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Ed. Sudamericana, año 2005. Tamaño 20 x 14 cm. Estado: Usado excelente. Cantidad de páginas: 240

La noche de los lapices, Seane210Durante los días y meses de trabajo que demandó este libro, los hemos acompañado. Conocimos a sus familias, compañeros y amigos. Participamos de sus sueños y juegos. Compartimos su despertar político, la pasión por la justicia y la sensibilidad social que los impulsó a la lucha. Los vimos manifestarse por el boleto estudiantil secundario y enseñar a leer a los más pequeños en las villas miseria.

Los vimos crecer en la tormenta de años impiadosos, bajo la ilegalidad de dictaduras. Escuchamos su rabia cuando, como dirigentes estudiantiles destacados, fueron perseguidos por el terrorismo de ultraderecha, la Triple A y las bandas del CNU gestadas en el gobierno de Isabel Perón, bajo el amparo de los ministros de Educación del régimen. Vivimos su desaliento ante la derrota de un proyecto social y político y la desaparición de compañeros queridos. Su resistencia a dejarse vencer por el autoritarismo, a ceder conquistas que llevaban años.

Los vimos, con impotencia, marchar solos hacia la tragedia a partir del 24 de marzo de 1976, cuando los militares sediciosos comenzaron a instrumentar el secuestro, la tortura y el exterminio de estudiantes como un requisito previo a la implantación de la Doctrina de la Seguridad Nacional en la cultura. Vimos cómo se acuñaba La noche de los lápices en las oficinas de Inteligencia de la dictadura, con el apoyo de algunos educadores, para truncar un proyecto «peligroso» de ser humano y a la vez producir un escarmiento ejemplar para otros jóvenes.

Estuvimos en la noche del terrorismo de Estado. Vimos al general Ramón Camps y a los hombres de la policía de la provincia de Buenos Aires violar sus domicilios, arrastrarlos desnudos, encerrarlos en campos de concentración, torturarlos y hasta negar a sus padres que estuvieran detenidos. Supimos de la responsabilidad, al menos por mutismo, de la jerarquía de la Iglesia Católica. Hubo también un silencio de la prensa que contribuyó a la ejecución del plan represivo.

Los vimos tomarse de las manos, darse aliento y amarse en el Pozo de Banfield. Vimos a sus carceleros burlarse de la solidaridad y la ternura. Escuchamos el llanto de los bebés que ayudaron a nacer durante el cautiverio. Presenciamos la escena de Pablo despidiéndo¬se de los chicos que quedaban prisioneros, sabiendo —porque co-nocíamos el futuro— que ese adiós sería definitivo.
Vimos a sus padres, hermanos y amigos partir al exilio. A sus familiares reclamándolos con desesperación, cosechando respuestas mentirosas de funcionarios militares, policiales, judiciales y eclesiás-ticos. Los vimos perderse en las tinieblas, sin poder retenerlos, presintiendo su destino final.

Festejamos la reaparición de Pablo Díaz y su devoción por la memoria. Con la democracia recuperada, escuchamos la sentencia alentadora aunque insuficiente de los jueces de la Cámara Federal en el juicio a las ex juntas militares. En ese momento, decidimos que nuestro libro no tuviera epílogo porque aún no habían sido dadas todas las respuestas.

Hoy, soñamos con los jóvenes que conocerán a estos chicos y los levantarán como bandera. También sabemos que quien lea estas páginas no permanecerá indiferente. Del impacto emocional por la revelación de la perversidad que asesinó a la adolescencia, podrá o no recuperarse. Nosotros ya lo hemos incorporado a nuestras vidas y jamás nos recuperaremos.

Es nuestra fatalidad y nuestro privilegio.

María Seoane – Héctor Ruiz Núñez
Junio de 1986

INDICE
Palabras para el siglo XXI
Prólogo
Mayo 9, 1985
Primera Parte, Crecer en la tormenta
I- Diez años antes, en primavera
Con los ojos abiertos
Claudio
Con los pies en la calle
Horacio
Victoria con V
II- El invierno más perverso
Ruido de botas
María Clara
Prohibido permitir
Pablo
Rectores militares
Francisco
La muerte y el general
Daniel
Los hombres del general
Segunda Parte, La noche
III- Las vísperas
El reencuentro
La carga del tarifazo
En la mira
El último sol
IV- La pesadilla
La noche debajo de El Día
Tercera Parte, La memoria
V- Mayo 9, 1985
VI- Por cielo y tierra
De exilios y laberintos
VII- Testigo de cargo
¿Por qué?
Cuarta Parte, Anexo documental
Documentos I
-El fallo
Documentos II
Documentos III
La historia sin fin
Notas