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Ed. Polemos, año 1997. Tamaño 23,5 x 15,5 cm. Traducción de Aníbal Goldchluk y Juan Carlos Stagnaro. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 296

tratar-la-psicosis335Por Aníbal Goldchluk y Juan Carlos Stagnaro

El tratamiento de la psicosis ha sido, desde el nacimiento de la psiquiatría, la tarea central de la misma a lo largo de los dos siglos de su existencia. El modelo clásico que propuso Pinel estaba constituido por un dispositivo que combinaba el aislamiento asilar con el tratamiento moral, ambos organizados en torno al poder omnímodo del médico y sus asistentes, quienes consideraban al alienado víctima de un desorden de sus pasiones que había que reencauzar. En el cerebro y sus membranas residía, en último término, el misterio de la locura y se confiaba en que la ciencia en su desarrollo positivo daría cuenta, tarde o temprano, de los mecanismos íntimos implicados en la génesis de la locura.

Algunas cosas fueron modificándose a lo largo de los años. Un movimiento de apertura institucional se dibujó con el non-restraint-system. El encierro y el aislamiento asilar se suavizaron. Los métodos terapéuticos más drásticos (duchas, sangrías, vesicatorios…) se desacreditaron, pero los presupuestos teóricos básicos del cientificismo médico mantuvieron su hegemonía absoluta hasta los primeras décadas de este siglo. Varios acontecimientos mayores, se sucedieron entonces marcando sensiblemente el tratamiento y las concepciones acerca de la psicosis. En efecto, el psicoanálisis, la fenomenología, primero, la psicofarmacología y el movimiento antipsiquiátrico posteriormente, contribuyeron, de distintas maneras a transformar los métodos y los tratamientos de la locura en los países occidentales.

Cristalizaron así varios sistemas distintivos de atención, de entre los que se destacaron con un perfil original la política del sector en Francia, la psiquiatría comunitaria de los Estados Unidos y el dispositivo creado por Basaglia que se tradujo en la ley 180 en Italia. Más humanizados que el viejo asilo, combinando recursos de la farmacoterapia con la psicoterapia y los abordajes socioterapéuticos; con una influencia más o menos importante de distintas corrientes del pensamiento psicoanalítico; todas estas experiencias tendieron y tienden, no sin generar encendidas polémicas en cuanto a sus puntos de vista teóricos y a sus efectos, a romper el «hospitalocentrismo», la institucionalización crónica y a favorecer la llamada reinserción social del psicòtico.

En ese contexto histórico del tratamiento de la psicosis los autores de este libro plasman en sus páginas el resultado de una experiencia original. Inspirados por el psicoanálisis -orientado por la enseñanza de Jacques Lacan- y el etnoanálisis, pero articulando su ética con diferentes recursos tecnológicos (cuidados farmacológicos, corporales, etc.) que apuntan a evitar que los efectos de la psicosis dañen el cuerpo del paciente, los profesionales del «388» ofrecen un lugar de tratamiento extrahospitalario en el centro de la ciudad, «allí donde los ciudadanos viven e intercambian». La toma de la palabra por parte del psicótico es la llave maestra hacia la cual está orientado todo el dispositivo de recuperación del lazo social perdido.

La medicación psicofarmacológica es utilizada con el estricto objetivo de favorecer esa toma de la palabra por el «usuario», como ellos designan a sus pacientes, denotando la explícita política de devolverle al mismo un estatus pleno de sujeto de su destino y combatir toda manifestación de la exclusión social.

Como alguien ha dicho, es mucho más lo que el psicótico le ha dado al psicoanálisis que lo que el psicoanálisis le ha proporcionado al psicótico. Sin embargo, en el «388» se ha inventado un marco riguroso para posibilitar las intervenciones psicoanalíticas en la psicosis así como para poder extraer las consecuencias teóricas y clínicas que se desprendan de las mismas. Dicho de otro modo: lo que se pretendió hacer por mucho tiempo, sale en el «388» del nivel de la conjetura o de lo declarativo para encarnarse en una práctica concreta atravesada por una ética explícita.

Toda la tarea realizada en el Centro de Quebec es rigurosamente controlada y surge de una articulación constante de las prácticas y las teorías en juego dentro de un marco de investigación permanente y original.

Cuando Willy Apollon, Danielle Bergeron y Lucie Cantin visitaron Buenos Aires en 1994, para presentar su experiencia, tuvimps, junto a otros numerosos colegas, la ocasión de realizar intercambios tan fructíferos como apasionantes que continuaron a los iniciados en Quebec por uno de nosotros. Fue también en esa oportunidad que se proyectó que nos encargáramos de la traducción de este texto, tarea por demás grata, que prolonga el diálogo con nuestros amigos de Quebec. Estamos seguros de que su lectura dará a quienes no conocen aun la experiencia del «388» la posibilidad de informarse y reflexionar sobre esta innovación mayor en el tratamiento psicoanalítico de psicóticos.

INDICE
Presentación, por Aníbal Goldchluk y Juan Carlos Stagnaro
Introducción, por Willy Apollon
PRIMERA PARTE, Organización y funcionamiento del Centro
Objetivos, organización y funcionamiento del Centro, por Danielle Bergeron y Lude Cantin
Gestión y deseo, por Nicole Duval y Reine Gobeil
Datos estadísticos sobre la evolución del Centro
SEGUNDA PARTE, La problemática clínica
Psicoanálisis y tratamiento de psicóticos, por % Willy Apollon
El psicòtico, enfermo del Padre, por Lucie Cantin
La cuestión de la cura del psicótico, por Danielle Bergeron
Psicofarmacología y utilización de la medicación en un Centro psicoanalítico de tratamiento de psicóticos, por France Turmel
TERCERA PARTE, Investigación y control de la práctica
El etnoanálisis y la familia, por Willy Apollon y Bertrand Cloutier
La investigación clínica en el «388», por Willie Apollon y Lyne Rouleau
La intervención clínica cotidiána
CUARTA PARTE, La intervención clínica cotidiana
Delimitación del discurso delirante y lazo social, Benoît Bélanger y Lucie Riou
La intervención de día
• Trabajo sobre el sentido y el lazo social, por Benoît Bélanger
• Las actividades, por Lucie Riou
• Trabajo de restauración del orden simbólico, por Benoît Bélanger
• El plan de intervención, por Camille Fortin y Lucie Riou
• Un acontecimiento en el «388»: la crisis, por Renaud Métivier
La intervención nocturna, Claude Potvin en colaboración con Diane G. Me Nicoll y Lucie Riou
La noche en el «388», por Marcelle Sirois
De la demanda a la rearticulación social, por Suzanne Levasseur
El centro de actividades de cocina, por Francine Côté
Los talleres de creación en el «388», por Jacques Garneau
Comentarios de los usuarios
QUINTA PARTE, Datos y resultados
Reflexiones sobre la investigación evaluativa, por Lucie Cantin
Datos y resultados, por Lucie Cantin y Lyne Rouleau
Conclusión, por Willy Apollon
ANEXO 1: Nota con respecto de la equivalencia de la posología de los medicamentos neurolépticos
ANEXO 2: Gráficos de la evolución de 24 pacientes tratados durante más de cuatro años
(Tasa de rehospitalización y consumo de neurolépticos)