sí mismos, cualquiera que fuese su campo de actividades, científico, artístico o social, y que de este modo tratan de continuar la obra del maestro más allá aun de su muerte. Una vez definió a la Antroposofía como un camino cognoscitivo que quiere conducir lo espiritual en el ser humano hacia lo espiritual en el universo. Sobre la base de una libre
formación de juicio y una fantasía moral como las expuso en la «Filosofia de la Libertad», pueden unirse los hombres individuales para una labor común, aun en los tiempos en que mucho se derrumba. Esto lo han demostrado los años de guerra de 1914 a 1918 cuando personas de diecisiete naciones trabajaban pacíficamente en la construcción del primer Goetheanum. El trabajo tampoco sufrió interrupción en la segunda guerra mundial, y existen justas esperanzas que esta labor de paz continúe en el nuevo Goetheanum en tiempos venideros tal vez más difíciles todavía.
Un número de colaboradores se dedica con todo fervor, mediante un trabajo estrictamente metódico y una disciplina artística, a mantener vivos y sanos los gérmenes plantados por Rudolf Steiner.
Las colaboraciones contenidas en este volumen conmemorativo reflejan la interpretación personal que sus autores dan a ciertas facetas de la obra de Rudolf Steiner. Aparece así su obra refractada según la mentalidad y el enfoque de cada autor, sin que se haya intentado aplicar un criterio uniforme y nivelador que elimine repeticiones, así como discrepancias interpretativas. Por consiguiente, este volumen no pretende definir ni ocupar posición «oficial» alguna, sino que contiene las manifestaciones espontáneas y necesariamente heterogéneas de la gratitud que todos los participantes sienten para con Rudolf Steiner.
Se incluye un artículo del propio Rudolf Steiner sobre el significado del nombre «Goetheanum» que se ha dado al centro del Movimiento Antroposófico Universal.
INDICE
1- Rudolf Steiner y su obra, por Albert Steffen (traducción de Paula Eppenstein)
2- Goethe y el Goetheanum, por Rudolf Steiner (traducción de Paula Eppenstein)
3- La obra filosófica de Rudolf Steiner y la filosofía actual, por Hans Buechenbacher (traducción de Juan Berlin)
4- El ser humano a la luz de la Antroposofía, por Juan Berlin
5- Rudolf Steiner y el problema social, por Francisco Schneider
6- Rudolf Steiner y la comunidad de cristianos, por Erwin Kovacz
7- La naturaleza del arte a la luz de la ciencia del espíritu, por Rudolf Lanz
8- Cristo y los evangelios en la Antroposofía de Rudolf Steiner, por Melchor de la Garza
9- Sobre Educación Waldorf, por Lydia Q. de lambrechts
10- El método de cultivo biológico-dinámico, por Catalina Behrend
11- Aporte para la comprensión dela terapéutica sugerida por Rudolf Steiner, por Gudrun Schmidt
12- Algunas observaciones prácticas acerca del método de cultivo biológico-dinámico, por María Mayer-Alberti
13- Goethe y Steiner, por Martín Wertheimer
Epílogo del Editor
Bibliografía