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Ed. Servilibro, año 2009. Tamaño 20 x 13,5 cm. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 328
El fiscal (1993) inaugura una nueva etapa en la narrativa de Roa Bastos. La novela desorienta, sorprende e incomoda por la distancia que la separa de sus anteriores trabajos. Distancia que va más allá de lo temporal (entre Yo El Supremo y El fiscal median dos décadas), puesto que involucra todos los aspectos de su proyecto narrativo e introduce en él una radical revisión crítica y estética. El fiscal se comporta como una bisagra entre, por un lado, una escritura de intervención que se abre con El trueno entre la hojas (1953) y se clausura con Yo El Supremo (1974) y, por otro lado, una narrativa que encuentra sus fundamentos en la exploración subjetiva y la cita intertextual, como se puede rastrear en Contravida (1995) y Madama Sui (1996). En ellas, Roa Bastos, si bien no deja de tomarla como centro de sus reflexiones, opera sobre la realidad paraguaya y sus problemáticas históricas con una aptitud más mediatizada por la literatura y el propio mundo ficcional del autor.
El fiscal cuenta la historia de Félix Moral, un intelectual paraguayo exiliado que se nacionaliza en Francia, donde dicta cursos de cultura latinoamericana y convive junto a Jimena, una antropóloga española. La novela está compuesta por tres partes. La primera narra el hastío que Moral experimenta en la Europa del exilio, con el desgarramiento de vivir lejos de su país y sentirse impedido de cualquier acción que pueda ayudar a su pueblo a liberarse del yugo dictatorial. La segunda parte se centra en un congreso de intelectuales organizado por el gobierno de Stroessner en el clima de distensión política post-guerra fría, que le da a Moral la oportunidad de volver de incógnito a Paraguay y ensayar un reivindicador tiranicidio. La novela se cierra con un epílogo a cargo de Jimena, en el que detalla lo que fue de Félix al fallar el atentado.